SABINA.—¿Verlo nada más? (MóNICA baja los ojos.) Te vengo observando toda la noche, y no me gustas nada. Algo te traes en el magín que no puede ser bueno, ¿No te da vergüenza?... ¡Qué te va a dar! La misma que cuando venías aquí, una y otra vez, a ver lo que pescabas.
|