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Cuando yo era una niña estaba deseando que, en el programa de variedades que veían mis abuelos, apareciera el "prestidigitador", el mago. Me fascinaba la posibilidad de que la magia realmente existiera, en un mundo paralelo, y se colara, de tanto en cuanto, al mío a través de mi televisor. Entonces sentía que realmente todo era posible y esa ilusión infantil me permitía ver la vida desde otro lugar, con otra perspectiva llena de color. Con esa yo que fui un día me ha conectado el detective prejubilado e ilusionista, Faustino Chacón (2020), título de la primera novela del director de cine Nicolás Caicoya, en la que rinde un especial homenaje al mundo de la magia. Escrita durante el confinamiento estricto, ofrece una catarsis humorística que le facilitó esta etapa y que promete hacernos pasar unos momentos de evasión. Ambientada en el Madrid de 1989, en el que un asesino en serie parece andar suelto, ya que aparecen varias víctimas del extraño fenómeno de la combustión espontánea humana. Ante lo que la policía requerirá la colaboración de este mago, y detective prejubilado, que se unirá a la genial subinspectora Juana Rosario Bermúdez para localizar al asesino de los cuatro elementos. Aunque se trata, en apariciencia, de una novela policíaca, pronto nos damos cuenta, a través de sus giros y situaciones extrañas, que se trata de una obra que ha llegado a nosotros para hacernos reír. Nos ofrece un montón de personajes tan bien dibujados como interesantes y una ambientación ochentera que contribuye a lograr la conexión del lector con la novela. 🪄"Una vez es un truco, dos es una lección". Muchas gracias a @nicolascaicoya por dejarme conocer a Faustino y su mundo. ¡Cancamusa!💫 Enlace: https://www.instagram.com/mi.. |
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