El código Da Vinci

Leí esta novela hace muchos años y me gustó mucho. He de decir también que el género me apasiona y quizá no soy muy objetiva, pero me lo paso muy bien leyendo e intentando desentrañar los enigmas que se me presentan a medida que avanzo en la lectura.

El protagonista, Robert Langdon, es un experto en simbología y tendrá que utilizar todo su saber para investigar el asesinato del conservador del Museo del Louvre, descubriendo pistas que le llevarán a las obras de Leonardo Da Vinci.

En esta aventura recibe la inestimable ayuda de la criptóloga francesa Sophie Neveu... juntos descubrirán las pistas que les llevarán a descubrir la verdad sobre la muerte del conservador del museo.

He leído algunas novelas de Dan Brown y tengo alguna que otra en mi larga lista de lecturas pendientes. Ésta fue la primera que leí y me animó a buscar más y, de momento, no me ha defraudado...

Hace años mi hermano se compro este libro,yo ni leía,hablo hace décadas jajaj,no.me.llamaba,ya que lo vinculaba a leerme o libros para él.instituto,y hacer después él.comentario.de.texto que te pedían,vamos un rollo,.Mi hermano me.comento leetelo fliparas,y por.llevarle.la.contraria pues.no,hasta que un.día me.dio por leerlo y no lo.deje hasta acabarlo,fue como.encenderseme una.bombilla que estaba apagada hace mucho,y descubrí realmente lo que es leer un libro cuando te gusta no por obligación,me hize indiscutible de Brown y me.apasione por la.novela.histórica de ficción y suspense y me.leí todos sus libros y ya fui abriendo un amplio abanico de posibilidades,la verdad le doy gracias a este libro.......

Como muchos ya sabréis, este libro es una gran obra. Nunca antes había leído a Dan Brown, (aunque tengo el ejemplar de Ángeles y Demonios); y he de decir que es el mejor libro que he leído este 2022 (hasta el momento) y las ganas que tengo de seguir leyendo a Dan son incalculables.

Esta obra empieza con una llamada que recibe Robert Langdon donde se le comunica que precisan de su presencia debido a un asesinato que se ha cometido en el Louvre, ya que en el escenario del crimen hay unos símbolos y acertijos que tan solo él puede descifrar y buscarle el sentido. Langdon es un profesor de simbología en la Universidad de Harvard. Robert conocerá a Sophie Neveau, criptóloga de la policía, y juntos deberán ir descubriendo los misterios del asesinato de Jacques Saunière. Deberán investigar qué relación tiene con ellos dos y porque los ha escogido específicamente a ellos para que desentrañen el motivo de esa peculiar escena del crimen.

El código Da Vinci es una obra donde los misterios, los acertijos y los asesinatos están siempre presentes. al inicio de leer este libro pensé que era una novela que tenía mucho hype y que quizá eso me jugaría una mala pasada. Otra cosa que me intrigaba cómo enfocaría, era el tema religioso, ya que es un tema peliagudo que es difícil de escribir. La sorpresa me llegó cuando vi que tenía una percepción bastante errónea sobre el libro y sobre su sinopsis. Los temas están bien tratados siempre a través de misterios que deben ser resueltos.

Primero me gustaría hablar de los protagonistas de esta novela. En general creo que Dan los ha sabido plasmar de una forma impecable. Las decisiones que Langdon y Sophie debían de tomar eran en la mayor parte del tiempo premeditadas y nunca tuvieron una actitud de indiferencia, lo que he agradecido debido a que cuando en otras novelas los personajes tienen esta indiferencia en algunas ocasiones me frustra bastante. Los personajes secundarios también me han sorprendido gratamente, porque aunque no lo parezca todos estaban conectados de una forma u otra. No ha hecho falta que el personaje de Robert tuviera una gran evolución (de hecho, para mí es completamente plano), porque la madurez y la notable inteligencia lo hacen un personaje de primera.

El punto más ingenioso para mí ha sido como Brown ha sabido, con un lenguaje muy sencillo y que todo el mundo puede entender, crear una trama tan enrevesada. Además, como he dicho antes, la forma en que nos dice que el cristianismo y la iglesia son una gran mentira me asustaba un poco ya que no sabía cómo iba a plantearlo y si los lectores iban a ofenderse.

Brown ha sabido cómo ir contando la información poco a poco y eso ha sido, para mí, lo que mejor ha hecho ya que no te aburres en ningún momento y te mantiene enganchado. Esto tiene que ver con la duración de los capítulos; los capítulos son cortos pero explosivos y eso es un punto con el que ha sabido jugar. Algo destacable y remarcable es la gran investigación que hay detrás de esta gran obra. El gran número de fechas, de datos, de lugares, de historia y de símbolos han hecho que Dan tuviera una gran faena para él y su obra.

