Este libro tiene un desarrollo demasiado lento, además de no tener ningún tipo de giro inesperado. Todo transcurre en una pequeña ciudad de Iowa llamada Broken Wheel. Su protagonista, Sara, vivirá una temporada en este pequeño pueblo donde todos sus habitantes tienen algo que decir, desde el que vende herramientas hasta el borracho. Todos los ciudadanos de este pueblo tienen una historia que contar, pero la principal será la de Sara y su pequeña librería, ese lugar donde todos los finales son felices (o casi todos). Habrá que leerse el libro hasta el final para saber qué pasa realmente con Sara. Desde mi punto de vista, si se le diera más intriga o fuese algo más rápido quizás sería más interesante, pero he de decir que me costó bastante leérmelo. Quitando esto, cuando terminé el libro me sentía una más de Broken Wheel y eché de menos a todos y cada uno de sus personajes. |