Roja y gris

Me sientp como si hubiese estado estos días por China conociendo aquello: sus calles, su olor, su gente... pero no he tenido que coger un avión ni nada, solo he abierto: "Roja y gris. Andanzas y tribulaciones de un joven corresponsal en China", de Javier Borrás Arumí

Nos narra de manera fresca y amena su estancia en el país asiático, como corresponsal de un periódico español.

Ha sido maravilloso perderse, en bicicleta o andando, por sus calles; sentirse allí.

Resalta todos esos detalles que no llegas a divisar cuando vas sólo para un par de días, como el buen hacer de su gente: "China es, de todos los países en los que he estado, en el que más gente se ha acercado a mí, por puro altruismo, y me ha ofrecido su ayuda y simpatía de manera espontánea".

Destaca el concepto que tienen sobre estudiar y la educación, diciendo: "el conocimiento es el camino al respeto social", o sobre los estudiantes: "ninguno de ellos dudaba de que estudiar era el camino a una vida mejor"

Como os digo es una fresca lectura que nos ayuda a quitarnos de encima prejuicios y complejos. Es también una visita turística a la Gran Muralla, al Gran Buda de Lesham o a una misa en chino.

No sé si habré aprendido m, tras la lectura, a pedir comida "no demasiado picante", espero que si algún día paso por allí no sufra la tortura, tan divertida, de probar esos manjares que te queman hasta las pestañas.

Me gusta mucho el mensaje que deja de que, hay que leer libros para conocer un país, pero leer sus novelas, sus relatos, poemas y artículos periodísticos, esos que nos hablan desde el haber estado insitu.

Un placer para la imaginación y el aprendizaje. Ojalá las guías de viaje fueran todas así.