Esperando a mister Bojangles

¿Bailamos? Una propuesta que, a través de los protagonistas de este libro, vamos a descubrir. Y ellos sí bailarán al compás de la música y la voz de Nina Simone, una y otra vez , porque Mr. Bojangles recorre la narración desde el principio hasta final, una canción que puede sonar triste aunque a la vez, también suena alegre y desde el propio título, la estamos esperando. Y vaya si llegará.

Una obra genial, loca, de sabor agridulce e irónico y como la canción, también es una novela alegre y divertida pero en la que se exhibe además, la poderosa tristeza.

Está muy bien, el principal narrador es un niño, que rememora su infancia, tratando de explicar desde su punto de vista y con un lenguaje propio de su mundo, cómo es su vida y la vida de unos padres nada convencionales, a los que adora y con los que disfruta de experiencias nada comunes, excéntricas y muy particulares y peculiares. Como ejemplo, bailar, saltar , beber y convivir con invitados y largos días de fiesta.

Unos padres que forman una gran y espectacular pareja viviendo al máximo y de forma muy singular cada momento de cada día, siempre con amor y en busca de su felicidad y a los que no les importa lo que puedan pensar los demás. Y siempre bailarán.

También aparece la voz narrativa del padre , Georges, que intercala su narración en capítulos en los que lo que pretende es escribir su historia para la posteridad y en ella, se nos van rellenando todos los huecos que su hijo no sabe o no ha podido desarrollar.

Y es así, como con las dos voces narrativas nos iremos adentrando en un mundo absolutamente onírico y surrealista , pero también muy especial y donde dejamos la cotidianidad para vivir junto a los extraordinarios protagonistas, experiencias que tienen la particularidad de aumentar nuestras ansias de conocerlos a fondo y vivir la vida con ellos.

La madre del narrador, una mujer tan fuera de lo común que nos cautiva con cada acto y movimiento que realiza y en cada palabra que dirige y es que hace de la vida familiar, una fiesta continua.
Una particularidad excepcional es que es nombrada por su marido cada vez que se dirige a ella, con un nombre diferente, resulta cautivadora, irresistible, revolucionaria e inmensamente poderosa. Es amada por su marido, y por su hijo como nadie puede esperar.

Georges, el padre y el marido , un hombre que huye de la monotonía y que sigue las pautas de vida extraordinarias que marcan una forma de vida plena, rica, extraña y extravagante, pero al que también adoramos, pues derrocha amor por los cuatro costados. Nos dejará sus escritos que lo corroboran.

El hijo narrador, de un matrimonio atractivo, que junto a sus padres vive también el amor incondicional que le muestran y una existencia que, sin seguir ninguna de las pautas impuestas por la sociedad, sin siquiera continuar en el colegio, pues sus padres le enseñarán, con la finalidad de poder viajar cuando lo deseen a su castillo en España, en el que seguirán sus fiestas y sus bailes sin cesar.

Tienen además una elegante grulla , que vive con ellos a la que llamaban Doña Superflua y que será una más en la familia.

Y un gran amigo, el senador Crápula que los acompañará siempre y hasta el último momento, cuando también las canciones y todos los sueños lleguen al final, y entonces descubriremos que será un despertar también muy doloroso. Pero esto hay que descubrirlo.

Y es que es una novela en la que también encontraremos, mucha calidez, ingenuidad, a la vez que sentido del humor, además de la melancolía, como en la canción.

Un gran relato de amor pero también de desesperación en el que la fantasía prevalece ante todo, pero con la que nos deleitará.

Y nos hará reflexionar y preguntarnos sobre qué es lo convencional, así como profundizar en la existencia y en la realidad.
Muy original y a la vez divertida y conmovedora novela. No nos deja indiferentes pues las emociones que nos depara son profundas e intensas Es asombrosa.

Y bueno, también se ha hecho una película que intentaré ver, ya que tiene muy buenas críticas y un gran reparto y en la que se dice que también las emociones traspasan la pantalla . En España se estrenó en mayo del año 2022.

¡Escuchemos la canción!

