De piedra

Sara está jugando con la arena y cuando va a coger la pala, su hermana pequeña Irene la coge antes. Papá le dice que se la deje un rato y Sara se siente mal porque Irene siempre se sale con la suya, así que se va al bosque y se sienta en una piedra. Desea que la busquen y se preocupen por ella, y se queda tan quiera que al final se convierte en una piedra.

Al rato, Irene va a buscarla y le lleva la pala para dársela, está preocupada por no encontrar a su hermana. Poco a poco, la piedra va cobrando vida y Sara vuelve a ser una niña y a jugar con Irene.

Este cuento cortito muestra las emociones negativas en los más pequeños y la rapidez con la que las resuelven. Es una forma maravillosa de educar emocionalmente a los niños, a través de cuentos así, y dotarles de los recursos y la inteligencia emocional necesaria para gestionar sus emociones, tanto negativas como positivas. Además, las ilustraciones son preciosas y harán las delicias de grandes y pequeños. Si tenéis niños por casa, echadle un vistazo.

Sara e Irene son dos hermanas, Sara es la mayor e Irene la pequeña, que como todos los hermanos tienen sus rabietas por querer jugar con las mismas cosas.

En el cuento Sara e Irene quieren jugar con la misma pala, la pala de Sara y su papá le dice a Sara que le deje jugar a su hermana pequeña, por lo que Sara se enfada y se va. al poco tiempo Irene va en busca de su hermana pero en un principio no la encuentra, se había camuflado muy bien en una piedra y acaban haciéndose cosquillas.

El significado del cuento me ha gustado, trata de los celos entre hermanos, pero que al final el amor que se tienen es más fuerte que los celos.

Lo que me ha fallado es que me he quedado de ganas de más al final. Conforme leo el último párrafo del cuento me da la sensación que tiene que continuar (le ha pasado igual a mis hijas) pero en mensaje queda claro.

Respecto a las ilustraciones son graciosas y bonitas para los niños y los colores son muy acertados.

Nos ha encantado este libro.
Enseña a los niños que no es bueno esconder las emociones negativas si no que al igual que las positivas hay que mostrarlas para enseñar a la gente y a los de nuestro alrededor si estamos o no estamos bien y de esa manera aprender a gestionarlas y poder pedir ayudar o ser ayudados cuando no sepamos cómo nos sentimos.
Un libro sencillo pero muy descriptivo y didáctico.
Nos ha encantado