Cuando el oro aprieta

Se trata de una entretenida y divertida obra, en la que Diego el Serranillo, un bandolero sevillano atraído por la fiebre del oro de 1849, se embarca en un viaje hasta América y se verá envuelto en una serie de eventualidades, que le llevarán hasta el pueblo de Sinner Horn. Y es que tras su paso por tierras californianas... más que el oro, puede presumirse que lo que más olerá será el polvo... (del desierto se entiende).

El pueblo de Sinner Horn es un lugar aparentemente tranquilo, pero Diego descubrirá que un gran secreto rodea al pueblo y junto con un partenaire muy especial, un niño, se lanzará a la aventura de investigar los extraños sucesos que han tenido lugar allí. Una serie de infortunios en la que se verá envuelto pondrán a prueba la agudeza del sevillano.

Podría decirse que es una vieja historia al más puro estilo oeste, donde no falta el consabido "sheriff", los indios, el saloon o personajes muy peculiares como Revólver Dave. A todo eso le sumamos, un misterio por resolver, el oro, las diligencias, la banda de los Barbudos, las vacas del tío Jon, y algunos personajes más que de alguna forma, completarán esta rocambolesca historia de intriga y conspiración.

No siempre es fácil encontrar novelas como estas, con una vertiente perspicaz, ingeniosa, en la que se entremezclan pinceladas de humor con picaresca, algo de poesía (muy buena por cierto) y sutiles diálogos. Narrada en primera persona y en un lenguaje muy cultivado, hacen que en su conjunto sea una prodigiosa novela.

El autor, pone un fantástico broche de oro al libro con un gran final brillante, resuelto con gran maestría.