Pues la encontré de manera casual en la biblioteca municipal y no me esperaba otra cosa que una trilogía más de jovencitas en un internado en el que suceden cosas raras, pero lo primero que me sorprendió fue su calidad literaria, por encima de la media en este tipo de género, su particular ambientación y que pese a recurrir a ciertos prototipos, no los llamaría clichés como tal, tienen personalidad. No es que la considere una obra maestra, pero es de las pocas poquísimas historias con continuación que no he abandonado la saga al terminar el primer libro.
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