«Por impulsivo que sea el acto y confusos los motivos, cuando al fin una persona decide quitarse la vida ha alcanzado cierta claridad pasajera» Casi no he leído autores colombianos y mucho menos autoras, quizá por falta de interés o falta de información (o ambas) pero nunca me había tomado la tarea de buscar y ver cual podría llamarme la atención. Hace un par de meses llegué por casualidad a este libro y sentí que era la oportunidad perfecta para explorar a estos autores/as y juzgar si podría seguir leyéndolos o no. La temática del libro puede no ser muy llamativa para algunos, no es feliz ni agradable pues habla sobre algo a lo que muchos le temen o que simplemente ignoran:el suicidio. En este libro Piedad nos relata el suicidio de su hijo y cómo fue para ella afrontar esa situación que tanta incomodidad logró generar en quienes la rodeaban. Relata de una manera muy personal y maternal los hechos que llevaron a Daniel a terminar con su vida. Relata, de manera no muy superficial pero tampoco con mucho detalle el trastorno con el que tuvo que cargar su hijo por años y el cual fue causante de dolor físico y mental no sólo para él sino para toda su familia. Es un libro crudo y doloroso, un libro que relata la realidad que vive alguien con una enfermedad mental y la posibles consecuencias que traerá. Aunque esta escrito de manera muy bella, no disfraza la verdad, y de una manera extraña y personal te conecta con ese dolor y lo hace sentir tuyo. Esta lectura me dejó un poco rota, pero se me hace completamente necesaria. No duden en darle una oportunidad, ha sido de mis mejores lecturas y ha tomado un lugar especial en mí. |