Antes de leer el libro, recomiendo algo: busque la canción de Nina Simone.
A todo volumen escúchela y ese compás, esa melodía le acompañará a lo largo de la lectura.

Gracias Ros, me cautivaste comentando el libro.

Este libro es tremendamente original. Travieso a mares. Distinto. Único en su tipo. ¡Así sus personajes!

Delirante todo el tiempo, divertida y alegre en muchos párrafos, y en otros tristes. Contiene una tristeza agridulce exquisita. Una estocada al corazón con el pétalo de un lirio; estocada al fin hinca, pero huele y enamora.

Pasé de una tristeza absoluta, a una sonrisa dichosa, y en ocasiones a carcajadas altisonantes, como en una escena final que nadie pasará desapercibida por la magia del autor de convertir la crudeza en risas disparatadas. ¡Qué genial!

Un chico nos cuenta, mirando hacia atrás, sobre la niñez que tuvo en compañía de sus padres (y de Superflua, una grulla por mascota), un dúo singular que rehúye de los convencionalismos, para quien la locura es el único modo de aceptar la realidad y donde las verdades está siempre cubiertas de mentiras.
Grandilocuentes. Viviendo en grado superlativo. Robándole al tiempo cada segundo atiborrados de cuentos, cócteles y bailes. Ajenos al que dirán.

Su padre a su vez, escribe una obra que ayuda a colocar las piezas faltantes en la historia de este niño, las veces que no estuvo o no entendió por su edad. Dos miradas hermosas de una vivencia compartida alrededor de una mujer que ambos amaron a morir: la madre. Que además solía ser un personaje distinto cada día, partiendo del nombre que su esposo le quisiera poner.

Este chico ama a sus padres, sus padres le aman a él, y los tres aman la vida. Ese mensaje está a flor de palabra todo el tiempo y nos involucra en el compás de la obra musical y literaria, somos parte del acorde, el autor y la cantante eligen: ahora vas a sufrir, ahora vas a reír, ahora incluso vas a querer bailar.

Un homenaje al amor y a la inocencia con momentos de desesperación y duda.

Irónica, surrealista, divertidísima. Reflexiva hasta el dolor. Recomendable.

Difícil hacer una crítica, una reseña o dar una opinión a este particular libro. Lo que sí puedo decir es que me ha encantado. He caído rendida ante Oliver Boutdeaut y su manera de meternos en la vida de esta alegre familia que te invita a bailar, a escuchar Mister Bojangles a todo volumen, a reír a carcajadas y a llorar su realidad. Para mí quedará en un lugar especial en mis favoritos

Amor, ese sentimiento que la mayor parte de humanos experimentamos a duras penas una vez en la vida y cuando lo hacemos somos los seres más dichosos en la faz de la tierra. Amistad, ese otro sentimiento que nos asegura un camino más fácil de seguir si es en compañía, un amigo a menudo es la luz, ese ser necesario para enfrentar la vida. Encontrar a alguien que sea tu amigo y además tu amor es como ganarse la lotería dos o tres veces en la vida, alguien que entiende tus locuras, te acompaña, y muchas veces te guía, es inapreciable. Este libro va de eso, un par de seres extremadamente afortunados que se encuentran, son amigos, amantes, cómplices, dos seres afines que sobreviven a la cotidianidad inventando nuevas vidas a lo grande, porque para que decir mentiras inocentes fáciles de descubrir si se puede mentir a lo grande para crear nuevas vidas, nuevos escenarios, nuevos nombres; y así entre lo que es real y lo que no, los cócteles exóticos y el Mr. Bojangles de Nina Simone se arma este libro.
No se equivoquen, el libro puede ser de lo más alegre, pero como dice el dicho nada es lo que parece, y así por detrás de las fiestas interminables y las garzas rescatadas, encuentras esa fina línea entre la cordura y la locura, esa que si se cruza no ofrece vuelta atrás, entonces las páginas van pasando y descubriendo la cruda realidad de la vida, entre baile y baile sufres y cuando vislumbras el final, respiras, levantas la vista y sabes que a ciencia cierta eso es amor, amistad, pero por sobre todas las cosas, es vida.
No quiero terminar este comentario sin mencionar que la escritura fluye como el jazz en una noche de verano, los personajes son más que humanos, se agradece profundamente la creación de tremendas personalidades, y la historia por más vieja que sea, se renueva en cada en cada curva de camino, en cada vuelta de baile, en cada salto de Mr Bojangles.

