La anguila

Sigo los pasos de Paula desde que vi su ilustración donde "la ç cambiaba dolor por dolçor" (dolor por dulzura).
Sus obras ilustradas, su cambio de estilo al pintar... Y ahora su primer libro.

Había visto ya en alguna reseña que prácticamente lo lees del tirón, que no puedes dejarlo. Y así es, toda la razón. En dos sentadas lo he devorado. Porque es de verdad, es su vida la que nos cuenta en La anguila, pero en la que tanto nos podemos ver reflejadas (más cuando la historia transcurre en la misma ciudad, misma época, tantas amigas en Bellas artes... ).

Paula no se esconde, porque no hay que hacerlo. Su dolor por la pérdida de sus "mosqueteras", su dolor por esa relación no consentida y de la que no se es consciente hasta pasados años... Porque la costumbre y la "educación" es lo que siempre hemos llevado en un subconsciente que por suerte ya está cayendo con fuerza.

Nos cuenta sus relaciones tóxicas, de las que pudo salir, y relaciones familiares donde el amor sí es verdadero. Nos comparte la correspondencia entre sus abuelos ❤ y la importancia de la amistad, muchas veces nuestra gran salvadora.

La pintura y las letras biográficas de @paulabonet enamoran.

La anguila te atrapa, te retuerce y no te libera hasta que llegas a su última página. Un libro cargado de pintura, de sexo, disolventes, barnices, abortos, brochazos llenos de abusos y hasta una violación. Con este cóctel y tras varios libros de ilustraciones a sus espaldas, Paula Bonet nos presenta su primera novela con toques autobiográficos, publicada por la editorial Anagrama.
Es complicado realizar una reseña de un libro que te hace sentir tantas cosas. Paula nos narra la historia de una estudiante de Bellas Artes a través sus comienzos con la pintura, la influencia que tuvieron sus abuelos en su vida y temas tan delicados como un aborto voluntario cuanto era joven o los duros abortos espontáneos que tanto han marcado la vida de la autora.
Con un estilo narrativo que te atrapa, se le da hostias a diestro y siniestro al sistema patriarcal que por desgracia aún existe. Conocemos los pasos por su juventud a través del control excesivo de su ex que llega al punto de agredirla; su huida hacia Chile gracias a una beca universitaria para alejarse del profesor universitario que le dobla la edad y que con su alto estatus y a través del abuso de poder, la manipula. Lo peor de toda esta violencia silenciada es que se ve normalizada a lo largo de los años sin que pase nada.
Otro episodio que nos narra es la violación por un Premio Nacional de Poesía mientras está ebria y que hasta pasados diez años no es capaz de ponerle nombre a lo ocurrido, dándose cuenta de que fue una violación. Una gran crítica la de este libro para darle sonoridad a los casos por los que aún pasan multitud de mujeres, y por los que aún queda mucho por hacer.
Un libro que no te deja indiferente, con un lenguaje muy directo, donde se mezclan temas tan delicados con la pintura. Una vez más Paula ha conseguido que me emocione un libro suyo.
Desde conocí la obra de Paula Bonet hace unos años, siempre ha sido un referente en cuanto a la pintura, y ahora consigue que también sea un referente en la escritura. Enhorabuena por toda tu carrera, que desde aquí envidio. ¡Brava Paula!
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Ha sido inevitable no subrayar cada frase que leía de "La anguila". Muchas de ellas resonaban conmigo, eso me ha asustado pero a la vez me ha reconfortado, me ha hecho darme cuenta de lo importante que es no callar. Saber que la autora escribe lo que escribe con la intención de visibilizarlo y hablar sobre todo aquello de lo que nunca se ha hablado, o se ha vivido en silencio durante tanto tiempo. Desde las cartas de sus abuelos, pasando por Sinnombre, por la universidad, los embarazos, los abortos, el arte, la violencia, el abuso, la vida en Chile, la pintura, los amantes, el sexo, el cuerpo, la sororidad, las maternidades, el dolor, la pérdida, la rabia, la culpa. Descubrí a @paulabonet en "Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End", tuve la suerte de conocerla hace unos años en una firma de libros. Ahora, al encontrarme con su nueva obra, comparo los inicios, los finales y la necesidad que tiene de plasmar cada momento vital para sanarse a si misma, que a su vez, nos sana a todas las demás. Ha sido todo un lujo leerla de nuevo, en esta ocasión desde una escritura más profunda y personal.
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Recojo estos fragmentos de memoria ficticia. Los recompongo en mi propio cuerpo, los transito, porque también son mios de alguna forma.

Invito a meter la mano en este cesto de anguilas incómodas que se retuercen sobre las fisuras hirientes que componen nuestros relatos que no encuentran lugar en ningún centro:
"Cómo se hace para hablar de la condición humana cuando se es mujer?"
Para mí esa esa es una pregunta fundamental para adentrarse en esta novela.

A pesar de todo el dolor contenido en estas páginas, hay rescoldos de belleza. Paula logra fundir la plasticidad de la pintura con la de la palabra escrita, y eso me parece hermoso y tremendamente complejo.
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