Mi nombre es sei shonagon

Nuestra protagonista nos sumerge en un Japón triste y solitario, marcado por unas normas sociales tan rígidas que poco a poco harán que te rompas, y si en algún momento te sales de ese camino tan bien establecido y marcado no podrás ser feliz ni un engranaje útil en esa sociedad que te machacará continuamente para que cumplas lo que se espera de ti.

Y tanto nuestra protagonista como los hombres que acuden a su pequeña tienda de incienso en busca de consuelo o consejo, lo saben muy bien. A través de las diferentes conversaciones que Sei mantiene con sus clientes, conoceremos esa sociedad donde el éxito y el estatus social está marcado por lo que consumes y tu puesto de trabajo. Aunque si eres mujer, lo único que se espera de ti es ser buena esposa y madre sin importar que tengas otro tipo de aspiraciones.

Pero Sei constantemente se cuestionará no sólo el papel de la mujer, sino también el ritmo de vida acelerado de la sociedad nipona, el consumismo extremo, la represión del individualismo, el pensamiento propio y de los sentimientos, o el honor a la familia.

Todas estas críticas se desarrollan de una manera pausada y sutil y donde los silencios pueden expresar mucho más que las palabras.

Sin duda, “Mi nombre es Sei Shonagon” es un libro muy recomendable si os gusta la literatura japonesa, ya que aunque su autora es Australiana ha sabido captar completamente el estilo de las novelas niponas.

Y para mí ha sido una novela de diez por cómo se cuestiona la sociedad porque aunque se centra en Japón, se puede extrapolar a cualquier otro lugar, y por tener una protagonista tan fuerte que lucha para ser feliz y tomar sus propias decisiones.