Llevo una semana un poco romanticona y algo melancólica y me apetecía leer alguna novela romántica, donde el amor sea el eje central y el exclusivo de la historia. Con personajes que se aman desde el primer momento pero su orgullo y sus prejuicios les hacen enfrentarse aunque cada enfrentamiento, en contra de su voluntad, los une y enamora más. Y esta novela ha cumplido perfectamente con lo que esperaba de ella. Y, tal y como quería, me ha hecho suspirar. Ni dos días me ha durado. |