La piel de las sirenas

Primera lectura del año, y primeras 5🌟.

Simidele es una Mami Wata (lo aquí conocemos por sirena) y su deber está muy claro: llevar ante Olodumare las almas de aquellas personas que caen al mar. Todo muy sencillo hasta que un joven que ha sido lanzado, lo encuentra vivo y digamos que esto va contra las normas y que la ha liado pardísima. La diosa que la ha creado, la manda a pedir disculpas en persona al propio Dios, por lo que se enfrentará a una aventura de la que termina por depender toda la humanidad. Y, además, debe tener varias cosas en cuenta: mantener su forma humana, no fiarse de nadie, encontrar las joyas que la ayudarán a convocar a Olodumare y, sobre todo, no puede enamorarse ya que eso la llevará a su propia desaparición.

En esta novela vamos a encontrar mitología africana, cosa que me ha parecido superinteresante y que no he visto en otros libros. También, es una especie de retelling de "La sirenita", pero muy ligeramente. La cultura nigeriana está en toda la obra y, también se trata la esclavitud (ubicamos la novela en el s. XV).

Esta historia me ha fascinado de principio a fin, paraba cada vez que salía un término desconocido para buscarlo y averiguar cómo era tal monstruo o deidad. Vamos a vivir una aventura con muchos contratiempos, seres mitológicos y una relación de desconfianza que irá cambiando hasta casi ser la perdición de Simidele.

La obra está narrada por la Mami Wata en primera persona, pero de vez en cuando tendremos flashbacks de cuando fue humana (porque sí, otra de las cosas que más me han intrigado es como una sirena llega a serlo). Me ha gustado mucho cómo escribe la autora y me encantaría leer los próximos libros que traigan aquí. 

Es una historia para disfrutar, aunque a medida que avanzas sabes que en algún momento vas a sufrir por los personajes, y así ha sido. Ese final tan... descolocante, tan impropio, ha sido todo un shock para mí y mi shippeo. Además, si os gusta que os sorprendan... hay un par de plot twist que me han dejado la boca abierta.

Por cierto, la nota final de la autora la tenéis que leer 👀, yo no digo nada.