En esta novela de Nicholas Blake nos encontramos con una historia de detectives al estilo tradicional inglés. Una casa solitaria, un asesinato, un grupo reducido de sospechosos y un detective aficionado, - Nigel Strangeways en su segunda aparición –, que colabora con la policía y finalmente resuelve el caso, y da la explicación en las últimas páginas. La novela está bien escrita, con buena caracterización de ambiente y personajes. La historia planteada es interesante, y el relato es coherente con el final…, pero adolece de un problema que también afectó a muchos otras novelas de la época de oro: era la época en que los escritores planteaban sus novelas como juegos de ingenio, por la que se daba mucho énfasis a las coartadas y a las formas en que se cometían los crímenes, haciendo de éstos, algo complicado y poco probable de llevar a cabo en la realidad, aunque, valga la aclaración, en este caso, esto tiene que ver con el desarrollo de la trama. Enlace: https://sobrevolandolecturas.. |