No me extiendo más, este libro sencillamente me ha parecido tan ingenioso que me ha mantenido enganchada durante toda la obra. El sencillo lenguaje, los giros, la polémica y los acertijos me han parecido simplemente asombrosos.

A pesar del tiempo que ha pasado desde entonces, aún recuerdo esa dulce sensación de "enganche literario" que me produjo esta novela desde el principio. Ese robarle horas a otras actividades para conocer más de la historia. Buena parte de ese efecto reside en contar chismes vaticanos que todos queremos saber y que nunca hemos caído en la cuenta siquiera de que podrían estar ahí.

Y también recuerdo el fiasco de la parte final cuando el autor para desenredar todo el nudo optó por el recurso de agarrar tijera y desbrozar la hermosa tela que con tanto esmero había modelado.

Una novela entretenidísima que hay que leer con pretensiones bajas porque el final no mantiene el mismo nivel de excelencia que su desarrollo.

Novela de misterio en la que se cuestiona la veracidad de lo que cualquier cristiano creyente ha concebido siempre, como por ejemplo la visión que tenemos de María Magdalena a la que presenta como pareja de Jesús, sin ninguna veracidad histórica, el autor plantea hipótesis respecto a la la religión cristiana.
La novela se desarrolla a través de la investigación que lleva a cabo Robert Langdon, para descubrir qué hay tras el asesinato del Gran Maestre Jacques Sauniere. Ayudado por la nieta de éste, Sophie, deben seguir las pistas que el muerto dejó y que van desvelando los secretos guardados durante siglos de una sociedad secreta, a la que su abuelo y otros famosos pertenecían, de manera simultánea son perseguidos por la policía francesa que sigue sus pasos, teniendo que escapar de ellos y de aquellos que no quieren que el secreto vea la luz.
El lector, pista tras pista , se va involucrando en la búsqueda de la resolución del misterio.

Robert Langdon recibe una llamada en mitad de la noche: el conservador del museo del Louvre ha sido asesinado en extrañas circunstancias y junto a su cadáver ha aparecido un desconcertante mensaje cifrado. Langdon une esfuerzos con la criptóloga francesa Sophie Neveu y descubre que el conservador del museo pertenecía al priorato de Sión, una sociedad que a lo largo de los siglos ha contado con miembros tan destacados como sir Isaac Newton, Botticelli, Victor Hugo o el propio Da Vinci, y que ha velado por mantener en secreto una sorprendente verdad histórica. Una mezcla trepidante de aventuras, intrigas vaticanas, simbología y enigmas cifrados que provocó una extraordinaria polémica al poner en duda algunos de los dogmas sobre los que se asienta la Iglesia católica.
Opinión personal. Segundo libro de la serie de Robert Langdon. Trepidante thriller lleno de suspense e intriga. Giros inesperados donde Dan Brown nos mantiene en constante tensión. al igual que la primera novela, está repleta de información cultural e histórica, con muchas descripciones de lugares y construcciones. Este libro provocó una extraordinaria polémica al poner en duda algunos de los dogmas sobre los que se asienta la Iglesia Católica. Me encanta Dan Brown.

Para mí este archiconocido por la gran mayoría del público, fue una decepción. En primer lugar llegué a él por la expectación que estaba generando en su día, esto muchas veces es un arma de doble filo, sobre todo en bestsellers.

Por sus páginas desfilan nombres como Da Vinci, Newton.... hay veces que añadir, o usar algún personaje histórico notorio da empaque al libro. Pero en este, cuando leía las referencias no podía evitar pensar que era un artificio, una forma vanidosa de usarlos. Lo percibí como si se quisiera sustentar de algún modo la obra en dichos nombres.

Otra cuestión que me chirrió lo suyo fueron las coincidencias, esas casualidades de la vida que te tragas, pero en su justa dósis. Buenos y malos en la obra se encuentran, descubren enigmas, de una forma poco lógica en muchos casos, es como si la historia avanzará a saltos en función de esas casualidades.

A estas alturas, tiene poco sentido publicar una crítica o reseña de El código Da Vinci. Es un libro ultraconocido, leído por millones de personas y sobre el que se han escrito miles de páginas. Además, la crítica es más o menos unánime en su evaluación: estamos frente a un pasapáginas de manual, un libro entretenido, pero no más que eso.


Así que, ¿qué podemos aportar desde aquí? Yo creo que hay una buena pregunta que vale la pena hacerse: ¿qué puede enseñarnos este libro? ¿qué hace que el Código sea un superventas, y otras novelas no?


