Me caí y me quedé sin respiración. No había visto de donde salía el látigo ni venir el primer latigazo. Pero vino. Como un hierro candente sobre mi espalda. Me quemó, atravesando el fino tejido de la camisa, y me rasgó la piel.
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Me caí y me quedé sin respiración. No había visto de donde salía el látigo ni venir el primer latigazo. Pero vino. Como un hierro candente sobre mi espalda. Me quemó, atravesando el fino tejido de la camisa, y me rasgó la piel.
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"--- No quiere negros por aquí que hablen mejor que él, porque nos meten en la cabeza ideas de libertad. --- Como si fuéramos tan idiotas que necesitáramos a un desconocido para pensar en la libertad --- musitó Luke." (Pág.92). |
"--- Un pase no es más que una simple nota manuscrita donde consta que el esclavo tiene permiso para estar fuera de casa en un determinado momento. --- Una simple nota. --- Exacto --- dije ---. ¿Te das cuenta? Esa es una de las razones por las que en algunos estados era ilegal enseñar a los esclavos a leer y a escribir: porque podían escaparse escribiendo sus propios permisos. Algunos se escaparon así." (Pág.61). |
"--- ¿De verdad crees que puedes viajar en el tiempo, retroceder más de un siglo, desplazarte casi cinco mil kilómetros y ver a tus antepasados muertos?" (Pág.58).
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"Los problemas comenzaron mucho antes del 9 de junio de 1976, que fue cuando yo me di cuenta. Pero el 9 de junio es la fecha que recuerdo. Ese día yo cumplía veintiséis años y también fue el día que conocí a Rufus. El día que me llamó por primera vez." (Pág.15).
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Tenía la sensación de estar perdiendo mi sitio en mi propio hogar, en mi propia época. La época de Rufus ofrecía una realidad más intensa, más nítida: el trabajo era más duro, los olores y sabores más fuertes, el peligro mayor, el dolor menos llevadero... La época de Rufus me había exigido hacer cosas en situaciones a las que nunca me había expuesto antes y en las que podía acabar muerta fácilmente si no acataba esas exigencias. Era una realidad inhóspita y poderosa a la que no llegaban todas las comodidades y lujos de esta casa, del presente.
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Para dar a una persona un trato brutal no es preciso pegarle.
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Y yo era, probablemente, el peor guardián que podía tener: una negra cuidando de él en una sociedad que consideraba a los negros seres infrahumanos, una mujer en una sociedad que trataba a las mujeres como si fueran eternamente niñas.
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La última vez, al volver a casa, perdí un brazo. El brazo izquierdo. Perdí también un año de mi vida, aproximadamente, y buena parte de la comodidad y la seguridad que había tenido —y no había valorado— hasta entonces.
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Novela de ciencia ficción, escrita por Richard Matheson, en 1975 se titula: "En algún lugar del _________"