Quedaos en la trinchera y luego corred

Este es el tercer libro que leo de John Boyne y, al igual que los otros dos, es un libro que se lee muy bien, tiene una escritura muy ágil y sencilla.
La trama es muy lineal, sin giros inesperados, y nada llega a sorprender.
Alfie es un niño que, como tantos otros, se ve obligado a crecer muy deprisa por culpa de una guerra que otros han iniciado desde sus despachos.
He echado un poco en falta conocer un poco más a los personajes, así como que el autor profundizara un poco más en el contexto histórico de la Primera Guerra Mundial.
Aún así, es una novela sencilla y entretenida, cuya lectura se hace muy amena.

Pues aún no había leído nada de este señor, y me negaba a estrenarme con el del pijama, que me saturé de verlo hasta en la sopa, así que tiré por este otro, que por ambientación ya me ganaba.

Nos situamos en Inglaterra el día en que nuestro protagonista, Alfie, cumple cinco años. También es el día en que estalla la Primera Guerra Mundial.

Al niño se le tuerce la celebración por razones evidentes, pero además su padre decide alistarse en el ejército de manera voluntaria, porque siente que su deber es luchar por su país, en contra de lo que su familia cree, pero a la vez con el convencimiento de que antes de Navidad se acabaría todo. Lo que no se sabía era de qué Navidad exactamente.

El tiempo pasa y nos encontramos con un Alfie de nueve años, que ha decidido trabajar de limpiabotas en King's Cross sin que lo sepa nadie, pues la situación está más que apurada en su casa (y en todos lados, en realidad)… y además se encuentra con que su padre hace tiempo que no escribe y que su madre no le explica nada más que “está en una misión secreta”.

Nos metemos de lleno en una historia contada a través de los ojos del crío, por lo que tenemos lenguaje y reflexiones sencillas, a la par que bastante simples pero no por ello menos emotivas o serias.

Entonces todo era incertidumbre, miedo y muy poca información, los días transcurrían entre noticias que llegaban capadas y a cuentagotas y bombardeos repentinos, mientras el mundo intentaba sacar la cabeza y seguir adelante esperando ver esa luz al final del túnel.

Me ha gustado mucho (de hecho, mucho más de lo que esperaba), pese a ser un libro sin muchas pretensiones ni caer en reflexiones súper profundas, es muy fácil meterse en la piel del protagonista, empatizando con él de manera inmediata, paseando por escenarios desoladores y siendo partícipes de momentos de todo tipo, sencillos a la par que realistas.

Si bien es una novela juvenil, se disfruta igual, teniendo en cuenta el tipo de lectura que es. Y siempre con ese ápice de esperanza que nos da la mano mientras avanzamos entre niebla y caos.

Una sorpresa. Deseando pillar algo más del autor.
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Opinión personal:
•PORTADA: Esta portada es muy bella, a simple vista es sencilla, pero cuando se detalla tiene algo muy conmovedor principalmente por el niño que fija su mirada en un avión que representa la guerra y como si estuviera a la espera de algo, o de alguien. ¿La portada cumple con la historia del libro?: 80%.
•RITMO: El libro es sencillísimo de leer, se puede leer en una sentada si se quiere, sin embargo el libro se quiere disfrutar, es rápido pero te explican muy bien desde el inicio hasta el fin que esta sucediendo sin dejar ningún detalle pero sin volver la lectura densa.
•HISTORIA: Alfie es un niño feliz, que vive con sus padres, su padre trabaja para la familia y su madre está en casa con él, su padre siempre busca un momento para dedicar a su hijo ya que su trabajo es de una jornada larga; pero todo empieza a cambiar cuando Alfie cumple 5 años y estalla la Primera Guerra Mundial, al inicio no será obligación para los hombres ir a la guerra, pero muy pronto lo será, sin embargo el padre de Alfie se alista antes de que sea un obligación y así ...
...Ahora los dejaré con la intriga y los invito a leer la reseña completa en mi blog, el link esta aquí abajo.
Enlace: http://exlibris-crilvey07.bl..

Tengo tantos sentimientos encontrados con Quédense en la trinchera y luego corran que no pude ponerle más de dos estrellas después de tratar de ordenarlos. Por una parte, siento que la historia que Boyne quiso contar es respetable. Por otro lado, siento que falló en la forma de hacerlo. No he leído otros libros del autor como para saber si algunas cosas que hallé aquí se repiten indefectiblemente en su narrativa o si sólo dio la casualidad de que empecé a leerlo por uno de los peores libros que escribió. Puede que sea la opción B y el cincuenta por ciento de la calificación sea mi culpa.

Alfie Summerfield es un niño de cinco años que vive en Londres cuando estalla la Primera Guerra Mundial, justo el día de su cumpleaños. Su padre (Georgie) se alista en el ejército y pasarán cuatro años hasta que reciba noticias de él, ya que su madre (Margie) es reacia a dárselas. En ese período de tiempo la situación económica se endurece y Alfie sale a trabajar como limpiabotas en King's Cross, a escondidas de Margie. Y justo gracias a eso se enterará del verdadero destino del padre.