Intentaré dar algunas respuestas a partir de la literatura y obviando los aspectos extraliterarios (como la polémica con algunos sectores católicos, por ejemplo). Ahí va:


1) Saber dosificar la información: Esto es quizá lo que mejor hace Dan Brown. Si cuentas todo de golpe, el lector se aburre porque ya puede suponer lo que pasará más adelante. Y si juegas demasiado a los misterios, el lector se cansa y termina abandonando una lectura que no consigue entender. En el Código, la información se nos entrega en las dosis justas: un ejemplo son los capítulos iniciales, en que el Jefe de la Policía interroga a Robert Langdon, y nosotros vamos enterándonos paulatinamente de los sucesos que rodearon a la muerte de Jacques Sauniere, mientras intentamos armar el puzzle de su muerte y los extraños mensajes que dejó el finado casi al mismo tiempo que lo hacen los personajes.


2) Capítulos breves: En consonancia con el punto anterior, los finales de cada capítulo van dejando una incógnita, muchas veces porque entregan un trozo limitado de información, y el lector queda deseando leer más, para entender cómo ese hecho encaja con el resto de la obra. Aquí, la brevedad de los capítulos nos permite dosificar la información, pero además facilita que la novela tenga un ritmo ágil, pese a que está llena de datos sobre arte, historia, religiones y arquitectura.

3) Las descripciones no importan tanto como el diálogo y la acción, así que aprovecha bien cuando tengas una: Frente a otros pasapáginas que están llenos de acción y aventuras, El código Da VInci se detiene mucho a describir: catedrales, obras de arte, cementerios, personas. Pero el truco de Dan Brown es que, en cada una, da con un elemento que resulte atractivo: sea el aspecto de toro de Bezu Fache, o la sorprendente simbología pagana de muchas iglesias europeas. Brown no es un maestro de la descripción en un sentido literario, no es un gran evocador ni es capaz de pintarnos a una persona o un edificio como si lo tuviéramos enfrente, pero sí que es astuto eligiendo el dato justo para hacer interesante cada descripción, sin fallar ninguna.


4) Los personajes principales tienen que ser carismáticos, aunque pueden ser planos o no evolucionar: Esto no lo digo como una crítica; ilustres como el Sherlock Holmes de Estudio en Escarlata responden a las mismas características. Y el Código es una novela de acción, no de personajes, así que no importa la evolución de Robert Langdon (de hecho, no la tiene), pero sí que importa que es un galán maduro, un tipo inteligentísimo que estudia una temática con mucha onda (los significados ocultos de la simbología religiosa tienen onda, no lo duden), y que además es capaz de descifrar acertijos complicadísimos. Un Indiana Jones que resuelva puzzles... ¿y quién es más carismático que Indiana Jones?

Lo mismo para Sir Leagh, que es un personaje divertidísimo, excéntrico, culto y a veces infantil. O incluso para Sophie, aunque es más "buenita" y normal, pero sigue siendo una mujer atractiva, de notable inteligencia y carácter fuerte, y con una historia familiar potente. Los personajes secundarios, en cambio, se permiten mayor desarrollo y, me parece, son los momentos de mayor humanidad de la novela: en particular Silas, el asesino del Opus Dei, pero también un muchacho que dio su vida por una causa, que de verdad cree en lo que hace, y que será el primero en ser desechado cuando no sirva más. Usado por todos, un verdadero creyente que termina cometiendo atrocidades sólo por seguir su fe.


5) Giros, giros, giros: Es muy importante ir metiendo cambios en la historia, que el lector nunca se sienta seguro de haber entendido o no el secreto de la novela. Hay muchos autores que intentan hacer esto, pero los giros parecen forzados: Dan Brown, en cambio, los hace parecer naturales y lógicos... cuando él los revela. Y el truco, en muchos casos, es jugar con nuestros prejuicios: nos habría parecido natural que el obispo Aringarosa, del Opus Dei, se juntara con el ultracatólico policía Bezu Fache con propósitos oscurantistas, para conspirar contra la verdad... y luego resulta que no: tenían fines honorables. Por otra parte, no hubiéramos imaginado que el divertido, chispeante, engreído y discapacitado Sir Leigh iba a terminar siendo el gran conspirador. Brown nos presenta estereotipos que nos simpatizan o nos provocan rechazo, nos hace creer que nuestros prejuicios son correctos... y cuando consigue eso, el giro argumental está servido, nada más tiene que refutar lo que creíamos cierto.


6) Una temática candente, y ojalá polémica: Una revisión de la biografía de Jesucristo es perfecta: no deja a nadie indiferente, y más si lo combinamos con una presentación del oscurantismo y el abuso de poder de la Iglesia Católica. En esto, hay que reconocer que Dan Brown no aprovecha su novela haciendo declaraciones incendiarias o tratando de ganar popularidad con frases para la galería, sino que intenta llevar a cabo su novela con la mayor seriedad. Sin embargo, es obvio que la popularidad del libro se debe en parte a que toca un tema con muchísimo potencial para la polémica.


