El niño con el pijama de rayas

Es un libro con un final más verosímil que su anterior desarrollo así que, totalmente apto para quienes hayan visto la película y no hayan leído el libro. Como suele ocurrir, la historia escrita está bastantemente mejor rematada.

La falta de credibilidad se da en los escasos conocimientos del protagonista. Es como si fuera un extraterrestre al que acaban de soltar en uno de los vasos comunicantes del corazón de la Alemania nazi ya que, el chico, aun con la edad que tiene no parece enterarse de nada. Más raro aún que siendo hijo de quien era no hubiera tenido algún tipo sino de contacto, al menos de conocimiento respecto de la idiosincrasia y filosofía de esos pequeños cabroncetes, las juventudes hitlerianas.

La prosa es adecuada en el ejercicio del lector por continuar con la historia. Se lee con soltura.

Es una de estas historias reconocibles en el aroma que destilan, donde quien se asoma anticipa casi desde su inicio lo que está a punto de suceder y esa expectación se vuelve incluso negacionismo en la ferviente espera de que, como en tantas otras historias noveladas, irrumpa la consabida resolución feliz. A saber; que los padres de Bruno adopten al chico judío y al resto de niños del campo, o bien que los aliados liberen Auschwitz, o que quizá por alguna suerte de ventura todas las escenas en marcha se paralicen hasta la creación de subtramas suficientes como para que algo de lo anterior tuviera sentido de ser.

Como digo es un buen final, un final realista.

Un libro lleno de sentimientos a flor de piel, lleno de la oscuridad de la guerra interna de un pais asi como la inocencia de una amistad que a ojos de los hombres no debio pasar.
Una lectura facil, que recomendaria que nuchos jovenes lo hicieran por su gran valor tanto civico como historico, adentrandonos en una epoca un tanto triste a los ojos de los que no la vivimos, tragica para aquellos que puedan adentrarse en los sentimientos que te hace obtener con el escritor con su maravillosa prosa.

Novela narrada desde el punto de vista de Bruno, un niño hijo de un oficial nazi de alto rango, que se muda con su familia a un lugar llamado Auschwitz. Hay muchas cosas que no entiende, una de ellas es esa alambrada que hay delante de su casa y la prohibición de acercarse a ella. Tras el disgusto inicial del lugar, de dejar atrás a todos sus amigos, de la soledad en que se encuentra, Bruno decide explorar los alrededores, conociendo a Shmuel, un niño que vive al otro lado de la reja, y se hacen amigos. Es una historia desgarradora, contada con la inocencia de un niño de ocho años. Clasificada por el mismo John Boyne de libro infantil, que también podía gustar a adultos. Algunos especialistas dudan de la conveniencia para un público demasiado joven. El estilo del autor es muy sencillo, rápido de leer. Es una lectura que recomiendo.

El niño con el pijama de rayas nos cuenta la vida de Bruno, un niño de nueve años. Bruno vive una vida plena en una bonita y gigante casa en Berlín con su familia. Él es un niño muy feliz allí hasta que un día se entera de que van a mudarse a Auschwitz debido al nuevo trabajo de su padre. Una vez instalados en la nueva casa, Bruno se deprime porque es pequeña y no tiene con quién jugar (odia a su hermana). Un día, mirando por la ventana, descubre una especie de granja donde ve a personas con pijamas tras la alambrada, después de mucho pensar, al final su curiosidad gana y al acercarse a ese misterioso sitio, conoce a un chico rapado con un pijama de rallas llamado Shmuel. Aquí empieza una inocente amistad entre dos chicos que verdaderamente no saben muy bien qué es lo que está pasando. Nos encontramos en una dura época histórica que se cuenta desde el punto de vista de la inocencia de un niño de nueve años. Bruno no comprende el trabajo que realiza su padre ni la relación tan cercana que tiene con su jefe, el Furias. Tú y yo, que ya tenemos una edad y comprendemos mejor estos temas, sí veremos qué es lo que está pasando realmente. Nos dolerá esta lectura porque también duele mucho leer los pensamientos de un niño tan pequeño que no se entera de nada y Bruno lo cuenta todo con tanta inocencia, que desgarra. Además, a todo esto hay que añadir que es un niño muy especial, cuando leáis el libro, descubriréis el motivo.

