El niño con el pijama de rayas

Es un libro que te hace reflexionar y también pensar en todas las situaciones que pasaron estas personas en esas fechas. La verdad me sorprendió la desigualdad que había y la poca tolerancia que había en esa época por tener una ideología diferente o de ser de otra religión, por el cual llegaban a tal punto de eliminarse de una manera atroz.
Es un libro que me ha gustado mucho.
Recomiendo el libro y también la película.

El niño con el pijama de rayas nos cuenta la vida de Bruno, un niño de nueve años. Bruno vive una vida plena en una bonita y gigante casa en Berlín con su familia. Él es un niño muy feliz allí hasta que un día se entera de que van a mudarse a Auschwitz debido al nuevo trabajo de Padre (su padre). Una vez instalados en la nueva casa, Bruno se deprime porque es pequeña y no tiene con quién jugar (odia a su hermana). Un día, mirando por la ventana, descubre una especie de “granja” donde ve a personas con pijamas tras la alambrada Después de mucho pensar, al final su curiosidad gana y al acercarse a ese misterioso sitio, conoce a un chico rapado con un pijama de rallas llamado Shmuel. Aquí empieza una inocente amistad entre dos chicos que verdaderamente no saben muy bien qué es lo que está pasando.

Nos encontramos en una dura época histórica que se cuenta desde el punto de vista de la inocencia de un niño de nueve años. Bruno no comprende el trabajo que realiza Padre ni la relación tan cercana que tiene con su jefe, el Furias. Tú y yo, que ya tenemos una edad y comprendemos mejor estos temas, sí veremos qué es lo que está pasando realmente. Nos dolerá esta lectura porque también duele mucho leer los pensamientos de un niño tan chico que no se entera de nada y vive la otra cara del holocausto. Bruno lo cuenta todo con tanta inocencia, que desgarra. Además, a todo esto hay que añadir que es un chico muy especial (cuando leáis el libro, descubriréis el motivo).

La relación que tiene con Shmuel es muy sincera y bonita, cada uno va contando sus experiencias y vemos cómo Bruno se extraña por la vida que ha tenido Shmuel. Bruno no comprende qué hace su amigo allí encerrado, por qué vive con más gente y tampoco entiende por qué está siempre hambriento y tan delgado…Entre ellos se crea un lazo muy difícil de romper. Por otro lado, Shmuel tampoco comprende nada de la vida de Bruno, ya que a él se le ha negado toda libertad.

La abuela y la madre de Bruno también son unos personajes que considero importantes. Ellas se enfrentan a sus respectivos maridos, ya que no comparten sus actos. El final es…sin palabras. Lo pasé muy, muy mal. Eso fue lo que hizo que yo ya explotara por dentro. Sinceramente, esta reseña me está costando mucho hacerla porque no sé cómo expresar con palabras lo que me ha hecho sentir este libro. Es mucho más de lo que cuento.

Y es que este libro nos enseña que son los adultos, con su violencia y prejuicios, los causantes de la guerra, ya que los niños solo quieren jugar y ser felices independientemente de la raza, sexo, religión o posición social de su otro compañero de juegos. Este es un pensamiento que diréis que es obvio pero creedme, no está de más recordarlo…

El estilo del autor es muy sencillo y claro. No he tenido ninguna dificultad al leer este libro, es más, todo han sido facilidades. Este autor tiene el don de transmitir mucho con sus palabras y de enlazarnos a la mente de los personajes.

Con respecto a la película…¡ayer la vi! La adaptación no está mal, aunque obviaron muchas cosas importantes. En general me ha gustado porque han sabido captar la esencia del libro y he vuelto a sufrir.

El niño con el pijama de rayas es una historia inocente pero a la vez dura que os recomiendo si os gusta leer sobre esta época histórica.
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Con éste libro me es imposible definir con palabras todas las emociones que te hace sentir cuando lo estas leyendo.

