Benjamin Black, el alter ego de John Banville, ha escrito una novel·la que se lee con faciliada y que no puedes dejar de leer. Como toda buena novel·la negra hay la parte de crítica social, que en este caso se descubre al final del libro... donde todo un grupo de hombres que subvencionan un orfanato lo usan para tener «carne fresca». Pero no daré más pista para no hacer un spoiler. El muerto es Ricard Jewell que aparentamente se ha suicidado. El forense Quirke y el inspector Hackett trabajaran para encontrar el culpable puesto que estan seguros que ha sido un homicidio. La ambientación es uno de los puntos fuertes: olores de los pubs, del tabaco, los protagonistas no paran de fumar... La recreación de la clase adinerada de Dublín esta muy bien conseguida, así como la idea de la sociedad irlandesa. Es una lectura y un autor que recomiendo. |