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No sé que me ocurre este año pero me estoy encontrando libros que revelan enfermedades que no saben tratarse como es este caso particular en cuanto a la fibrosis quistica. Es un aspecto que está presente a lo largo de toda la novela pero claro en ningún momento se nos dice que es hereditaria y de parte de quien proviene. No. Ni tan siquiera de nos explica cuales son las causas/síntomas. Nada (para variar). Dejando atrás este gran detalle (para mí) nos encontramos con un triángulo de deslealtades, engaños, despotismo por doquier... Por así decirse dentro de este libro hay de todo menos humanidad. El que parecía que iba a estar más cuerdo es al que yo habría colgado, pero de la cuerda de un techo. Ha sido un libro muy desagradable, con maltrato físico y, sobre todo, psicológico. Lo único que me salvaba era la señora Parrish, pero ni ella ha sido capaz de librarle de una estrella. Era la única que me daba esperanzas por seguir. No he cogido el libro y lo he terminado de leer porque estuviera enganchada sino porque quería que se terminase lo más pronto posible. La segunda parte de él para mí es la más dura porque podré soportar el ser un impostor pero nunca podré aguantar el maltrato y la infravaloración hacia una persona. No tendría que hacerlo ni yo ni nadie así que lo siento por las hermanas Constantine, que han hecho un duro trabajo en la distancia a cuatro manos, pero nunca un personaje me había parecido tan vomitivo como Jackson Parrish seguido de Amber Patterson. TOLERANCIA CERO AL MALTRATO DE CUALQUIER TIPO. |
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