El gemelo imperfecto y otros relatos

La autora nos trae una serie de historias o relatos cortos donde se destacan algunos de los valores, ya sean positivos o negativos, de la Sociedad actual.
Así, en el relato que da título o nombre al libro, encontramos una crítica a la Sociedad que busca la perfección, pero sin fijarse en las personas. Eso nos hace plantearnos la deriva que lleva nuestra sociedad occidental en la cual no somos capaces de pararnos a hablar y conocer los problemas del vecino, cara a cara, pero conocemos todo lo que ocurre en el mundo al instante. Además de mentir descaradamente en las redes sociales, aunque en la vida real estemos rodeados de tristeza.
Continúa con sus relatos moralizantes y poniendo negro sobre blanco los problemas que envilecen esta sociedad. Así, en otro de los relatos pone de manifiesto la lacra de los abusos psicológicos y maltrato físico en los matrimonios por parte del marido, generalmente, y la manera en que las mujeres sobreviven e incluso consiguen salir, sin que su entorno sea consciente de su calvario. Visibilizando la fuerza de voluntad de las víctimas que hacen frente a su agresor.
Igualmente, y a través de dos relatos parejos, pero con diferente final, nos trata de enseñar que todo en la vida cuesta un esfuerzo. Por ello, en uno el vividor tira por el camino fácil sin saber que nada lo es. Y sin embargo, en el otro obligado por las circunstancias da un escarmiento, o mejor dicho, una lección a su familia cambiando por completo y siendo la única ayuda de su progenitor en una difícil situación.
Sigue con otras historias que vienen a recordarnos que la valentía y la curiosidad tienen un precio.
Para finalizar con una serie de relatos donde nos habla de las relaciones humanas y familiares. Así, en el primero de ellos identifica el ansia de conocer sobre la vida de los demás, aumentado hoy en día por las redes sociales, las cuales sacan nuestro lado más voyeur. Mientras que en los otros se centra en el AMOR que reciben los padres de los hijos y viceversa. Dando lugar a dos estadios distintos, en uno los hijos actúan como unos desalmados sin el más mínimo corazón. Por el contrario en el otro se desvive por su progenitora para ayudarla a pasar sus últimos años de vida en la mejor de las condiciones.
Además, tras cada cuento un poco más largo que el resto, también nos ofrece una reflexión acorde a la lectura anterior.
Al ser una serie de relatos tan reflexivos, personalmente pienso que sería muy interesante su lectura por jóvenes, entre los 16 y 18 años, para que se den cuenta de los valores que rigen la vida.