-No debemos pensar que somos mejor que nadie, hijo. Nunca debes olvidar tus orígenes, Simón, porque el alma del ser humano alberga para siempre en lo más profundo la esencia de sus raíces. El dinero no hace al hombre, aunque, sin duda, puede llegar a cambiarlo. No permitas nunca que eso te suceda, hijo mio, porque aquello que hoy ves en la cresta de la ola, inalcanzable, soberbio y casi divino, mañana puede reposar en el fondo del mar. |