Faustino Chacón : Detective prejubilado e ilusionista

La historia comienza en el Madrid de 1989, con la extraña muerte de un anciano. Este fallece por «combustión espontánea» y este fenómeno se escapa de las manos de los Juana y Chamorro, pertenecientes a la Policía Judicial. Es entonces cuando ven necesario contactar con Faustino Chacón, detective e ilusionista perteneciente a una estirpe de magos.

Cuando Juana y Chamorro (y una serie de «colaboradores» por una y otra parte) unen sus fuerzas y conocimientos, descubren que hay un asesino cometiendo crímenes en serie, el llamado Asesino de los elementos, pero este asesino no actúa de una forma habitual, utiliza trucos de magia para ello.

Estamos ante una novela que mezcla el thriller, el humor, los clichés y la magia, con unos personajes tan peculiares que parecen imposibles, con múltiples referencias a los ochenta y con miles de cancamusas.

Me encanta la magia y el thriller, pero reconozco que lo que realmente me llamó la atención de esta historia es el vocabulario y las expresiones de la época. Yo ya soy de finales de los ochenta pero aun así todas esas expresiones, películas, canciones... las he vivido, por lo que me ha resultado una lectura muy «retro» que me ha sacado sonrisas sin parar, aunque he de decir que con algunos personajes y situaciones también he estado a punto de soltar alguna lágrima.

Me ha parecido una novela «chachi piruli». ¿Que si la recomiendo? «Efectiviwonder».