Estos días he estado leyendo la novela gráfica adaptada por Tim Hamilton de la obra distópica de Ray Bradbury. Las ilustraciones de cada página consiguen reflejar el calor asfixiante del fuego y de esa sociedad, así como los sentimientos del protagonista, Montag. Un bombero cuya misión es, paradójiocamente, quemar libros; los cuales están prohibidos en este mundo futurista. El título hace referencia a la temperatura a la que arde el papel.
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