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ISBN : 8412094395
144 páginas
Editorial: Tres Hermanas (01/07/2020)

Calificación promedio : 4/5 (sobre 4 calificaciones)
Resumen:
“Escribir es un atrevimiento, como quedarse desnuda en una playa”. Así comienza el primero de los relatos que componen este libro, la historia de una escritora que, a sus cuarenta y siete años, decide detener la inercia y el declive de su vida y no regresar de un veraneo. También el protagonista de Pekín-Xàtiva, a bordo de un tren, descubrirá las implicaciones casi fantasmales de intentar recuperar el pasado. Por esta colección desfila toda una galería de variados p... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (4) Añadir una crítica
reinalectora
 26 October 2020
La playa y el tiempo de Ernesto Calabuig está construido sobre metáforas muy visuales. El autor es capaz de explicarnos conceptos complejos de la vida con imágenes simples: «Cayó, pues, sobre el mantel, buena parte del vino de la copa, como se vienen abajo tantas seguridades de nuestra vida». Puedo decir que su escritura es pluscuamperfecta, no solo porque sea una de las palabras más bellas del castellano, a mi parecer, como los relatos de Calabuig, sino porque sitúa la acción en un momento anterior a otro y este es el gran objetivo del libro.

Ciertamente, se haya en estos relatos cierta obsesión con el tiempo. Mientras los leía, me preguntaba si era sano embriagarse de tanta melancolía. Con el tiempo, precisamente, me he dado cuenta de que la mayoría de escritores que cultivaban el pesimismo eran, en verdad, grandes amantes de la vida. La playa y el tiempo te puede confundir con su anhelo, con su tono reflexivo, con su narrativa de pérdidas e, incluso, con el agotamiento del pasar de los años, pero, en verdad, está repleto de vida, pasada, presente, futura, qué más da, sobre todo, de vida.

La playa y el tiempo no habla de personas viejas, un recurso recurrente cuando uno se cita con Cronos, sino de personas conscientes del paso de los años. Empareja a los relatos con personajes que rondan los 50, una edad en la que no se es mayor ni tampoco joven, al menos, bíblicamente hablando. A los 50 no se es mortal, aunque los personajes de la playa y el tiempo piensan que ya sí lo son, ni tampoco inmortal, aunque el lector intuya que los personajes, en verdad, nunca lo fueron. Calabuig ha elegido una edad que levita, pero que no está ni en cielo ni en tierra. Un buen periodo temporal para ubicar una historia.

También hay cierta obsesión con la escritura y, es normal, porque el tiempo nos escribe a nosotros como Ernesto escribe sobre el tiempo. Los personajes, además de estar en esa edad que levita, suelen relacionarse de algún modo con la escritura, la lectura, la traducción... a grandes rasgos. La edad y la relación de los personajes con la literatura parece un denominador común que da continuidad a los relatos.

Los ambientes, lugares, recuerdos, la infancia, los veranos y los inviernos, parecen elementos escogidos con cuidado como amigos inseparables del tiempo. Los relatos tienen mucha fuerza porque Calabuig ha elegido lugares que tienen diálogos propios, como una playa. También es curioso que la mayoría de relatos ocurran en verano, el punto álgido de las estaciones o en invierno, el fin de los fines. Es como una lucha entre la juventud y la vejez protagonizada por el clima estival. Pero si con algo ha sido ágil Calabuig es con la capacidad de evocar sensaciones de la infancia: «Como la niña que en su día compraba en los veraneos tiras de flashes congelados de fresa». La playa y el tiempo dice mucho del ADN emocional humano.

Ernesto Calabuig es licenciado en Filosofía (me gustó mucho la entrevista El tiempo canalla de Ernesto Calabuig) y con un poco de interés, es fácil convertirse en el Hansel y Gretel de sus migas de pan con mensaje. He extraído muchas reflexiones de las páginas de este libro. Yo no tengo la edad que levita, tengo unos cuantos puñados de años menos, pero La playa y el tiempo me ha hecho querer agarrarme fuerte a este lado de la vida porque he comprendido que en el extremo norte seré solo un recuerdo, una ficción y, como ha de ser así, deseo ser una ficción extraordinaria como la que me ha ofrecido el texto de Ernesto Calabuig.

Tampoco quiero irme de aquí sin hablar de los malabares narrativos de «Afueras de la ciudad» y «La enseñanza de canela», los títulos de dos de los relatos. Aunque mi preferido es el que abre, «La playa y el tiempo», y da título al libro, en estos dos que cito he podido comprobar realmente la pericia del autor con las letras. En el primero, se narra la lucha de un escritor por no caer en la tentación de escribir sobre cualquier cosa, incluso sobre el dibujo de su hijo adolescente. Y en el segundo, describe el fin de la vida con una mirada tan minimalista que incluso me parece imposible.

