No me ha gustado esta novela ganadora del Premio Café Gijón 2016. Aunque la historia pudo resultar humanamente interesante, con un terrible drama familiar provocado por la muerte de un niño y el Via Crucis que resulta para cada uno de los sobrevivientes : la hermana y los dos padres. Pero el relato está escrito de manera deliberadamente deshilvanada con capítulos cortos y que cambian de narrador en permanencia, de manera que el lector debe empezar por desenredar la madeja y preguntarse quién está narrando ! Me cansé del esfuerzo a poco más de 50 páginas. |