Cumbres borrascosas

Si tuviera que describir esta novela en solo tres palabras diría: "¡Joder, vaya tropa!"
Pero sería tremendamente injusto. La razón es que esta obra no puede leerse desde una perspectiva del siglo XXI. Hay que tomar distancia. Mucha distancia. Doscientos años para ser exactos. de no ser así, se convierte en una historia excesiva, ilógica, brutal.
A pesar de ello y haciendo el esfuerzo de asumir como normales para la época algunos comportamientos, no podemos más que escandalizarnos o como mínimo indignarnos por otros. La historia no deja de ser un culebrón victoriano heredero del romanticismo. Intrincada y como he comentado antes en ocasiones excesiva y brutal. Parece una historia de amor pero no creo que lo sea. En realidad no hay amor por ningún lado. Pasión si pero amor no. Y odio y venganza y maldad y violencia. Y soledad. Y mucha amargura. Pero donde Emily Brontë ejerce un magisterio sublime es en la construcción de los personajes. Complejos, cambiantes, repletos de aristas, de aguijones incluso. Todos ellos llenos de claroscuros. Y por encima de todos, uno de los personajes más odiosos de la literatura universal. Pero el logro increíble de Brontë es conseguir que pases del afecto al odio y vuelta al afecto otra vez con muchos de estos personajes. Incluso con ese personaje que estás aborreciendo durante todo el libro, consigue, en solo dos páginas finales, despertar la compasión hacia él.

Bueno, pues un libro oscuro, una historia áspera. No es difícil de leer como otros clásicos pero es difícil de asumir desde nuestra posición actual. Muy recomendable sobre todo para conocer e intentar entender a la sociedad del s. XIX (y apreciar a la vez los avances logrados).

La poderosa y hosca figura del atormentado Heathcliff domina "Cumbres Borrascosas", novela apasionada y tempestuosa cuya sensibilidad se adelantó a su tiempo. Los brumosos y sombríos páramos de Yorkshire son el singular escenario donde se desarrolla con fuerza arrebatadora esta historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores desesperados que van más allá de la muerte y que hacen de ella una de las obras más singulares y atractivas de todos los tiempos.

Así reza la sinopsis de este clásico atemporal. La primera y única obra de Emily Brontë, ya que falleció con solo 30 años.

Personalmente se me hizo bola. Larga y tediosa. Quizás no muy bien estructurada. La verdad es que me costó mucho trabajo terminarla.

2/5

Este libro es uno de mis eternos pendientes siempre queriendo leerlo (con tantas recomendaciones que tiene) y nunca encontrando el momento propicio para hacerlo. Por fin, aprovechando la suscripción de prueba gratuita de tres meses de Amazon Audible, me he decidido a "leerlo", vamos, a escucharlo.

Es la historia de una familia desestructurada como pocas, obsesionada por un amor prohibido e imposible, el de Heathcliffs y Catherine. Todo el libro está narrado de forma evocadora, en la que el ama de llaves le cuenta al viajero Lockwood la historia de la casa y de la familia. Junto con Lockwodd conocemos a través de las palabras de Nelly a Catherine, niña rica caprichosa como pocas, a Heathcliff, huérfano recogido por la familia y endurecido a más poder por la vida y una familia que no le deja olvidar sus orígenes, y los demás personajes que giran en torno a esta relación fallida.

Una historia dura, dramática, con tintes góticos y representante sin igual del romanticismo oscuro, depresivo. La ambientación del libro es ya de por sí agobiante, subyugante, como sólo un páramo puede serlo. Y la narración no desmerece esa sensación.

Es difícil de creer, pero desconocía totalmente esta historia hasta que me he puesto a leerla.
Normalmente, eso sería una ventaja a la hora de leerla; en este caso, me esperaba que me gustase más. No tenía una idea clara en mente, pero, desde luego, no asemejaba a esta.
La historia me parece muy interesante, siempre estoy lista para leer dramas familiares. Sin embargo, el no ser capaz de empatizar con los personajes ha hecho que se me hiciese pesado. No me malinterpretéis, me encantan los personajes con grandes y numerosos defectos, pero en este caso no ha conseguido que entendiese o me entretuviese con sus comportamientos.

La historia inicia con el señor Lockwood, un hombre que decide mudarse de Londres a Gimmertown y alquilar allí una casita llamada la Granja de Thrushcross, una propiedad que pertenece a Heathcliff, dueño de Cumbres Borrascosas, una casa que se encuentra tan solo a unas millas de allí y a la que se puede ir andando. Nada más instalarse, Lockwood decide ir a Cumbres Borrascosas para conocer y presentarse ante su arrendatario. Lo que verá allí cuando pise la casa le espantará. Heathcliff es un hombre malhumorado, frío, maleducado, descortés que trata con malas palabras a todo el que vive con él y que no se molesta en mostrar un mínimo de amabilidad por su inquilino. También le sorprenderá la actitud de Catherine, una mujer con mucho genio y carácter a la que, primeramente, confundirá con la esposa de Heatcliff, a pesar de la diferencia de edad.

