Mi indomable y bella señorita

Descubrí a esta autora en Cuando decide el corazón que fue una de mis mejores lecturas del 2020. Y esta que os traigo hoy es la tercera novela que leo de ella.

En esta ocasión, Elizabeth Bowman nos traslada hasta 1816, al condado de Hampshire (Inglaterra). En Hillsborought Manor vive la joven, indómita y vivaz Evangeline Hillsborought. A sus 20 años prefiere pasear por el jardín o cabalgar sin montura antes que regirse por las normas de la encorsetada sociedad que le ha tocado vivir. Su madre quiere que siente la cabeza y deje de ser una joven alocada y salvaje para casarla con el prepotente e insufrible Sherman Patterson. Nada más lejos de los deseos de la joven.

En su camino se cruza el maduro, apuesto y serio coronel Robert Hamilton, todo un héroe de guerra que por mucho que se resista no podrá evitar caer encandilado ante la belleza e impetuosidad de la joven a pesar de que casi 20 años de edad les separen.

Cuando pienso en una novela del género, siempre pienso en un hombre y un mujer que se conocen, se llevan fatal desde el primer momento pero sienten una gran atracción que no quieren reconocer en un principio, pero que terminan perdidamente enamorados y felices. Todo un cliché que, por otro lado, me encanta y disfruto muchísimo.

Sin embargo, en esta adorable novela (sí, tan adorable como la protagonista) la autora rompe totalmente con ese chiché y nos trae algo original y fresco ¡Los protagonistas no se llevan mal! Tan solo durante un breve momento parece que será así, pero no ¡Su historia de amor es diferente!

No nos encontramos con grandes enfrentamientos, desplantes ni dramáticas situaciones, sino que veremos cómo, poco a poco, va surgiendo entre ellos el amor y la amistad, cómo esas dos almas que pudieran parecen tan diferentes la una a la otra se complementan y se apoyan.

Para mi ha sido una novela dulce, sin grandes sobresaltos pero con preciosas y románticas situaciones. Además, me encantan los guiños que la autora hace a escenas de mi querida "Orgullo y Prejuicio". Y como no, he terminado enamorándome de Robert Hamilton ¿Cómo resistirse a un maduro, enigmático, apuesto y responsable coronel? Yo no soy capaz...

La novela está muy bien escrita y ambientada: nos describe los paisajes, los ropajes, algunas costumbres y normas de la época (sobre todo las relacionadas con el mínimo papel que tenían las mujeres en la sociedad).

Mi indomable y bella señorita es de esas novelas que te hacen sonreír durante su lectura sin tú darte cuenta y que terminas con un gran suspiro de satisfacción.

Si os gusta la novela romántica, y en concreto la romántica histórica, estoy segura que la disfrutaréis tanto o más que yo.



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En esta historia nos encontramos con Evangeline, la hija menor de un rico terrateniente que no desea acatar en silencio las férreas normas de la época ni casarse con un hombre al que detesta, y con Robert, un veterano coronel tranquilo y solitario. Los dos protagonistas me han gustado mucho (sobre todo ella, evidentemente), pero su relación no me la he llegado a creer, me ha parecido un enamoramiento demasiado rápido e intenso para las pocas escenas que tienen juntos. La ambientación y los personajes secundarios (el mejor, sin duda, George) están muy bien. Se lee rápido a pesar de la gran cantidad de descripciones que hay.

La historia de amor en sí me ha gustado, es de esos amores pausados y sosegados. La construcción de los personajes está muy bien hecha, las personalidades marcadas, logras conectar con los protagonistas y odiar a Sherman o incluso desquiciarte con la madre de Evangeline... También he disfrutado de sus claras referencias a la obra de la gran Jane Austen.
No obstante, la forma de escribir la historia, con vocabulario, formas gramaticales y de descripciones más propias de una novela antigua ha hecho que no haya disfrutado está historia tanto como yo esperaba.