La mujer que tú quieras

Este fue un libro que me llamó mucho la atención cuando vi la portada y las ganas de leerlo aumentaron cuando leí la sinopsis, pero no sé si ha sido culpa de las altas expectativas, de que no lo he leído en un buen momento de mi vida o de que directamente no es un libro escrito para mí, pero las sensaciones que he tenido una vez he comenzado la lectura no se parecen a las que estaba esperando.

La historia nos presenta a Isabel, una chica que se mudó a Nueva York con la esperanza de convertirse en una actriz de éxito pero que ha visto todos sus sueños truncados y ha acabado trabajando en una tienda de colchones en la que no se siente realmente feliz y viviendo una vida en la que no ocurre nada emocionante. Se entretiene a sí misma metiéndose en webs de citas con perfiles falsos, quedando con chicos y siendo la chica ideal para ellos, para luego al día siguiente borrar el perfil y desaparecer de sus vidas. Y así es como conoce a Mathew, pero con él notará pronto que las cosas no son iguales. Pronto será él el que empiece a llevar las riendas de por donde va su relación (la cual no sabe ni cómo definir).

En un primer momento creí que el libro iba a hablar de cómo los dos protagonistas empiezan una relación basada en algún tipo de juego sexual, y no me equivocaba del todo, pero la manera en que se ha planteado no me ha resultado llamativa. Empecemos con que Isabel hace el perfecto papel de marioneta: se deja manipular como si no tuviera otra opción, hace todo lo que Mathew le pide y, a pesar de tener dudas, sigue cumpliendo todos sus deseos. Y por si eso fuera poco, no tardaremos en darnos cuenta de que Mathew no es ni nada más ni nada menos que una marioneta más, pero esta vez quién mueve los hilos es su jefe, Val Morton, un actor y ex gobernador de la ciudad que parece que no tiene otra cosa más interesante que hacer que escribir el guion de la vida sexual de la pareja.

Hay unas cuantas escenas que me han resultado un tanto incoherentes y que han provocado que el libro nunca llegase a causarme la necesidad de seguir leyendo hasta acabar resolviendo todas las dudas que en este se plantean. Val Morton me ha resultado despreciable y he tenido ganas de meterme al libro y desahogarme, pero también creo que esa ha sido exactamente la reacción que ha querido buscar el autor en el lector.

Al leer, aunque estaba sintiendo que el libro no terminaba de convencerme, lo hacía con la esperanza de que el final consiguiese dejarme con un buen sabor de boca, pero en realidad me ha dejado como si fuese el final de un capítulo en el que te abren más frentes de los que ya había abiertos y no te cierran muchos de los otros. [Alerta de Spoiler] Me he quedado con ganas de que ambos protagonistas tomaran las riendas de sus vidas y mandaran a la mierda a Val Morton, para empezar a vivir sus vidas como ellos quieran, pero Mathew parece que nunca se va a alejar de él e Isabel no tengo ni idea de lo que ha querido dar a entender con su última narración.[Fin del Spoiler]. La verdad es que ha sido el último capítulo más raro que recuerdo.

OJO. Sé que mi reseña no es precisamente motivadora, ya que es el vivo reflejo de lo que yo he ido sintiendo mientras lo leía, pero quiero dejar clara una cosa. Que a mí un libro no me haya gustado no significa que sea un mal libro ni mucho menos. En este caso, yo iba con unas expectativas que no se han llegado a cumplir y eso puede haber influido negativamente. Si te ha llamado la atención el resumen del libro, si quieres saber qué cosas han tenido que hacer Isabel y Mathew o cómo van sus juegos de seducción, te animo a leerlo y crearte tu propia opinión.

Hay un libro para cada persona y tantos gustos como colores, no te dejes influenciar completamente por una reseña que a final de cuentas no deja de ser otra cosa que mi opinión personal.
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Isabel vive en Nueva York y su sueño es convertirse en actriz. Pero nada más llegar, las cosas no le salen nada bien y va de un trabajo a otro. Hasta que consigue un empleo de vendedora.

Aburrida de su monótona rutina y para darle algo de "morbo", decide crearse un perfil en una aplicación de ligues. Pero el juego no es tan sencillo; ya que lo que ella hace es crearse un perfil constantemente después de quedar con dicha persona y hacer creerles que es la mujer ideal gracias a su empatía y a su gran maestría con la actuación. le encanta ese coqueteo, el enamoramiento que crea con cada uno de los hombres que conoce.

Hasta que un día se encuentra con Mathew en esa aplicación. Un hombre igual que ella, que le encanta jugar y no se lo pondrá nada fácil.

Todo parece un juego divertido entre ellos, pero Isabel no sabe que es utilizada por un hombre que tiene sus propios planes para ella y que Mathew no es lo que parece.

Es una lectura amena, fresca y que engancha. Si os gustan los libros de este tipo con suspense, está más que recomendado.

No nos podemos llevar a error cuando en la portada de una novela encontramos una mujer de espaldas, anónima, sin rostro, con un vestido ajustado y escote en la espalda de infarto y si además le sumamos su título La mujer que tú quieras poco nos quedará a la imaginación.
Esta es la obra novel de Carrie Blake, pseudónimo de un autor británico de cuya identidad no ha sido revelada y que nos presenta Ediciones B.
Esta novela nos presenta a la joven Isabel, una mujer soñadora, inteligente, fuerte, independiente y muy empática que se traslada a Nueva York para conseguir su sueño de ser actriz.
No todo será fácil, irá de trabajo en trabajo acabando vendiendo colchones y viviendo una vida gris hasta que junto a sus amigos Marcie y Luke crea un perfil en una app de citas, en cada cita es un personaje diferente consiguiendo ser la mujer perfecta para cada uno de los hombres que conoce. Una vez terminado su juego borra su perfil y si te he visto no me acuerdo hasta que aparece Mathew.
Mathew es un hombre fuerte, posesivo, dominante, un jugador como ella que decide el cómo, el dónde y el con quien. Isabel es su elección y todo ello por orden de su jefe Val Morton quien le encarga que la prepare para un trabajito.
Isabel pasará poco a poco de ser esa mujer independiente a una dependiente absoluta, una marioneta en los deseos de Mathew. Primero con pequeños retos como robar algo… pero pronto la tensión sexual que hay entre ellos se transformará en un fuego pasional.
Una historia bastante previsible con un final precipitado y que no me ha acabado de convencer en el hecho de la transformación de la personalidad de sus personajes y quizás su construcción un poco plana.
En veinticuatro capítulos presentados por el nombre del narrador, Isabel o Mathew, viviremos esta relación tóxica desde diferentes perspectivas.
La prosa de la autora es rápida, limpia y directa, una historia sin complicaciones, rápida de leer y que te deja un regusto especial en el paladar.
Dos jugadores con diferentes barajas que acabaran apostando sus ases de corazones y puede que ninguno sobreviva a ello, con un toque de negro que le da unos puntos extras.
“Nunca sabes la razón secreta que hay tras lo que parecer estar sucediendo. Y si la averiguas, suele ser más siniestra de lo que podrías haber imaginado.”

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