El niño con el pijama de rayas es para mí una RELECTURA, y os seré sincera: me ha cambiado la percepción de este libro.

No hay sinopsis a petición del autor, pero a estas alturas creo que ya todo el mundo sabe de qué va el libro. En plena II Guerra Mundial, en 1943, dos niños; Bruno, hijo de un Comandante nazi, y Shmuel, un niño judío que se encuentra en el campo de concentración de Auschwitz, se hacen amigos y pasan los días hablando con la alambrada del campo de concentración entre ellos.

Una historia diferente. Nos encontramos con una novela sobre el Holocausto visto desde los ojos de un niño de 9 años.

Un buen libro para iniciarnos en la temática de la II Guerra Mundial. Es un libro muy corto que da unas pinceladas sobre algunos horrores del Holocausto.

Los personajes no están demasiado trabajados, algo que es complicado, teniendo en cuenta que es un libro muy corto.

Bruno tiene 9 años, pero es más ingenuo que un niño de 3. Estamos en 1943, creo que hay cosas que debería entender con la edad y el momento histórico en el que vive. No hablo más para no irme de la lengua.

Un poco relacionado con lo anterior, y como consecuencia de ello, supongo, no se cuenta apenas nada del contexto histórico. Bruno vive inicialmente en Berlín, aunque después se traslada a Auschwitz, así que una idea de lo que estaba pasando en la Alemania de 1943 debería tener.

En la primera mitad del libro no pasa nada, y eso teniendo en cuenta que es un libro de 200 páginas... pues se queda corto, se mire por donde se mire.

No soy muy fan de releer por esta razón. Era un libro que, en su día, hace como 15 años, me gustó muchísimo y lo recordaba con mucho cariño... pero el bagaje lector tuvo mucho peso en esta relectura y, para mí, el libro perdió.
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La acción se narra desde el punto de vista de Bruno, el hijo de nueve años​ de un militar de alto rango nazi. Él y su familia se ven obligados a abandonar Berlín cuando a su padre lo destinan para trabajar en el campo de concentración de Auschwitz. La familia acepta el cambio pero no de buen grado.

Es un libro corto, fácil de leer, para todos los públicos, aunque se recomienda a partir de los 13 años, no hace falta que diga lo emotivo que es, porque con solo hablar sobre campos de concentración nazis pues cualquier lector imagina que nada agradable puede salir de ahí, me gusta como está narrado, bajo la visión de un niño, con su inocencia, el querer ayudar, la amistad que surge, porque cuando se ven y aunque cada uno esté "al otro lado" como quien dice... pero los niños no tienen esas barreras como las tienen los adultos.Cuénto menos te hará pensar y reflexionar.

A estas alturas puede resultar un poco reiterativo el escribir una reseña sobre este libro tan celebrado en su momento, pero cualquier opinión es válida e interesante de compartir, así que me parece que nunca sobra el hablar sobre la experiencia de una lectura, y leer sobre la de otras personas.

Este libro me ha gustado mucho, no solo porque las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto nazi me parecen fascinantes y opino que no deberíamos olvidarnos nunca de esta época tan triste de la historia de Europa, sino además por la verdadera historia que cuenta: la amistad de dos niños.

Desde la inocencia y la poca experiencia en la vida de dos niños, podemos ir viendo narrada su historia, la de una amistad verdadera. Las novelas sobre niños me parecen más conmovedoras pero también mejor contadas, porque narran los hechos más desde el corazón y se suele describir mejor los sentimientos y emociones. Muchas veces se habla de los prejuicios que tienen los adultos y que traspasan a los niños, y esta novela es una buena muestra de que los niños no los tienen por naturaleza.

