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Hana y Emiko son dos hermanas que han nacido en la isla de Jeju, Corea del sur. Su destino es seguir juntas la tradición de las mujeres de la familia y convertirse en haenyeo, mujeres del mar. La tradición marca que son las mujeres las que bucean en el mar, y mantienen a su familia con lo que consiguen en él. Pero parece que la vida tiene otra cosa preparada para ellas, ya que viven en una época de guerra y pronto serán separadas. El contexto histórico donde se enmarca la trama es uno de los que más interesantes me resultan, y es bastante desconocido en occcidente. Japón invadió Corea a principios del siglo XX y esto duró hasta la caída de este en la Segunda Guerra Mundial, momento en el que los coreanos pudieron expulsarlos. Las barbaridades que se hicieron allí siempre me sobrecoge. Aunque había leído sobre el tema anteriormente, es la primera vez que leo algo muy centrado en las "mujeres de solaz", mujeres que fueron forzadas a la esclavitud sexual por parte de los militares japoneses. Principalmente era mujeres coreanas y chinas, pero también de otras partes de Asia. Y es que este libro es una denuncia a todos esos horrores que le infligieron, a esa violencia sexual que la mujer siempre sufre en periodos de guerra y que rara vez es denunciada. Y es que a día de hoy el país nipón sigue sin admitir lo sucedido, y solo oculta y censura. 2021, increíble pero cierto. Otro tema que me ha cautivado es el de la tradición de las haenyeo, esas mujeres fuertes e independientes, que se han ganado la vida con sus manos sin la ayuda de ningún hombre, en épocas en la que la única realidad de la mujer era casarse y tener hijos. La fortaleza con la que se presentan a estas mujeres y como las experiencias pasan de madres a hijas es una delicia. Además, claro está, las historias de hermanas bien contadas, siempre me ganan. Es un libro duro, que no deja indeferente y que consigue crearte mucha impotencia, pero que también da esperanza a través de la lucha de estas dos hermanas. Una historia que emociona, de esas que dejan un poso increíble al acabarlas. Y lo mejor, es que es una historia que enseña, que muestra y denuncia una realidad por la que a día de hoy muchas mujeres siguen luchando para que se haga justicia. ¡Brutal! |