Tras pasar una noche en Cumbres Borrascosas, debido a que se desata una terrible tormenta, su experiencia fue tan desagradable, debido a la falta de cortesía de los habitantes de esa casa con su invitado y al aparente desprecio que le muestran, que, al regresar a la Granja, hablará con su ama de llaves, Ellen Dean, para que le cuente la historia de esa horrible y disfuncional familia. Además, durante la noche en una habitación destartalada encontró grabado en la pared varias veces el nombre de Catherine con diversos apellidos adjuntos (Heathcliff, Earnshaw, Linton) y una Biblia con unas anotaciones a mano bastante tristes y desoladas. Así pues, esta le relatará de principio a fin todo lo que aconteció tanto en Cumbres como en la Granja, los designios y las desdichas que vivieron los Linton y los Earnshaw y qué circunstancias llevaron a los habitantes de Cumbres Borrascosas a la situación actual y al desprecio mutuo.

Al principio, yo pensaba que Lockwood iba a ser el protagonista, debido a cómo empieza la historia, pero realmente es un personaje cuya única función es desatar y dar inicio a la verdadera trama, que será el relato que cuente la señorita Dean. Esta mujer estuvo trabajando primero en Cumbres cuidando a los niños pequeños de la familia, los hijos de Earnshaw. El señor de la casa un día trajo a un chico abandonado en la calle al que llamó Heathcliff. A causa de su apariencia de gitano, de sus modales desastrados y de ser considerado un intruso, los otros muchachos no congeniaron con él y no se llevaron bien. La única que comenzó a tener un poco de curiosidad por el muchacho fue la pequeña Catherine. Su hermano mayor, Hindley, le detestaba y tanto él como Heathcliff se pasaban el día insultándose y peleándose.


Cuando los señores Earnshaw mueren, Hindley contrae matrimonio y tienen un hijo llamado Harenton. Como desprecia a Heathcliff, la esposa de Hindley le prohíbe tener cualquier tipo de cercanía con Catherine, por lo que mantienen su relación en secreto pues, además, han comenzado a desarrollar más que afecto fraternal el uno por el otro.

Un día, Catherine y Heathcliff un día se acercan a la Granja de Thrushcross a espiar a sus inquilinos, los Linton. Estos les pillaran y, en su huida, Catherine será mordida por su perro. Los Linton deciden cuidar de ella y, después de un tiempo, al regresar a Cumbres, Catherine no solo está muy cambiada, ya que se ha convertido en toda una señorita de buenos modales, sino que anuncia que se va a casar con el hijo de los Linton, Edgar. Esto hace que la ya de por sí tensa relación que comenzaba a existir entre ambas familias, estalle del todo y Heathcliff, ante este agravio pues está enamorado de Catherine, prácticamente declarará a los Linton como sus enemigos acérrimos. No solo eso, sino que a raíz de este anuncio, su carácter se agriará aun más y les hará la vida imposible a todos aquellos que tienen el mínimo contacto con él.

Si hay una palabra que defina a esta obra es "salseo". Cumbres borrascosas es un repaso por toda la relación tormentosa entre Heathcliff y Catherine, desde que se conocen hasta que fallecen. de esta forma, vamos descubriendo lo atormentados que estuvieron en vida al no poder consumar su pasión, ya que, por un lado, eran hermanos (aunque fueran adoptivos) y, por otro, al ser Heathcliff un chaval rescatado de la calle, era impensable que pudiera siquiera soñar con la mano de Catherine. La historia en sí es sencilla, pues es tan solo una narración de las vicisitudes de ambos personajes en sus correspondientes contextos, uno en Cumbres y la otra en la Granja, por lo que no me voy a centrar demasiado en eso.

