Robert Langdon vuelve a brillar en una historia como ya hiciera en El Código Da Vinci y Ángeles y demonios dejando atrás el pequeño borrón que supuso El símbolo perdido. Una historia que engancha, bellas ciudades, enigmas por resolver y mucha acción. Una estrella se nos queda en el limbo por ese final que no terminó de conquistarme. |