De Dublín a Nueva York

Siempre me llevo sorpresas con autoras que no conocía. Maeve Brennan, de nacionalidad irlandesa, despertó mi curiosidad porque su nombre no resuena por los ámbitos académicos o aquellos que traten la literatura en sí. Encontré que es una de las tantas autoras recuperadas en este siglo (como le pasó a Shirley Jackson) y que ahora, por suerte, se puede acceder a sus escritos con más facilidad. Este libro reúne ficción y no ficción, así que voy a dividir la reseña en dos.

-"Cuentos dublineses": estos cuentos (publicados en The New Yorker y Harper's Bazaar) mezclan la autoficción con la ficción pura. En algunos podemos ver a Brennan como protagonista y compartiendo anécdotas de su niñez. Uno que destaco es "El diablo que nos habita", porque me hizo acordar a la parte donde Jane Eyre (en el libro homónimo) va a la escuela. En cuanto a los otros cuentos, son sobre la vida conyugal de dos parejas distintas. Estos fueron mis preferidos porque demuestran la agudeza y la capacidad de Brennan para describir relaciones que se van desgastando con el tiempo, después de que el enamoramiento se extinga junto con la juventud. Los hijos, el distanciamiento, la mujer encerrada por las tareas domésticas y el hombre que se aísla en su propia casa son algunos temas que Brennan toca con una perspectiva profunda y algo amarga (con la que me identifiqué, irremediablemente). Mis preferidos fueron "Muros familiares" y "El hijo mayor" (menciono sólo 2 para no hacer una reseña eterna).

-"Crónicas de Nueva York": si les gustan los retratos de ciudades, este es imperdible. Brennan vivió mucho tiempo en Nueva York y me encanta que haya sido una mujer que recorría las calles (como el flaneur, pero indudablemente femenina) y observaba todo. Hay anécdotas en restaurantes, en las avenidas, en los hoteles donde vivía. Brennan logra reducir la ciudad con sus crónicas y las descripciones se suceden para trasladarte a ella. Acá la mirada es más distante, más fría, porque la cantidad de personas que circulan no permite conocerlas a fondo. Mis crónicas preferidas fueron, entre otras, "La comida favorita de Balzac" y "Nostalgia de música callejera".

Estas fueron mis impresiones de una autora que no había leído antes y que se convirtió en una de mis favoritas.

Nota: le agradezco a Malpaso por haberme dado el ejemplar para leer y reseñar.

Maeve Brennan fue escritora, pero podría haber sido fotógrafa o pintora pues, tras leer este libro de relatos, comprendo su capacidad asombrosa para retratar, como si sus ojos fueran el objetivo de una cámara y el proceso de revelado consistiera en plasmar negro sobre blanco esas imágenes, lo que vivía y veía, así como también lo que imaginaba.

En la primera parte del libro nos encontramos con los 'Cuentos dublineses', relatos que la autora publicó en 'The New Yorker' y 'Harpers Bazaar' durante los años 50, 60 y 70, y que se pueden leer de manera independiente. Son relatos sobre su vida y sobre dos matrimonios que, por los datos que dan, vivían en su misma calle, aunque desconozco si existían de verdad o no. Estos textos reflejan en sus líneas la sociedad irlandesa de los años 20, marcada por la religión y la política, con Irlanda ya convertida en Estado Libre; también el machismo imperante con dos esposas, las señoras Derdon y Bagot, absolutamente entregadas a sus maridos. Unas estampas matrimoniales bastante desalentadoras, por cierto.

La segunda parte del libro recoge las 'Crónicas de Nueva York', publicadas por Brennan en 'The New Yorker' entre 1953 y 1968. Leerlas es como caminar por la Quinta Avenida o por la calle Cuarenta y Cuatro. La pluma de Maeve dibuja en forma de palabras lo que ve y vive en el Nueva York de aquella época: gente variopinta, situaciones típicas de las grandes ciudades, anécdotas, frases escuchadas por casualidad que estimulan la imaginación... Unas crónicas urbanas en las que narra al detalle momentos de cena en 'Le Steak de París' o 'Longchamps', paseos o diversas estampas con las que se encuentra por la ciudad. El lector va bebiendo a pequeños sorbos la Gran Manzana.

Debo agradecer a Babelio y a la Editorial Malpaso el envío del ejemplar, que me ha permitido conocer a esta escritora. Un libro muy recomendable con unos textos escritos de forma exquisita.
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Primera vez que tengo contacto con esta autora y ha sido realmente agradable.
El estilo narrativo es sencillo y muy natural. Resulta muy cómodo y ayuda a seguir leyendo.
Hay relatos de todo tipo, desde auto ficción hasta crónicas sobre Nueva York h todos y cada uno de ellos resultan de lo más interesante.
Los relatos de auto ficción transmiten ternura y añoranza por el pasado, resultando realmente acogedores.
Los relatos de ficción, como por ejemplo los dedicados al matrimonio Derdon, transmiten mucha tristeza por la soledad que rodea a Rose.
Las crónicas sobre Nueva York resultan especialmente curiosas por ser una manera diferente de conocer la ciudad a través de los ojos de la propia autora.
En definitiva, para mí, “De Dublín a Nueva York” es un recopilatorio que merece la pena ser leído.

La primera vez que leo a esta escritora. Me ha parecido increible como cambian los relatos según donde estén escritos. Los relatos de Dublin narran vivencias personales y, también, mayoritariamente, historias de matrimonios. Historias en varias etapas de esos matrimonios y refleja muy bien el astío que les llega con el paso de los años. En los relatos de Nueva York vemos a una Brennan muy observadora de la realidad que la rodea. Una persona a la que le encanta oir retazos de conversaciones bien en los bares, restaurantes o en la calle. Me ha gustado su precisión en los detalles.