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Este libro debería venir acompañado de una pegatina con advertencia sanitaria: Mantener alejado de personas alérgicas a los hospitales o con hipocondría. Una vez realizado el oportuno aviso, vamos con la reseña de este pequeño y curioso relato. Giuseppe Corte llega a un moderno hospital de siete plantas para tratarse una leve dolencia. En un principio queda fascinado por el estilo y la elegancia de las instalaciones, con personal eficiente y lo último en tecnología asistencial. El centro tiene un sistema organizado para tratar a los pacientes, estando asignados a cada planta en función de la gravedad de sus dolencias. Giuseppe comienza de manera relajada en la séptima planta, donde le aseguran que no tiene de que preocuparse y que su estancia será breve, no más de un par de semanas. A los diez días, por una causa organizativa le piden amablemente que ceda su habitáculo a una mujer y sus hijos, al no haber en ese momento habitaciones disponibles en la planta. Será un traslado temporal a la sexta planta por un tiempo mínimo hasta que se normalice la situación... A partir de este punto sucederán todo tipo de situaciones que ayudarán a incrementar la angustia del paciente (y del lector) que motivarán un giro inesperado e indeseado de los acontecimientos. En la obra se percibe una crítica solapada del autor a la deshumanización de ciertas instituciones que bajo un barniz de modernidad y progreso, esconden un exceso de burocracia y falta de organización. El libro está acompañado de unas ilustraciones de Juan Berrio, sencillas y sobrias pero que resultan apropiadas para el carácter del texto. El formato es pequeño y manejable, de lectura rápida y amena, lo cual lo hace candidato en esta época del año para servir como acompañamiento en un día de playa o piscina. + Leer más |