De lo que sí quiero hablar es de los personajes. al principio, debido al constante ambiente de violencia y rechazo que había en Cumbres, los niños que vivían ahí (Heathcliff, Catherine, Hindley y, posteriormente, Harenton) me daban bastante pena por la manera en que eran tratados y porque no conocían apenas el amor o el cariño, lo cual justificaba, a su vez, su propio comportamiento porque el desprecio era lo único que conocían. Sin embargo, según avanzaba en mi lectura, me di cuenta de que no soportaba a ninguno. Heathcliff es un capullo amargado que disfruta haciendo sufrir a los demás simplemente porque él ha sido un desgraciado toda la vida y no ha conseguido lo que más quería en el mundo, a Catherine. Es al personaje al que más he odiado con diferencia porque me parece un hombre cruel, vengativo y violento, por lo que ni su pasado tormentoso ni, en general, su vida desdichada me hicieron sentir la más mínima compasión por él. Siguiendo con la familia que forma, tampoco soporté a Isabella, la hermana de Edgar, el esposo de Catherine. Isabella se encaprichó de Heathcliff, a pesar de las numerosas advertencias contra este individuo, por lo que me pareció una mujer bastante estúpida que, aunque no se merece lo que le ocurrió, era algo que se veía venir de lejos, sobre todo porque Heathcliff se casó con ella por pura venganza. El hijo que tienen los dos, Linton, es un niño estúpido, malcriado y pusilánime y, aunque tampoco se merece el maltrato que recibe por parte de su padre, me ponía enferma cada vez que aparecía en una página porque no le soportaba.

Por otro lado, no he comprendido a Catherine en ningún momento. Entiendo que no se casara con Edgar por amor, pero lo que se escapaba a mi entendimiento era qué narices podía sentir por alguien tan despreciable como Heathcliff. No entiendo cómo podía estar enamorada de alguien como él y querer renunciar a una buena vida con un marido que la adoraba por una persona tan miserable. Y en cuanto a su hija, Catherine, de tal palo tal astilla ya que termina enamorándose del hijo de Heatcliff, Linton... En fin, el caso es que no congenié con nadie y los dos únicos personajes que me cayeron en gracia fue la ama de llaves que cuenta toda la historia y el señor Lockwood.

En un vídeo dije que no empatizar con los personajes no me parece un fallo de un libro si esto está bien llevado y construido y es el caso de Cumbres borrascosas. A pesar de que todos los personajes me resultaron odiosos a su manera, su construcción, caracterización y personalidad me parecen sublimes. Esta novela es una novela de personajes, de cómo se relacionan, cómo van creciendo y cómo se va desarrollando su comportamiento conforme a sus propias experiencias y vivencias y eso es lo que, para mí, hace de este libro una obra magnífica. Aunque a veces se me hacía un poco pesada y lenta porque, en mi opinión, Emily Brontë se detenía en pormenores que no me resultaban nada interesantes, he disfrutado mucho de su lectura porque era un no parar de drama. Es increíble la cantidad de sucesos que pueden vivir dos familias que lo único que hacen a lo largo del día es quedarse en casa o salir a pasear. Esta novela nos ofrece un retrato fiel y una muy buena comprensión del ser humano, de sus miedos, de sus inquietudes, de sus desdichas, de lo mucho que le influye la familia y la gente que le rodea y de lo que llegamos a hacer por amor.

Si nunca has leído este clásico, creo que es el momento de hacerlo, puesto que gracias a la nueva edición de RBA es de muy fácil acceso (y queda precioso en la estantería, las cosas como son). Eso sí, no esperéis gran acción ni aventuras, pues, como ya he dicho, es un libro de personajes y de las rencillas existentes entre dos familias, por lo que si este tipo de narraciones no son lo vuestro, no puedo aseguraros que vayáis a disfrutarlo como se debe. Aun así, teniendo en cuenta, una vez más, la edición, creo que merece la pena que le deis una oportunidad.
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Es un clásico que a día de hoy se sigue leyendo y sólo por eso ya debería tener ganada la mitad de cualquier valoración estrellada. A ver quién de los superventas de hoy igualará el que su obra perdure a través de las generaciones.

Sin haber vivido en la época tampoco cuesta imaginar que esta historia fuera distinta a lo conocido. Es una novela bastante alejada del empalago predecible de los personajes que, por entonces, se estilaban. Se atribuye cierta ambigüedad moral a los actores principales y quizá eso es lo que causó cierto rechazo en su época. Lo diferente, al menos de entrada, suele abocarse hacia la incomprensión.

De igual manera señalo dos apuntes que, para mi gusto, habrían mejorado bastante la novela. Por un lado una explicación más concreta de por qué Heathcliff es tan malísimo como lo pinta y describe su madre; la autora. Se le ocurren bastantes fechorías que atribuirle, pero de la descripción se deduce que es malote porque es malo sin más y hasta en sus mejores días, también es malo. A mí esto, en cualquier relato, de que el demonio es así porque es así y el santo, igual, me queda bastante cojo.

Por otro, bien podría haber recurrido doña Emily a la voz omniscente. Creo que el relato habría ganado en ligereza y también, desde su pluma, le habría otorgado más libertad para explicar la psique del personaje principal.