Nos encontramos en Berlín,1940, donde Bruno de ocho años, se va a trasladar junto a su familia, a vivir a una zona rural, debido al ascenso de su padre que es un oficial nazi. Allí, le llamara la atención que al otro lado de la cerca que rodea su casa, que ve desde la ventana de su habitación, hay una especie de granja en la que todos sus habitantes visten unos pijamas de rayas. Cuando pregunta que es ese lugar nadie le explica nada, simplemente le prohíben acercarse.
Bruno no puede saberlo, pero nosotros los lectores, enseguida comprendemos que se trata de un campo de exterminio nazi.

Y como todos los niños le puede la curiosidad. Desobedeciendo a su madre, se va al bosque hasta que se encuentra con una alambrada.  al otro lado, un niño de edad parecida a la suya, y que viste un pijama de rayas está descargando una carretilla. Se llama Shmuel y es judío, aunque eso nuestro protagonista no lo sabe y tampoco le importa. Lo que le importa es que por fin ha encontrado a alguien con quien jugar.

La relación de Bruno y Shmuel es muy sincera. Cada uno va contando sus experiencias. Bruno se extraña de la vida que tiene Shmuel, no comprende por qué está encerrado, por qué siempre está hambriento… Shmuel tampoco entiende nada de la vida de su nuevo amigo ya que él no sabe lo que es la libertad.
Entre ellos se creará una amistad cada vez más fuerte, hasta el punto que Bruno se cuela al otro lado de la alambrada y se pone un pijama de rayas, para ayudar a Shmuel a buscar a su padre.

La parte final es realmente conmovedora. Ver como dos niños recorren el campo en su inocencia y no entenderán nada cuando sean encerrados en la cámara de gas. Y ahí, veremos como el padre de Bruno se verá golpeado por la realidad, cuando se dé cuenta de que es lo que ha sucedido con su hijo. Pero ya será tarde porque el daño es irreparable.

Con un estilo sencillo y claro, el autor es capaz de darle vida propia a los personajes. Cuando estás leyendo este libro, puedes ver a través de los ojos de nuestro joven protagonista. Nos transporta al escenario en que trascurre la historia.

Es un libro que te hace ver a través de los ojos inocentes de unos niños que no saben muy bien qué es lo que está pasando. Nos muestra hasta donde es capaz de llegar el ser humano con sus perjuicios y su violencia. Y como los niños dentro de su inocencia solo quieren ser felices, sin importarles la raza, la ideología y/o la religión.
Una historia muy triste que nos debería ayudar a reflexionar sobre la condición del ser humano. Porque si bien es una novela, no se aleja tanto de la realidad, cuando unas personas se creyeron superiores al resto, y con derecho para decidir sobre la vida de millones de personas. Y lo que no debemos olvidar nunca es que todos somos iguales independientemente de la religión, raza, costumbres o pensamiento.

El niño con el pijama de rayas es una historia inocente pero dura. Un libro contado desde el punto de vista de un niño que no entiende de diferencias entre personas, no entiende el trabajo que tiene su padre, no entiende porque su madre se quiere ir, cuando descubre la verdadera fuente del nauseabundo humo negro que sale de las chimeneas del campo.

Sin duda es un libro muy recomendable para todo tipo de lectores, sobre todo si te gusta dicha época histórica. Un libro que te enternecerá y estremecerá a partes iguales

Una historia ambientada en la segunda guerra mundial, trata sobre la amistad entre dos niños, uno perteneciente a una familia judía que se va a vivir a un campo de concentración, y el otro niño, perteneciente a una familia nazi. Vemos la relación de amistad que se establece entre ambos, al margen del odio y las diferencias por cuestiones políticas, que existían entre los adultos. Es un libro que invita a hacer muchas reflexiones y deja claro que la inocencia e ingenuidad de los niños deberían ser intocables al margen de cualquier guerra, ellos nunca deberían pagar por las atrocidades llevadas a cabo por los adultos.