La playa y el tiempo de Ernesto Calabuig habla del tiempo, como ya he dicho varias veces y, como el tiempo es un momento común, ha tenido mi corazón golpeando fuerte contra la página durante toda la lectura porque me reconocía y me desconocía en ella y, creo que este vaivén de sensaciones, es el mejor resumen que podría hacer de la obra de Calabuig.
Enlace: http://www.lareinalectora.co..
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Sandragama
 14 October 2020
A estas alturas acabar de leer las olas y las últimas páginas de la playa y el tiempo de Ernesto Calabuig deja un poso de melancolía pero también de ligereza y ternura. Cierro el libro con la sensación de que he escuchado y me siento escuchada, de que he comprendido y me siento comprendida, de pertenecer a algo inmenso y me siento inmensa, como el agua y la arena que ahora mismo se remueven a mi lado.
El tiempo se nos escapa de las manos, del mismo modo que polvo o líquido se escurren en las clepsidras —relojes de vidrio soplado, frágiles como el tiempo irreversible que intentan cuantificar y detener. La vida y el tiempo son fugaces... No hay certezas, todo es movimiento.
Como el tiempo que nos acompaña nuestro yo no es fijo, definitivo, invariable... de igual modo que los protagonistas de estos cuentos a los que he cogido cariño, dependemos del tiempo, por lo que nos construimos entre arenas movedizas y somos contradictorios y finitos. Somos posibilidades, pero el tiempo nos acota y nos limita, como estos diecinueve cuentos que se quedan cortos y querrías alargarlos para poder convivir un ratito más con sus personajes y acoger y cobijar sus vidas mortales y corrientes, como las nuestras...
Es difícil reseñar este libro sin hacer spoilers, pero podría definirlo con una frase de Lo que sea el mundo, su último cuento: “una perspectiva ajustada y bastante exacta de en qué consiste la vida”.
El tiempo, el mar, nosotros: no somos reposo, somos vida. Las arenas de nuestras playas siempre son movedizas, pero —como en el libro— “siempre nos quedará Berlín…”.
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Russafita
 18 August 2022
Hay libros de los que no se sale igual que se entró. Otros, en cambio, parece que no dejan huella alguna en el recuerdo, ni siquiera cuando se releen.

La playa y el tiempo, de Ernesto Calabuig cumple la primera condición. Nada más empezar la lectura del primer relato, el que da título al libro, ya se sabe que no es un libro corriente.

«Escribir es un atrevimiento, como quedarse desnuda en una playa»

En este conjunto de relatos hay un fondo de autobiografía, de viajes, de gustos musicales — Cohen, la guitarra — de ciudades y paisajes — las playas de Levante, Berlín, el norte de Alemania — y la añoranza del tiempo. «Ese canalla llamado tiempo»

Ernesto se vale de su preparación filosófica para hacer reflexionar a sus personajes, o a él mismo, sobre la temporalidad de nuestros actos. Porque es el tiempo el que marca todo el sentido de los relatos, el sentido de la vida. Cómo él cambia nuestra perspectiva, cómo nos hace sentirnos indefensos.

«Somos una frágil pieza de maqueta. Somos un instantáneo y quebradizo decorado»

Se puede ver la vida desde otro plano: desde el sueño, desde la imaginación de una conversación entre desconocidos, desde el vuelo de una gaviota herida, desde lo que pudo ser y no fue, desde el paseo de una soprano en bicicleta. Desde todos esos distintos puntos de vista nos invita a pensar sin que nos demos cuenta con un lenguaje sutil, en apariencia sencillo, sin metáforas contundentes que te obligan a releer dos veces el mismo párrafo. Así, la filosofía se cuela en los relatos, incluso en forma de apariciones de Heráclito y Parménides en Cullera.

«Pero hay algo curioso, no fue como si ellos, los dos filósofos me hablaran, sino que, más bien nos entendíamos sin palabras, me entregaban de golpe una intuición una esfera fresca de sentido que depositaron en mis manos: venían a mostrarme que todo se movía sin descanso y a una velocidad que nos supera pero que al final todo coincidía en lo mismo y estaba hecho de una materia compartida»

No hay en todos los relatos una trama, es como si fuera un pequeño discurso, una reflexión. En uno de ellos encontramos una pequeña crítica, con mucho humor, sobre la escritura de relatos.

«Piensa también en cómo han proliferado los cuentos, digamos made in China, … demasiados cuentos iguales, fabricados en cadena, cuentos clónicos, cuentos transgénicos, cuentos como medicamentos genéricos, cuentos —oferta de supermercado, cuentos marca blanca, … cuentos de españoles que han digeridos mal a Salinger, a Shepard, a Carver … la burda imitación, la falta de vida, la voz anodina e impostada. O, lo que es peor: la ausencia de voz propia.»

Esa voz propia es la que manifiesta Ernesto Calabuig en todo el libro.

«Pero, a la vez — matiza, cuando logras escribir un buen poema, una buena novela o una buena canción, entonces has conseguido poner en pie un pequeño orden, un universo propio que tiene sentido para ti y tal vez para quienes vayan a leerte o a escucharte. «Escribir, sabes, no es como estar ante un lujoso buffet donde te sientas y eliges esto o lo otro. Más bien lo que ocurre es que partimos de tener poco o nada, y rebuscamos por los bolsillos, arañamos a ver si aún nos queda algo, una idea, una historia que contar»



Un libro que debería llegar a las manos de mucha más gente. Un libro que no estará en los estantes donde se colocan las grandes editoriales, aunque supere con creces en calidad a muchos de ellos.


Enlace: https://librosylecturasdeele..
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Ele
 25 October 2020
Es un libro que tiene mucho potencial pero nose si es por el momento o la situación actual, que no consigo conectar con él ni los personajes. Me cuesta mucho centrarme en las historias y disfrutarlas, pero lo recomiendo si quieres leer algo que te haga reflexionar sobre el tiempo y aprender a valorar los pequeños instantes que nos ofrece la vida.

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Citas y frases (4) Añadir cita
SandragamaSandragama14 October 2020
“Echa de menos aquel corazón acelerado que durante tanto tiempo tuvo. ¿En qué momento lo perdió? ¿Se pierde el corazón un día concreto?”
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reinalectorareinalectora26 October 2020
«Cayó, pues, sobre el mantel, buena parte del vino de la copa, como se vienen abajo tantas seguridades de nuestra vida»
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reinalectorareinalectora26 October 2020
«Como la niña que en su día compraba en los veraneos tiras de flashes congelados de fresa»
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reinalectorareinalectora26 October 2020
¡La noche es una buena caja de resonancia!
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