Siempre nosotros

Aunque es cierto, como ya comenté en su reseña, que el final del primer libro de esta biología cierra muy bien la historia, quería animarme con el segundo (este) para ver cómo les iría la vida a nuestros queridos Jamie y Wes.

En este libro ya son una pareja propiamente dicha, pero para no crear posibles noticias que perjudiquen a nuestros chicos, deciden no sacar su relación a la luz: este es el punto fuerte de la trama.

Estuve leyendo el libro en un momento en el que estaba medio de parón lector, así que recuerdo que lo tuve que dejar de lado (repito, por motivos personales y no del libro), pero cuando volví a él me reenganché y tuve muchas ganas de continuar la historia (lo que demuestra mi teoría de que fue más culpa mía que del libro).

El momento crítico de la historia no me lo esperaba para nada, pero creo que estuvo muy bien desarrollado y que encajó muy bien con la historia y su evolución.

En este libro hay otros personajes que cobran importancia, como cierto compañero de equipo de Wes del que no me importaría leer un libro contando sus vivencias.

Volvemos a tener escenas de sexo, pero creo que en esta parte se relajaron más las autoras (gracias) y no me resultaron tan excesivas.

El final, por último, me pareció idóneo para terminar la historia de estos carismáticos jugadores de hockey.