Último suspiro

En esta ocasión nuestra inspectora jefe Erika Foster se verá envuelta en una investigación en la que ella no es la responsable del caso, lo cual en un principio ya crea un conflicto, porque si una de las cosas que tiene nuestra protagonista es que no lleva muy bien lo de tratar con sus superiores y más tocante a lo relativo de quien tiene el control del caso, pero en esta ocasión no solo serán los problemas profesionales sino los personales los que se verán mezclados. Aunque los casos son independientes de un libro a otro y se pueden leer sin orden (como me ha pasado a mi hasta que me di cuenta que había más escrito) si es cierto que durante todos ellos nos van contando la historia de nuestra protagonista, desde su pasado complicado, lo que hace que su manera de enfocar las investigaciones la afecten de forma personal, hasta lo que la está ocurriendo en el presente. La víctima que han encontrado guarda cierta similitud con otro cuerpo de una mujer hallado en circunstancias muy similares lo que despierta las alarmas de nuestra inspectora. Pero cuando vuelve a desaparecer una nueva joven, su equipo tendrá que trabajar contrarreloj para encontrarla con vida y no les resulta fácil.