La inocencia perdida y la humanidad encontrada a cada lado de una alambrada que albergaba los horrores más inhumanos de la historia. Lo que propone el autor irlandés John Boyne es transmitirlo desde la mirada limpia de un niño de 9 años, hijo de un alto mando alemán cual preocupación más importante es que su nueva casa solo tiene tres plantas, ajeno a lo que los campos eran en realidad, incluso a lo que su país inflingía a un pueblo y a toda Europa.

Una novela que aún narrada a través de los ojos limpios de Bruno, es dura y el horror está palpable en su ambientación, cada día en esa casa junto a la muerte, a pesar de no ser nada explícita. Mi sensación es que es un libro iniciático en el tema de Holocausto y la Solución Final, por narrativa y escritura sencilla, posiblemente, llego muchos años tarde a su lectura pero es una historia que se lee en un suspiro.

La gran bondad es su ritmo y facilidad lectora, también cómo muestra el contraplano de lo que estamos acostumbrados, la literatura o el cine nos ha enseñado muchas veces lo que sucedía de las alambradas hacia adentro, pero casi nunca lo que sucedía fuera. Sus personajes son subrayados estereotipos, la importancia radica en el sufrimiento del lector por el destino de este niño. Un destino sorprendente y devastador que nos deja sumidos en la oscuridad, junto a Bruno y Shmuel, quizás perdidos para siempre.

He releído esta novela por 2 razones, 1) que me sirve para un reto que estoy haciendo y 2) porque en Marzo sale la secuela y sólo me acordaba a grandes rasgos de la historia, ya que lo leí por primera vez hace bastantes años.

Es una historia emotiva, triste y conmovedora, narrada desde la visión inocente de un niño de 9 años, Bruno, de cómo su realidad cambia y tiene que amoldarse a las circunstancias y a las exigencias de sus padres en época de la Segunda Guerra Mundial.

Bruno es un niño que vive en Berlín en una casa grande de 5 plantas y de repente se tiene que trasladar a Auschwitz, a una casa con sólo 3 plantas, ya que El Furias el jefe de su padre, le ha mandado a trabajar allí como comandante.

Al lado de su casa hay una alambrada, donde vive mucha gente que visten con un pijama a rayas, a Bruno le da mucha curiosidad la alambrada, así que un día sale a explorar por el camino de la alambrada y del otro lado se encuentra a un niño también con el pijama de rayas, este niño es Shmuel. Y ahí comienza la historia de Bruno y Shmuel.

Como la película, un muy buen libro. Está destinado a un público juvenil, por lo que no debemos esperar una lectura muy complicada y adulta, pero se puede leer y disfrutar a cualquier edad. Todos conocemos esta historia, aunque sea por la película, por lo que poco más hay que decir.

hablamos de un libro que todos deberíamos de leer. a mi hijo de 13 años se lo mandaron en el instituto, algo fuerte la verdad. peor donde aprenderán la cruel historia que vivieron en esa época y la verdad que fue un ejercicio muy bueno y humanitario en clase donde los acerco unos a otros sabiendo el sufrimiento que se vivió en su día y les marco a todos los nenes y desde entonces no hay peleas ni rencores entre ellos . espero que lo puedan leer en más institutos. contando y enseñando la realidad de la historia. lo aconsejo 100%

Gracias a esta preciosa novela, descubrimos una vez más cómo los peores conflictos están llevados a cabo por los prejuicios y el miedo a lo que es diferente a nosotros.

Amistad, amor, celos, odio, risas y llantos llenan las páginas de esta obra que no deja indiferente al lector que la sostiene entre sus manos.

Si no la has leído, es una novela que tienes que leer. Simplemente espectacular. Muy dura, y difícil de asimilar, como gran parte de las obras que narran situaciones de la segunda guerra mundial y de los campos de concentración, pero esta si cabe, narrada desde la perspectiva de un niño de ocho años la hace todavía más especial.

Observar como los niños son buenos por naturaleza, que el ser humano más “humano” que hay son los más pequeños, donde no existe la maldad, los prejuicios… Y vivir la historia en primera persona hace de esta novela algo único. Totalmente imprescindible.