Cuando leí "Cómo acabar con la escritura de las mujeres", de Joanna Russ, me impactó lo que la crítica escribió sobre la obra de Emily Bronte antes y después de conocer por quién había sido escrita realmente. En 1847 se publicó bajo la autoría de Ellis Bell y destacaron la crueldad, la brutalidad y la violencia de la temática de la obra. En el American Review se describió al autor como un "rudo marinero" que no comprendía a las mujeres y no las veía como lo que eran. Cuando en 1850 se desvela que la autora es Emily Bronte, empieza a interpretarse como una historia de amor porque es inconcebible que una mujer escriba algo así. Y es que, menudo libro.

"Cumbres borrascosas" es una historia de venganza a fuego lento. Está repleta de odio, manipulación y una violencia brutal, sin tapujos, como no había leído nunca antes en un clásico. También hay aquí amor, pero mal entendido, un amor obsesivo que hace daño. Todo esto dentro de un ambiente gótico y lúgubre, con apariciones fantasmales y maldiciones, donde incluso se menciona el vampirismo.

Habiendo tardado tanto a animarme a leer la novela, he podido encontrar su influencia en obras posteriores (evidentísimo en "Nuestra parte de noche" de Mariana Enríquez).

Y a pesar de no ser un libro que me haya cautivado, tal vez porque a ratos me resultó un poco pesado, creo que es un novela imprescindible.

Esta es la novela más desconcertante que he leído últimamente.

Con una gran calidad literaria, Emily Brontë nos entrega una historia tormentosa, llena de violencia, carente de bondad, por momentos incomprensible pero hilada maravillosamente y que no te permite dejar de leer.

Cumbres Borrascosas fue la única novela de Emily Brontë. Fue publicada por primera vez en 1847 bajo el seudónimo, masculino, de Ellis Bell (qué tal señoros de Carmen Mola). Su hermana Charlotte editó una segunda edición póstuma.
Emily murió en 1848, con 30 años, sin haber apenas tenido experiencias fuera de su familia o entorno.
¿Cómo pudo idear una novela tan siniestra? ¿De donde salió tanta maldad y retorcimiento?
A menudo se define esta obra como una de las historias románticas más grandes de todos los tiempos, pero es algo de lo que tengo que discrepar. En sus páginas escasea el amor, y reinan las pasiones mal entendidas, el rencor, la venganza y una endogamia sentimental y escenográfica que me ha resultado a ratos tediosa.
Cuesta tanto comprender las actitudes de sus protagonistas que es un poco como entrar en Twitter, aguantaba poco rato, tenía que huir de tanta mezquindad.
Me ha costado llegar a disfrutarla, solo lo conseguí a ratos, a pesar de la grata guía y compañía de @efimerabonhomia y el resto de lectoras. Lo cual no quita para que la valore como la gran novela que es, con una estructura compleja pero excepcional y un estilo fuerte y sonoro que no deja indiferente a nadie.
Quizá una relectura dentro de un par de lustros arroje mejores resultados en mi disfrute.

Nota: 3.5 sobre 5

Premisa:
Esta historia está ambientada en 1800. Lockwood acude a alquilar una casa en la campiña inglesa y conoce así al que será su casero, Heathcliff. al pasar tiempo allí, descubre que los miembros pertenecientes a la familia tienen una turbia historia entre ellos y albergan sentimientos muy oscuros tales como odio, envidia o sed de venganza. Descubriremos la evolución de los acontecimientos que han llevado a sus personajes a vivir de esta forma, atormentados y enfrentados entre sí.

Opinión:
Lo primero que creo que hay que hacer al hablar de esta novela es reconocer el gran mérito que tiene a nivel narrativo y estético. La autora es capaz de construir una historia redonda y con una ambientación que refleja la época en la que está situada de forma magistral. No podemos olvidar que es una novela gótica, oscura, tempestuosa. Y considero que es muy importante tener esto en cuenta de cara a leerla, ya que no todos los momentos son buenos para adentrarte en una historia así. Y creo que ese fue mi fallo a la hora de planificar su lectura. No era el momento adecuado para mi, por lo que mi experiencia con ella no ha sido todo lo buena que yo esperaba y el potencial de la experiencia lectora que podría haber tenido se ha quedado a medias. Y me da mucha rabia. El hecho de que sus personajes estén tan enfrentados, y al final la trama se base en los conocer cómo se ha desarrollado ese odio y la evolución de las estrategias vengativas entre ellos me ha generado cierto rechazo y hastío. Y eso que viéndolo de forma objetiva, es increíble el entramado de movimientos y conductas hostiles que refleja la autora. Es verdad que hay tanto odio y violencia que en cierta manera sus personajes no me han resultado del todo creíbles, ya que es muy difícil encontrar a tantas personas juntas así en ese estado de animadversión. Y quizá eso me ha sacado algo de la historia.
A pesar de todo esto creo que es un libro que hay que leer y que quizá dentro de un tiempo relea, pero eligiendo un momento más adecuado para poder disfrutarlo en mayor medida.