Una historia contada a dos voces. La del niño protagonista que recuerda cómo fue su vida familiar con unos padres bastante especiales; y los fragmentos intercalados del padre, escritos para una novela que cuenta la realidad y anticipan el paso a la oscuridad de los trastornos mentales.
Tres protagonistas: Camille, una madre con una gran fantasía, capaz de festejar la vida, viviendo entre invitados, bailes y alcohol, día y noche; Georges, un padre vitalista, alegre y poco convencional, que cada día le da a su esposa un nombre distinto, y así cada día es una nueva aventura con una nueva persona; y Gary, un niño tratado “como a un personaje de novela”, que no asiste al colegio y es educado con las ideas educativas de sus padres, un niño feliz.
Una novela corta, tierna y amarga, surrealista y muy real, que te atrapa por cómo se van desarrollando los hechos; porque llegamos a pensar si hay límites para el amor y la extravagancia o los hay entre la aventura y la locura; porque es una preciosa historia de locura y amor
Esperando a Mister Bojangles es un libro para recrearse en la lectura. Una novela que va enganchando poco a poco, que sabe a la canción que lleva en su título.

No sé cómo calificar esta historia. No sé ni por dónde empezar a contaros los sentimientos que me ha generado.
Es una maravillosa historia de amor; de amor de pareja, de amor fraternal, de amor del que hace sentir envida.
Una locura agridulce que me ha dejado tocada y que me ha mantenido con el corazón encogido un buen rato después de cerrar el libro. Y a pesar de parecer una bipolar, os diré que he acabado llorando y riendo a la vez en sus páginas.
Como digo más arriba, he sentido envida, envida de esa familia, de esas ganas de vivir y reír. Me entraban unas ganas locas de invitar a mis hijos a saltar sobre los sofás y cantar como posesos.
Más envidia de ese amor que nace a pesar de que saben que no será fácil.
Frase tras frase dignas de subrayar, pero os dejo con estas:
- "No sé como los demás niños pueden vivir sin mis padres"
- "Había encontrado a un don Quijote con falda y botas que todas las mañanas, con los ojos apenas abiertos y todavía hinchados, saltaba sobre su jamelgo y le golpeaba frenéticamente los flancos para salir al galope e ir al asalto de sus lejanos molinos cotidianos.'
¿Recomendaría este libro? Sí, sin duda alguna. Es una dulce agonía, una amorosa locura, una ternura extravagante

El titulo emana de una preciosa y triste canción de Nina Simone (1979).

Un libro que aporta una dulce locura en este momento de morosidad universal.
Es la historia de una pareja medio "loquita" donde los padres viven fuera de la realidad tal como la vemos y la vivimos. No se preocupan de la triste cotidianidad sino que viven para divertirse bebiendo cocktails.
Por supuesto que la situación no puede durar, el despertar será cruento.
Una historia original y tierna como una burbuja de champaña.
Enlace: https://pasiondelalectura.wo..

Reconozco que muchas veces un libro me tiene que llamar la atención por su cubierta y/o título para decidir leerlo. Este caso era uno de esos, y es que ni la cubierta ni el título me animaban a leerlo a pesar de la recomendación de gente de la que me fío mucho.

Esperando a Mister Bojangles es una historia dura pero amable, que te deja tristeza al terminarla pero una sonrisa mientras la estás leyendo en gran parte de su breve extensión. Esta historia se centra en la vida de una peculiar familia, madre, padre e hijo. Este último será el que nos lo contará casi todo, con todo lo que eso conlleva.

Con una narración simple, desde el primer momento conecté con la historia, con esa extraña familia francesa que no entra dentro de lo establecido, con un niño extravagante gracias a la educación recibida por parte de sus padres.

