Buena suerte

Con una premisa poco atractiva para mí en un primer momento, este libro ha conseguido atraparme y hacerme disfrutar de su lectura.
Bart, Teddy y Cole son amigos desde la infancia y tienen una modesta empresa de construcción en un pueblo de Wyoming. Un día les llega una propuesta millonaria para construir una mansión en medio de plena naturaleza en un tiempo récord, que si lo consiguen les puede cambiar la vida, pero que el camino para lograrlo tiene un alto precio. El sueño americano anhelado por tantos que se puede convertir en una pesadilla. ¿Hasta donde estarán dispuestos a llegar por conseguirlo? ¿Cuál será su coste?
En una magnífica ambientación donde el frío y la nieve en plena naturaleza serán los protagonistas. Un entorno hostil que pondrá a prueba su capacidad de resistencia e ingenio. Descrito de una manera muy visual y cinematográfica en seguida nos sentiremos parte de ese lugar.
Paralelamente descubriremos a Gretchen, la propietaria de estas tierras, y el porqué de sus decisiones. Qué misterio esconde la casa y por qué es necesario terminarla en una fecha concreta?
El valor de esta novela está en cómo consigue el autor crear una tensión constante en cada una de sus páginas y cómo hace un tratamiento de la psicología de los personajes muy logrado. La vulnerabilidad del ser humano, sus miserias, frustraciones y conflictos internos se mostrarán poniendo a prueba su amistad y lealtad. La ambición y el egoísmo formarán parte del motor que les impulsará a continuar y a la vez serán sus propios enemigos. Las adicciones y la mala gestión de la situación provocarán un giro inesperado que convertirá una historia de aprendizaje en un thriller, que atrapará al lector hasta la última página. Basada en un hecho real, aunque algunos acontecimientos sean poco creíbles, se convertirá en una novela adictiva que va de menos a más.
Con un final sencillo, humano y sorprendente, que hace reflexionar sobre el precio de algunas decisiones tomadas. Y una buena dosis de crítica social sobre el mundo capitalista en el que vivimos.
Un libro muy recomendable!! Y un autor al que seguiré leyendo.

Tres amigos y dueños de una constructora en Jackson, un pequeño pueblo de Wyoming, reciben una oferta muy sustanciosa: construir una casa de lujo en una zona remota de las montañas para una prestigiosa y rica abogada californiana. Lo peculiar de esta oferta es el tiempo para terminar la obra: tienen que terminar antes de cuatro meses, concretamente para Navidad; en el caso de que terminen a tiempo van a recibir un cheque con una cantidad elevadísima de dinero para que los tres puedan vivir con comodidades durante muchos años. Ellos aceptan sin pensárselo dos veces, sin saber realmente lo que les espera...

El autor nos muestra la condición humana ante el dinero. Lo que el ser humano puede llegar a hacer por codicia. Esta novela nos enseña que para algunos no hay límites para poder alcanzar esa cantidad de dólares: no importa si te destruyes la salud o incluso si llegas a asesinar, lo importante es el dinero...

Por otro lado, también podemos ver el caso de Gretchen, la abogada. Es una mujer rica, pero que realmente no tiene vida, ya que sólo se dedica a trabajar en el bufete. No disfruta de todos esos millones que gana o de las propiedades que tiene. El autor nos hace pensar en la importancia del dinero, ¿Qué estarías dispuesto a hacer para ganarlo? En el caso de tenerlo, ¿realmente lo disfrutarías?

Los personajes con complejos, aunque sinceramente me sacaban de quicio, sobre todo, los tres amigos. Me han parecido los tres típicos paletos americanos sin un gramo de cerebro en la cabeza, sin escrúpulos.

Otro aspecto que me ha gustado de la novela es que tiene un toque de crítica a la sociedad americana. Hay una parte en la que uno de sus protagonistas, Teddy, hablaba de su padre, y recordaba un consejo: "Estados Unidos es un gran país, siempre y cuando tengas dinero". Me parece una gran definición de como es la sociedad americana...

Lo dicho, os recomiendo cualquier novela de Nickolas Butler, ya que representa de una manera única la naturaleza humana.

Después de haber leído tres libros de este autor es oficial: me considero parte del fandom de Nickolas Butler. Me gusta porque sus historias de ficción suelen compartir una serie de elementos comunes que las dotan de una profundidad especial: la puesta en valor del medio rural estadounidense, el cuestionamiento al llamado "sueño americano" y la cuestión de clase como eje siempre presente y condicionante.

En este libro con tintes de thriller, tres amigos y socios de una constructora se enfrentan al reto de tener que construir una casa de proporciones desorbitadas en un tiempo imposible por unas primas muy altas en un paraje montañoso y austero de Jackson, Wyoming.

Esta premisa inicial, interesante pero no especialmente atractiva, esconde un relato adictivo en el que los personajes se ven atrapados en una contrarreloj que conseguirá que como lector te cuestiones: cuánto vale, en realidad, el dinero? Cuánto se está dispuesto a sacrificar por conseguirlo? Qué ocurre cuando se pasa la frontera de lo ético?

Todo ello acompañado con un mazazo de realidad: esa cuestión de clase siempre presente que evidencia que, para el que tiene dinero, la vida ajena no signifique nada. El dinero paga vidas, pero, cuánto vale realmente una vida?

Las relaciones entre los personajes, la forma de narrar del autor y estas cuestiones subyacentes hacen de este un libro de esos que te cuesta soltar.

Estoy deseando seguir leyendo a este autor

Esta es la cuarta novela del escritor y la primera que leo de él.

Una historia sobre la ambición y los peligros del viejo sueño americano. Inspirada de hechos reales muestra como los anhelos pueden convertirse en el punto más débil.

Refleja la vida de tres amigos con una amistad muy fuerte a pesar de ser totalmente diferentes.

Una abogada de éxito les encarga el término de la construcción de una casa en un plazo de tiempo excesivamente ajustado, lo cual acarreará diversas y duras consecuencias. Cada uno afrontará de manera distinta la obsesión por conseguir acabar la obra.

Llega un punto en la lectura que se convierte em un thriller (muertes, accidentes, desapariciones, drogas…) y las relaciones entre ellos se tornan muy tensas y violentas.

Una especie de fabula que alerta sobre la avaricia y la violencia.

Algunas personas no creen en la buena suerte, ni en las coincidencias ni en el destino. Por otra parte estamos los demás, los soñadores, los que tratamos de darle un nombre a todo aquello que escapa a nuestra razón. Nos gusta pensar que la magia mueve los hilos y que nosotros, entre entusiasmados e ilusos, nos dejamos llevar. al fin y al cabo ¿quién necesita todas las respuestas? Tenerlas sería una catástrofe. Ese día dejaríamos de preguntar.
Por eso nos contentamos con un "qué buena suerte he tenido" cuando el aire sopla a nuestro favor. Abrimos las alas y nos dejamos llevar.
Pero a veces esos vientos de buena suerte vienen cargados de nubes de tormenta, de letra pequeña y saldo a su favor. Y se nos olvida que basta una décima de segundo para que la buena suerte se torne mala, para que comience a asfixiarnos el precio a pagar.
La buena suerte, como todo, es relativa. Todo depende de lo limpio o lo sucio que esté el cristal.