Factotum

Factotum es una de las primeras novelas escritas por Charles Bukowski, esta, a diferencia de sus otros libros, se desarrolla a manera de diario y tiene una sucesión de eventos que se encadenan o dependen del anterior. A lo largo de las 190 páginas conocemos un poco de la vida de Henry Chinaski, sus numerosos viajes alrededor del territorio estadounidense buscando trabajo y perdiéndolo en cuestión de semanas o días; su obsesión por beber y buscar mujeres, al igual que la pasión por las carreras de caballos y las apuestas.

Un rasgo característico de este libro es la forma en que plasma la forma de vivir de Bukowski, su apatía frente a la guerra, al trabajo duro y la habilidad que tiene para hacerse despedir de todos los trabajos a los que aplica. Un hecho curioso en un Estados Unidos que por ese entonces estaba lleno de ideales y promesas en las clases bajas y medias sobre el “sueño americano”, esa idea que decía que con trabajo duro y esfuerzo podrías convertirte en una persona rica, tener un auto, una casa, una familia y unos hijos que reflejaran tu progreso económico y social. Pero Chinaski no veía la vida de esa manera, buscaba trabajos de poca paga, bebía en horas de trabajo, se escapaba para apostar a los caballos, era infiel y no tenía hijos; además, amaba la soledad, sólo buscaba compañía para beber o para tener sexo.

Tal vez por estas características Bukowski se ha vuelto tan famoso en los tiempos modernos. Una generación que ve cada vez más asombrada cómo los sueños e ideales prometidos por el “sueño americano” son cada vez más inalcanzables, cómo las promesas de crecimiento laboral y estabilidad social se reducen a una vida estancada en una empresa desde el momento que entras hasta tu jubilación, cómo las relaciones sociales son cada vez menos significativas y más superfluas, y cómo todo en lo que creíamos cuando éramos pequeños, empieza a volverse más una pesadilla que un sueño.

Con el tiempo, el estilo de vida y la forma de pensar de Bukowski, pasaron de ser algo indeseable y mal visto, a una realidad cada vez más extendida. Bukowski se convirtió en uno de los profetas para una generación que empezó a sentir cómo todos los caminos que estaban creados para ellos, empezaron a perder su atractivo. ¿Qué sentido tiene trabajar si además de levantarte temprano, tienes que producir dinero para otra persona y darle las gracias por darte la oportunidad (P. 116)? A lo largo del libro, podemos leer cómo Henry Chinaski es contratado en cerca de 10 empleos, al igual que la manera en que se hace despedir de ellos; la mayoría de las veces porque simplemente decide no ir, se queda bebiendo o apostando en las carreras de caballos, otras veces porque roba mercancía o porque es recortado del personal debido a una crisis en la empresa. Lo único estable que hay en el comportamiento de Chinaski y es su deseo de beber, pues dice que hace las cosas más llevaderas.

Factótum es un compendio de 87 pequeños capítulos de la vida de Henry Chinaski, un hombre que abandonó sus estudios cuando llevaba dos años periodismo en una universidad, dedicado a sobrevivir de trabajos de poca monta, mientras busca un lugar donde quedarse y poder beber. En algunos capítulos relata su vida con Jane, una mujer que decide vivir con él y comparte su afición por la bebida y el sexo. Igualmente aparecen relatos de la vida cotidiana, la disputa racial de los años 50 y 60 en Estados Unidos entre los blancos, los negros y los latinos; la manera en que había trabajos especialmente pensados para negros y latinos y otros que eran destinados a los blancos.

Factótum es una nueva oportunidad de entrar en el mundo de Bukowski, de conocer un poco más de su forma de ver las cosas, de sus deseos y esa crítica que hacía a una sociedad en la que no quería encajar, pero debía entrar en ella para poder encontrar los medios que le permitieran continuar con su estilo de vida. Un estilo de vida que empezó a llamar la atención y de hecho se convirtió en algo de admirar, pues no todo el mundo está dispuesto a vivir de la manera en que le dé la gana; otros, nos resignamos a vivir encerrados en un mundo que nos ha sido destinado desde antes de nacer y buscamos comportarnos de la mejor manera posible, por miedo a enfrentar lo desconocido y lo que nos hace libres; como la bebida y el sexo hacían con Bukowski. Nosotros, los cobardes, nos debemos conformar con leer lo que es la vida de un hombre que hace lo que le da la gana y vive su vida con la libertad de darse gusto en cada capricho o deseo que se le presente.
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