Es cierto que no va a ser una historia que me vaya a marcar, y que quizás esperaba que me emocionase un poco más, sobre todo en ese final, que por otra parte me ha parecido bastante raruno, pero sí que puedo decir que lo he pasado muy bien leyéndolo, ha sido una lectura amena de la que he disfrutado mucho.

Suena Nina Simone mientras escribo estas palabras. No podía ser de otra manera. Qué maravillosa locura es esta historia.

“Esperando a Mr. Bojangles”, la ópera prima de Olivier Bourdeaut, nos cuenta la vida nada normativa y alejada de todo convencionalismo de un matrimonio y su hijo. Una vida llena de fiestas, cócteles y baile. Mucho baile. Nada importa más que ser feliz, a la manera en que ellos quieren serlo. El padre llama a la madre cada día con un nombre distinto; ella, jubilosa al extremo, se afana en vivir realidades en las que no es posible más que el disfrute; y el hijo, que adora la locura de su madre, habita ese mundo que ella les comparte, entre la verdad y la mentira. Por si fuera poco, contaremos con la aparición siempre estelar de Doña Superflua, una grulla damisela que vive con ellos en su piso parisino y tendremos un castillo español a orillas del Mediterráneo como residencia vacacional.

Narrada a dos voces por el hijo ya adulto y el padre, la novela cuenta cómo se conoció el matrimonio y cómo fue la llegada del hijo; su accidentado paso por el colegio; fiestas, fiestas y más fiestas; y la caída, paulatina y sin retorno, de la madre al abismo. Lo que comienza siendo una frivolidad termina sumergiéndonos en la más sutil melancolía.

Tras la sorpresa inicial y pese a la extravagancia de sus protagonistas y de las situaciones que describe, la obra resulta ser una deliciosa mezcla de lucidez y ensoñación en la que a ratos reiremos y a ratos no tanto.
“Esperando a Mr. Bojangles” es una novela fresca y entusiasta que esconde una realidad áspera. Pero, por encima de todo, es una oda inesperada al amor más puro y verdadero y nostálgico, uno que no sabe de etiquetas ni de nombres. Sobre todo, de nombres… ¿Qué más da todo cuando sabes que es ella, que harías lo que fuera, por ella?

Hay momentos, historias, vidas enteras, que posan una y otra vez la aguja de diamante sobre el mismo disco. Acaba y vuelta empezar. En esta novela, solo «Mr. Bojangles» merecía ese privilegio. Alegre y triste a la vez. Así es esta historia y así es como suelen ser los recuerdos. Sea como fuere, como bien dice la canción, bailemos.

“Mis padres bailaban a todas horas, en todas partes. Por la noche, con sus amigos; por la mañana y por la tarde, los dos solos. A veces yo bailaba con ellos. Bailaban de una forma realmente increíble, arrollándolo todo a su paso” ~ Esperando a mister Bojangles de Olivier Bourdeaut.

Mr. Bojangles es el título de una canción de Nina Simone que el matrimonio protagonista de esta historia baila cada vez que tiene oportunidad. El hijo de este matrimonio es quien narra en primera persona la vida de sus padres y de sus rarezas. Por ejemplo, la madre cambia de nombre todos los días y tiene un nombre fijo para la celebración de San Valentín. El padre, que ama a su mujer por encima de todas las cosas, sigue las excentricidades de su mujer y es, al mismo tiempo, el segundo narrador de esta historia.

Esa doble narrativa es lo que más me ha gustado de Esperando a Mr. Bojangles, porque vas viendo la historia desde el punto de vista del niño y al rato es el padre quien narra la situación poniendo al lector ante una realidad que difiere de la ficción.

Una historia preciosa pero muy dura en la que se pone en evidencia la necesidad de recibir amor en las enfermedades mentales y de cómo el humor, el baile, o la música nos ayudan a sobrellevar las situaciones adversas en nuestra vida. La verdad es que es de esos libros que se leen muy fácilmente pero que tras cerrarlo quedas tocada.