Jasper es un colgado de la vida, demasiado joven, a sus 17 años, como para saber lo que quiere; demasiado "resabiado", vive el carpe diem al límite, se droga, trata de ser un buen hijo a ojos de su madre cuando la verdad es que a veces ni siquiera se aguanta a sí mismo. Es un libro sin un trazado clásico de introducción, nudo y desenlace. Brooks se limita a dejarnos entrar en la vida de un joven que se califica a sí mismo como el nuevo Holden Caulfield, más bestia y divertido, con un humor negro que no pasa desapercibido por nadie. |