Ojos Bizcos Del Sol 2

Lo primero que vamos a leer, aparte del índice, será una frase corta de un libro del escritor Jack Vance . En ese pequeño texto se nos dice que la verdad es subjetiva, o sea: adoptas una doctrina o tienes tu propia manera de ver las cosas, te creas una visión del mundo y según esa visión es lo que tú piensas que es la verdad. Depende de ti y no de lo que realmente hay. Sin embargo, es evidente que la verdad, interpretada como lo que es, existe. Todos vamos a morir y eso es una verdad, y por lo tanto, si existe una verdad absoluta, existen más. Luego existe TU verdad, que es la interpretación que puedes hacer de esa verdad absoluta, según tus propios criterios, tus esquemas mentales y las doctrinas que sigues.

¿Por qué os explico esto? Porque hay mucho de esa pequeña frase de Jack Vance dentro de Antisolar

Empecemos.

El narrador sigue siendo nuestro protagonista principal, el Alguacil, escapando del circulo crepuscular. Así lo dejamos en el final de la primera parte de esta trilogía, quien se despierta ante el horror de verse amarrado a una enorme araña (según Emilio Bueso, más grande que un monje cantor... Ains, ahí me eche unas risas) Creyendo ser preso, escapará para ver que se encuentra en la ciudad de cristal, donde poco a poco empezará a recordar quien fue y como terminó allí. Logró una hazaña desesperada, llego al lado oscuro de su planeta, donde la oscuridad es permanente.

Caminando en ese nuevo mundo de cielos imposibles y estrellas que se mueven a velocidades inalcanzables, se reencontrará con Trapo y su manopla, otro de los protagonistas importantes que ya salía en la primera parte. En Antisolar, Trapo alcanza su pleno potencial como personaje. Tiene como más seguridad en sí mismo, se le ve más suelto y más mal hablado, o lo que viene a ser lo mismo, dice las cosas como son sin importarle si ofende o no, en plan ''si te ofendes es tú problema, no el mío''.

En ese extraño lugar, oscuro y helado, serán requeridos por unas misteriosas mujeres que hablan la lengua del templo.

Con ellas, el Alguacil y sus amigos llegarán a un compromiso. Dentro de una nave de metal en forma de escarabajo viajarán a otras colonias, llegaran a un lugar llamado la Misión y se adentraran en el sur, atravesando el océano negro. No son buenos tiempos, más bien revueltos, con la amenaza de la guerra.

Sabremos de flores de formas absurdas, simas selladas de telarañas de cristal, desiertos de nieve molida, lunas verdes, nuevos monstruos con corazas, glaciares, joyas de gran pureza, valles con mariposas nocturnas tan grandes como brazos … nuevas criaturas, horribles monstruos, que de verlos nosotros nos llevarían al mundo de la locura.

Estamos en un extraño planeta, pero tanto los diálogos de los protagonistas como algunas de las cosas que existen en ese lugar, son a todas luces, humanas, Y ahí el contraste de todo, el estar en un escenario imposible y al mismo tiempo tan real. Para mi es lo que hace el libro tan maravilloso. Desconectar imaginando esos cielos, Las criaturas y al segundo, regresar a lo que conoces.
Diálogos irónicos, graciosos. Mensajes que nos hacen entender que la simbiosis es un lazo en que ambos implicados sacan tajada. Si no fuera así sería, parasitismo. El humano crea simbiosis con otro bicho, entonces eso viene a ser una relación consentida por así decirlo. Mientras el otro se cree más libre por no tener esa esclavitud. Pero si, aunque sea libre acepta lo que le ordenan otros e incluso, asume su doctrina, su manera de pensar. Pasa a convertirse en un esclavo de ellos. Nunca ha hecho falta llevar grilletes al cuello, para sentir que somos reos sirviendo en esclavitud.

Ese mismo planeta con tantas diferencias abismales, ese choque entre lo arcano y lo futurista, entre la edad media y la tecnología, unos conociendo parte de su origen, los otros sin saber nada... Y tiene sentido, y tanto que lo tiene… ¿Qué pasaría si alguno de nosotros viajara y viera las costumbres de alguna tribu de esas pérdidas del Amazonas? Repito es eso, precisamente eso, el ir entendiendo, es lo que hace que esta obra alcance la cumbre.

Un libro que hay que leer, para maravillarse, pensar y reflexionar. No es solo un libro de mundos perdidos, hay mucho más detrás. En esta segunda parte se despejarán bastantes dudas que quedaron en el primer tomo. Creo que incluso nos vamos haciendo ya una idea de todo el misterio que envuelve el pasado de los antiguos. Volverá a tocar por encima la religión, aunque me parecen más interesantes otros asuntos que plantea y que creo que vivimos actualmente. Escrito de forma magistral, iréis atando cabos y lo vais a entender todo. Bueno, todo no. La hora de caracol sigue teniendo su cosa. de vez en cuando os encontrareis alguna palabra rara. Nada, buscad en un diccionario lo que signifiqué. Yo lo hice con escofotaxia.

Me gustaría ser una persona más culta para poder utilizar palabras que os llegasen hasta el alma, para ser más certera y que comprendáis lo que quiero expresar sobre el libro que he leído. Pero sólo puedo deciros que a veces nos venden cualquier cosa venida de fuera, sea de la calidad que sea, y se olvidan de lo nuestro porque tiene apellido español. Parece que si tiene apellido extranjero es mejor, esa es una mala costumbre que tenemos. Tiramos piedras sobre nuestro tejado y muchas veces no dejamos que un gran escritor lo sea. Emilio Bueso lo es. No es soberbia. Si él mismo se calificase como tal, no lo sería. Si lo proclamásemos nosotros, simplemente sería una gran verdad. Porque lo mejor de este libro y de su primera parte y de la tercera cuando la termine, ya no es el gran trabajo creativo que hizo, la inmensa imaginación que puso para nosotros, sus mensajes o su forma de ver la vida: lo mejor de todo es ver ahí ese nombre y maravillarse que lo haya escrito un escritor español.

Y de nuevo un final con el que esperar con ansia esa tercera parte.

No tengáis ninguna duda , os invito como lectora a entrar en el circulo crepuscular , os invito a que leáis una obra inolvidable.