Si tuviese que emplear pocas para describirlo, diría que es real, muy conmovedor, tierno y esperanzador. Nos cuenta la historia de James, un ex-adicto a la heroína, que en plena fase de desintoxicación y de querer reencauzar las riendas de su vida, se encuentra con un gato callejero y herido que deambula por su apartamento. Gato al que decide adoptar y llamar Bob. A partir de ahí, James nos relata de forma amena, real y poco dramática las aventuras que le suceden con el minino y como éste le ayuda a seguir adelante con su vida tan sumamente complicada. Nos hace ver lo duro que es vivir al día, sin tener nada, y tener que luchar por cuatro monedas en la calle. Un libro corto y entretenido, que logra llegar al corazón. Los amantes de las mascotas me entenderán... Es maravilloso el vinculo de amistad que se forja con una mascota, y del gran apoyo que pueden ser. |