7) Un trabajo investigación impecable: En este punto, no me he tomado (ni tomaré) la molestia de revisar si los múltiples datos históricos, artísticos y arquitectónicos que da la novela sean verídicos. Pero sí digo que el trabajo de documentación no solamente es abundante y prolijo, sino que ha conseguido integrarlo a la novela sin que se haga pesada. Y si alguno de los datos que entrega en la novela es inventado, pues lo bien que está. Borges también lo hacía.


En suma, un libro bastante respetable, con los engranajes bien engrasados, y que se lee a toda velocidad. Sin embargo, al decir eso queda pendiente otra pregunta: ¿por qué, si es un libro bien escrito, no lo consideramos gran literatura? Si les parece, ofreceré las palabras de Ernesto Sábato (aunque no hablaba de esta novela en particular): este tipo de novelas son a la gran literatura lo que los fuegos de artificio son al incendio de un orfanato.

El Código Da Vinci supone mi segunda incursión en la obra de Dan Brown tras el buen rato que me hizo pasar leyendo Ángeles y demonios. En esta ocasión el autor nos traslada a París donde el profesor de simbología religiosa, Robert Langdon, recibe una llamada a altas horas de la noche para comunicarle que la Policía Judicial requiere de sus servicios para esclarecer el asesinato de Jaques Saunière, conservador del Louvre, ya que junto a su cuerpo se han encontrado unos símbolos y un extraño mensaje.

Cuando llega al escenario del crimen, Langdon conocerá al capitán encargado de la investigación, Bezu Fache, y a la criptóloga Sophie Neveu que, a su vez, es nieta de Sauniére. A partir de aquí comienza la búsqueda de un secreto que puede cambiar la historia de la humanidad.

Desde el principio se nos dice que Sauniére era el último gran maestre de una sociedad secreta, el Priorato de Sión, y que antes de morir deja un mensaje a su nieta en los cuadros más famosos de Leonardo –La Virgen de las rocas y la Mona Lisa- con la clave para descubrir ese gran secreto pero tendrán que darse prisa ya que no son los únicos que van tras las pistas que dejó Sauniére.

Tengo que reconocer que he disfrutado como una enana con este libro que me ha enganchado desde el principio y cuya trama va in crescendo a medida que pasamos las páginas. Y cómo no lo voy a disfrutar si está plagado de asesinatos, sociedades secretas, misterios y acertijos que resolver junto a los protagonistas.

Respecto a los personajes me parecen bastante sólidos ya que se nos da la información necesaria para que nos hagamos una idea de cómo son y cuál es su carácter (especialmente de los principales). En esta ocasión me han gustado los personajes de Shopie ya que me ha parecido una mujer fuerte, decidida, con valor e inteligencia. También el de El Maestro –el malo de la historia-, un personaje manipulador capaz de hacer cualquier cosa por lograr sus objetivos. Sin embargo, he descubierto muy pronto quién se escondía detrás de él.

Tras leer este segundo libro observo ciertas similitudes con Ángeles y demonios: ambos comienzan con una llamada para pedir la colaboración de Langdon al hallarse símbolos en los escenarios del crimen, los personajes no duermen nunca (cosa que me llama mucho la atención), el misterio se resuelve en un par de días, la religión está muy presente y los finales son sumamente fantasiosos desde mi punto de vista.

Con un lenguaje sencillo y sin artificios, Brown crea un thriller entretenido y polémico que, en el momento de su publicación, causó un gran escándalo al plantear la posibilidad de que la Iglesia y la historia del cristianismo se basan en una gran mentira. Lo que se plantea en el libro es que Jesús fue un profeta mortal y que tras la votación del Primer Concilio de Nicea se decidió darle su carácter divino. También se trata el tema de María Magdalena al ser subestimado (y el de la mujer en general) por la Iglesia al relegarla al papel de prostituta cuando, según Brown, su papel fue mucho más importante.

Para las personas creyentes tiene que suponer una bomba lo que plantea Brown pero, ¿y si fuera cierto y el cristianismo se basa en una gran mentira? No soy católica ni creo que haya un ser todo poderoso y que la Iglesia a ocultado cosas en su beneficio es una realidad como un templo, pese a quien pese.

Por último, decir que hay versión cinematográfica dirigida por Ron Howard e interpretada por Tom Hanks, Audrey Tautou, Ian McKellen y Jean Reno.

Enlace: https://libropoli.blogspot.c..

Primera obra que leo de Dan Brown, me pareció genial, la trama muy interesante, un giro inesperado respecto a uno de los personajes, y para mi que me considero agnóstico, es bastante entretenido el ver otras perspectivas de lo que es la historia del cristianismo, y que no necesariamente todo lo que hoy se sabe, tiene que haber sucedido tal cual nos lo cuentan. Muy recomendable esta obra, ahora pienso leer Angeles y demonios