Fahrenheit 451 (Novela gráfica)

Tengo diecisiete años y estoy loca. Mi tío siempre dice que una cosa lleva a la otra. Cuando te pregunten cuántos años tienes, me dijo, contesta siempre: «Diecisiete. Y estoy loca.»

Dale a la gente concursos (...), atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. (...) No les des ninguna materia delicada como filosofía o sociología para que empiecen a atar cabos.

Llénate los ojos de asombro, vive como si fueras a morir en los próximos diez segundos. Observa el universo. Es más fantástico que cualquier sueño construido o pagado en una fábrica. No pidas garantías, no pidas seguridad, nunca hubo un animal semejante. Y si alguna vez lo hubo, debe ser pariente del perezoso, que se pasa los días cabeza abajo, colgado de una rama, durmiendo toda la vida. Al diablo con eso... Sacude el árbol, y que el perezoso caiga de cabeza.

La magia solo está en lo que dicen los libros, en su forma de coser los retales del universo para ofrecer una prenda única.