Creo que es una bonita aunque triste historia, que todo el mundo debería leer, e incluso la recomendaría para adolescentes. Eso sí, si te consideras sensible, es mejor que la dejes para un momento de calma en la que no vayas a sufrir demasiado.

El libro en cuestión es: 'El niño con el pijama de rayas' de John Boyne de la @ediciones_salamandra
Es la segunda vez que lo leo y os prometo que es una historia llena de magia.

Con sus 217 páginas te hace transportarte en ese preciso momento de la narración. Te hace volver a revivir y sentir nuestros 9 años. Me han dado ganas de adentrarme en la historia y encararme a las injusticias. Es un libro escrito de manera tan bonita que solo os puedo recomendar que la leáis y después me digáis si sois los mismos después de ello. Porque lo que te hace esta historia es que te cambia.

{Como dice la sinopsis del libro en su contraportada: "Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata. No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de 9 años, que se muda con su familia a una casa junto a una cerca".}

¿Alguna vez os ha pasado de no tener ni idea de cómo hacer una reseña?
Yo las veces que me he tenido que estrujar las neuronas ha sido siempre con libros de sí pero no. Pues aquí estoy otra vez, con las neuronas echando humo porque no sé cómo hablar de este libro.

Y sí, es un libro de culto, y sí, seguro que muchos de los que estáis por aquí lo habéis leído hace tiempo y os gustó mucho, y sí, os voy a decir que me ha gustado pero no ha sido lo que esperaba.

Y ya que estoy, voy a contaros qué me ha fallado.

Ejem… sé que ahora mismo os estoy cayendo mal, pues no lo siento, ale.

Es un libro de poco más de 200 páginas, ya sabía que se me iba a quedar corto porque últimamente me gustan los tochos, pero no es que se me haya quedado corto el libro, se me ha quedado corta la parte que le dedica a la relación de los dos chicos, me hubiese gustado ver más interacción entre ellos y cómo descubrían las realidades de sus mundos.

Bruno es nuestro protagonista, un chico de 9 años de una familia nazi, y vemo todo lo que pasa a su alrededor a través de sus ojos y de su inocencia de niño. Y con esto otro de mis problemas, para mí es demasiado inocente, y no sabría explicarlo sin hacer spoiler.

Creo que es un libro que si lo lees de joven y es de tus primeros contactos con este período histórico lo vas a disfrutar, pero claro, yo soy joven pero no tanto, y ya llevo unos cuantos libros sobre el tema, y todo eso ha hecho que se me quede corto por todos lados: la trama, los personajes, la parte histórica.

Todos hemos oído hablar de la famosa adaptación a la gran pantalla de esta novela, algunos incluso la han visto y han disfrutado o sufrido con ella hasta el punto de derramar lágrimas, pero yo he tenido la suerte de no haberla visto sin antes leer la novela y de haber escuchado apenas un rumor de la historia de Bruno.

La novela es muy real. Podría estar basada en hechos reales. El autor ha podido captar perfectamente las distintas realidades que se presentan en ella: Por un lado, los adultos y sus “oficios” y caracteres. Por otro, los niños, con su inocencia y su ignorancia de lo que realmente estaba pasando a un lado y al otro lado de la cerca, incluso en otras ciudades y, sobre todo, la pureza con la que surge esa amistad entre Bruno y Shmuel y como juntos descubren el poco mundo que los rodean.

Auschwitz que lugar tan terrible.

Aunque, a medida que avanza la novela, el propio autor te va preparando para el final de la historia, tu corazón se encoge, de hecho, he cogido el libro para recordar un poco el final del capítulo 19 y mis ojos han vuelto a empañarse. Es maravilloso como John Boyne narra con tanta delicadeza y con tanta inocencia infantil lo que Bruno vive en aquellos momentos.

Qué difícil tuvo que ser aquello…