Quédense en… es una promesa, una gran promesa sobre una historia conmovedora que te hará llorar hasta el hartazgo por las desgracias que pasa el niño. Alfie es lo suficientemente simpático y rebelde como para que una lo adopte en seguida pero el desarrollo de los acontecimientos no lo ayuda a tener un giro, no lo complementa. Alfie es un personaje que queda flotando en una marea de texto que pretende reflejar su inocente perspectiva y lo hace débilmente y a medias. Hay algo artificial en la construcción del drama. Sí, pensé “pobrecito” muchas veces, poniéndome en la piel de un/a hijo/a que debe convivir con la idea de que el padre puede morir en el frente en cualquier segundo, y así y todo las lágrimas se quedaron en mis ojos. Las escenas que deberían tener mayor carga dramática no están muy bien desarrolladas y carecen de sentimientos. Para colmo, durante buena parte del libro no pasa nada relevante. Falta el impacto, una vuelta de tuerca que extraiga el acartonamiento de la narración, la cual es excesivamente sencilla para mi gusto, aun entendiendo que la perspectiva es la de un chico. Lamentablemente, esto se traslada a los diálogos y, cuando les toca hablar a los personajes, lo hacen con una cadencia extraña. Parecen caricaturas rellenas de discursos arquetípicos. La abuela que dice que están “todos acabados”, la madre que sólo grita y anuncia que están al borde de la indigencia (sabe contar dinero pero es incapaz de explicarle al niño por qué las mujeres no podían votar), el extranjero al que se lo llevan por si las moscas y se ofende, el objetor de conciencia socialista, todos suenan mal. Lo peor de todo es que el padre, que tiene la parte más difícil de los diálogos por el trastorno que padece, tampoco sale airoso.

Otra cosa que no me gustó: los personajes femeninos son pésimos. No porque sean malas personas y estén bien construidas, no. Según mi punto de vista, son horribles a propósito, porque cuando se las pone en la balanza con los personajes masculinos (comentario al pasar: todos dicen algo malo sobre las mujeres en algún momento) pierden. Las mujeres que se quedan en la casa no hacen más que quejarse (como Margie) o marcar de la cobardía ajena (como la abuela de Alfie). A pesar de que ambos géneros no puedan escapar de lo arquetípico que ya señalé, algunos indicios en la narración me llevan a pensar que está decidido de antemano a quién le tengo que ofrecer mi absoluta consideración y a quién no. Los personajes masculinos tienen tiempo para hablar de los traumas y de los padecimientos (me parece perfecto que se resalte esto, pero no "en detrimento de"), sean soldados o no, mientras que a los personajes femeninos les falta vida interior. Margie se desgasta por sostener el hogar, pero más allá de que ella misma cree que es una inútil, no sé nada de ella. Podría decir un par de cosas más pero me las reservo porque no es mi intención polemizar.

No todo es malo en el libro. Creo que tiene una buena construcción histórica que da un panorama muy general de la guerra y de lo que se vivía en Londres en particular. El escepticismo de la gente ante la neurosis de guerra, la propaganda para reclutar hombres, el padecimiento de la gente en el hospital, las plumas blancas y humillantes, el movimiento sufragista… Eso está bien y hasta aprendí mucho sobre el contexto. Tal vez le falta insertarse de un modo natural y no con un personaje que lo saque a colación (como Joe o las personas que van a lustrarse los zapatos). Me gustó mucho también el atrevimiento de Alfie, que a los nueve años decide por sí mismo y tiene determinación (obviamente, no estoy de acuerdo con el trabajo infantil o lo que hace en el hospital, pero me refiero a la convicción de hacer algo y preguntar por el padre aunque la madre no responda). Alfie enfrenta la realidad sin chistar.

Así que esta es mi impresión sobre Quédense en…, un libro que empecé con mucho entusiasmo por el tema que trataba y terminé con un gusto amargo. No me convenció debido a sus constantes desaciertos y hasta me encontré haciendo muecas frente a hechos inverosímiles. Me encantaría leer El niño con el pijama de rayas para saber si estos problemas son constantes. Y si es así, John Boyne definitivamente no es para mí.

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Ya he leído otros libros middle grades basados en la SGM pero este es el primero que veo que hable de la PGM y que toca el PTSD, o el Estrés Postraumático. Esta vez es un niño el que descubre lo que de verdad le ha pasado a su padre, ya que de los adultos solo encuentra evasivas, y hace todo lo posible para salvarlo de ese estado.

