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"El ser humano siempre quiere tener la certeza de que lo que ha elegido es lo correcto, lo que está bien. Pequé al suponer, lo acepto. Pero estoy segura de algo: no importa cómo viva cada uno siempre que sea libre de elegir por sus propios medios y por convicción, no a través del miedo o la imposición". Salam! ¿Cómo reaccionarías si fueras escritor/a y un día cualquiera, en una firma de libros, alguien se te presenta y te dice que es el protagonista de tu libro y esa, su historia? ¿Crees en las casualidades? Algo así sucede en el comienzo de esta narrativa de viajes donde el hilo conductor es la historia de amor de Kyle Cameron y Emily Evans. Y es que Kyle, dueño de una tienda de antigüedades y un gran futbolista de afición, vive felizmente con su hija Bethany, una estudiante de danza apasionada de los libros, tiene su habitación llena de estanterías repletas de ellos. Una mañana cualquiera, durante el desayuno, la observa toda risueña y ensimismada en su lectura. Curioso por saber qué es lo que despierta su sonrisa, la joven le lee un fragmento. Cual sorpresa, se detiene, viajando mentalmente en el tiempo, hasta la escena de su primer beso con la que fue su primer amor. Comprende que hay alguien detrás de la tinta de esas letras que conoce su pasado, pues acaba recitando las mismas palabras que su hija a la vez, son exactamente las que pronunció aquel memorable día. Descubre que el relato está firmado bajo el seudónimo de Miranda Darcy. ¿Quién es ella? Él será el encargado de llevarnos hasta Mily y su proyecto Malak, y de su mano viajaremos hasta el idílico Marruecos. Una historia de segundas oportunidades, que nos llevará desde Londres a Tánger, Tetuán, pasando por las montañas del Rif hasta Chefchaouen (la ciudad azul), los zocos de Marrakech y de excursión por el desierto del Sáhara. La pluma de @briannacallum_escritora es dulce, tiene esa forma de tocar la fibra, y qué mejor que recurriendo a la figura materna de la abuela, conversa haciendo cosquillas en el corazón, y se nota el gran trabajo de investigación y conocimiento que hay detrás, desmenuza el misticismo, costumbres y rituales de este Emirato árabe. Hay referencias a fechas y datos históricos. Es una novela desestresante, con su caminar descalzo, baños purificadores, noches en haimas entre dunas, paseos en camellos, tatuajes de henna en manos y pies con motivos florales, sabores exóticos, aromas intensos, cantos como el adhan y bailes con pandereta, comidas en el suelo entre cojines y alfombras, mosaicos de colores. Para más deleite del lector, al final nos adjunta un recetario que agradezco, mis papilas gustativas no dejaban de salivar ante esos platos exquisitos y aderezados. Veremos desencuentros por diferencias culturales, mujeres satisfechas bajo el yihab y que disfrutan de sus baños en burkinis, y otras, como las de los imazighen, ¡ojito!, mujeres bereberes que gozan de mayores derechos y libertades, con tatuajes en la cara, y por cuya religión, sus hombres tuaregs cubren sus rostros con turbantes. Catalogada como novela romántica, para mí ha sido justamente el punto más débil a destacar, sobre todo al inicio, donde el protagonista masculino me parecía demasiado encaprichado. Pero para hablar de obsesión, atención hacia el final, y cuidado con las tormentas de viento, consigue tu Kohl y tu Hamsa. Y como recomendación, visita un riad. ¿Qué no sabes lo que es? Echa un vistazo por Google y alucina, son preciosos. Rompe barreras, lucha por tus valores, ama a tu familia y conoce tus raíces, parte de tu origen. Es el mensaje que la autora nos transmite a través de Nuestra asignatura pendiente. |
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