Este libro está ambientado en Londres durante la Primera guerra mundial. No me voy a adentrar en lo que pasaba en espa época porque ya lo sabemos de sobra, pero sí voy a mencionar que me gustó cómo se trata el PTSD, y cómo cuenta que para la época era un término bastante nuevo y del que no se sabía mucho, por lo tanto las curas eran totalmente experimentales. Además está visto desde la perspectiva de un niño de 9 años.
Si les gusta la temática y no han leído muchos libros basados en la PGM, les recomiendo este, que además es de lectura fácil y ágil al estar destinada a un público joven.

Muy tierno como se cuenta la historia de éste niño y como pasa la guerra, pero siento que le faltó mas desarrollo a la historia, pienso que podrían haberle sacado más "jugo". Pero bueno, a pesar de eso es una historia que se disfruta y se lee muy rápido.

¿Y qué tan malo puede ser ir a la guerra?
Sin duda está historia nos muestra el como Alfie un chico de 5 años tiene que afrontar los daños colaterales causados por una guerra y el como tiene que sobrellevar la perdida de seres queridos gracias a está, sin duda fue una buena lectura aunque había momentos en que se me hacía muy densa la historia y sentía que no avanzaba, algunas partes las sentí inecesarias Y es por eso que le di esa calificación

Reseña completa en Atrapado en la lecturaAlfie es un personaje del cual te logras encariñar y mucho. Por momentos tenía ganas de abrazarlo y decirle: "Ya todo va a pasar", porque las cosas por las que pasa son muy duras y reales. Podemos ver una persona bastante mayor para lo que correspondería a alguien de su edad, algo que está bastante atribuido al tipo de vida que tuvo que vivir.La verdad que la pluma del autor me pareció muy fluida y fácil de leer, haciendo que la lectura de este libro sea casi de un tirón, y que te den ganas de nunca soltar el libro. La escritura de este libro me hizo tener ganas de leer otros libros sobre el autor. Ya he leído otros libros ambientados en la Guerra Mundial (por ejemplo La Ladrona de Libros) y no me gustó, por lo cuál pensé que los libros con cosas históricas tal vez no fueran lo mismo, así que ahora voy a seguir probando con este estilo de libros :).Reseña completa en Atrapado en la lectura

John Boyne escribió este libro juvenil centrandose en un Londres apesadumbrado por la Primera Guerra Mundial, con un lenguaje sencillo la historia va avanzando a través de la experiencia de Alfie, un chico sensible y lleno de bondad que acepta las circunstancias que le acontecen.

En mi opinión el personaje que más interés despierta y cuya personalidad impresiona más al lector es Joe Patience, un vecino de Alfie y el mejor amigo de su padre, que es objetor de conciencia y al que el negarse a ir a la guerra cuando el alistamiento deja de ser voluntario le hace sufrir severas consecuencias.

El final está a la altura y la última frase del libro sacará una sonrisa al lector.

En conclusión, Quedaos en la trinchera y luego corred es un libro agil. Se trata de una novela crítica con la guerra y sus consecuencias ambientado en la Primera Guerra Mundial pero sin explotar demasiado el momento histórico ni entrar en detalles, y centrandose sobre todo, en la vida de Alfie, el protagonista de la historia. Un libro juvenil que engancha y en ningún momento decae la acción.

Encontrarme el nombre de este autor en la portada de una novela hace que ese libro desee leerlo inmediatamente, ya que es un acierto seguro.

La novela que os voy a reseñar es algo similar en planteamiento a la novela más conocida del autor: El niño con el pijama de rayas, ya que el protagonista en ambas es un niño y ambas historias están ambientadas en alguna de las Guerras Mundiales.

De este autor, ésta, es quizá la novela que más fría me ha dejado y la que menos me ha llegado pero aún así he disfrutado mucho leyéndola.

Nos encontramos con un Londres afectado por la I Guerra Mundial, en el cual se describe el ambiente que se vivía en las familias al ver cómo los hombres que forman parte de ellas, abandonaban sus hogares para ir a combatir al frente.

El protagonista principal es Alfie, un niño de nueve años que madura antes de lo previsto al estallar la guerra y ver como su padre abandona el hogar para participar en ella. Pero lo que verdaderamente le marca a Alfie es que no recibe noticias de su padre desde que se marchó.

Tenemos ante nosotros a un personaje enternecedor, y que posee una gran seguridad para llevar a cabo los planes que se le van ocurriendo a lo largo de las páginas. Pero he de decir que no ha sido el personaje que más me ha gustado pese a ser el principal, en este caso me ha cautivado el personaje del vecino Joe Patience. Es un personaje que pese a ser secundario, me ha cautivado de una manera asombrosa su historia y todo lo que le ocurre por ser declarado objetor de conciencia.

En esta novela he echado en falta algo más sobre el contexto histórico en el que se ambienta, ya que yo creo que hubiera logrado mucho más captar mi atención sobre la historia.

El lenguaje utilizado es, como en todas las novelas del autor, un lenguaje sencillo que facilita y agiliza el ritmo de lectura.

Os recomiendo esta novela, ya que os hará pasar un rato agradable y entretenido.