Basilisco

“Basilisco” es un libro curioso. Cada capítulo es autoconclusivo, de modo que podría parecer que es un libro de relatos, pero los protagonistas son siempre los mismos: un escritor (antes ingeniero) cuya historia está situada en la actualidad y John Dunbar, un trampero veterano de la Guerra de Secesión cuya historia llega a oídos del protagonista gracias al marido de una conocida de su mujer. Debido a los diversos saltos temporales (por un lado el gran salto a esas expediciones del Oeste de Dunbar, por otro los de la propia vida del protagonista) no sabemos bien si nos encontramos en su realidad, en la ficción que incluye en sus libros o en las historias que le cuentan.

“Basilisco” es también un libro complejo. Se tardan unas cuántas páginas en encontrar el vínculo entre las dos realidades paralelas y entender qué nos está queriendo contar Jon Bilbao. Que, por una parte, es un libro con el que puedes dejarte llevar y sumergirte en esa historia de aventuras de indios y vaqueros, pero una vez vuelves a la realidad te chocas con la falta de inspiración y la extenuación que produce la vida en familia y en sociedad. ¿Es John Dunbar una especie de némesis creada por el escritor para escapar de su anodina vida? Yo diría que sí, y también que necesita desarrollar su historia para perdonarse a sí mismo y a quiénes le rodean (su mujer, sus hijos, sus padres).

No ha sido hasta que he terminado el libro que he conseguido hilar esta reflexión, que me lleva a pensar que hay una especie de tránsito a la madurez y aceptación de la realidad del escritor protagonista como trasfondo. Sea así o no, es un gusto disfrutar simplemente del modo de narrar de Jon Bilbao.

Basilisco es otro libro del autor que me ha encantado, y siendo el segundo que le leo, cierno un poco mejor su estilo. Brillante. Se comenta que sería ésta, su mejor obra, la más lograda, con una gran tensión narrativa y una riqueza lexical. El autor tiene un estilo bastante personal.

La portada del libro es muy bonita y representa la obra The Fool en el estilo hiperrealista del artista estadounidense Luke Anderson.

Basilisco es el apodo de uno de los protagonistas del libro, el pistolero John Dunbar. (El basilisco es un animal mitológico, el rey de los reptiles): es su personalidad huraña y violenta que le ha ganado este apodo.

Se dice de este libro que es una novela, pero entonces se trata de una novela fragmentada y con una estructura particular : varias historias se irán entrelazando, dos de ellas preponderantes, pero sin que nada afecte a la comprensión global y sin contar que algunos capítulos son autoconclusivos. El estilo de Bilbao tiende a jugar con el lector, siendo por momentos poco explícito para que el lector se cuestione.

LA TRAMA : Un ingeniero español, de paso por California conoce a una chica alemana, Katherina, que será más tarde su esposa. En California conocerá a la dueña de un ranch cuyo antepasado fue John Dunbar, un ranchero que participó en la guerra de Secesión, que fue también minero en la época de la fiebre del oro y pistolero. Los hermanos Drummond lo contratarán como guía en una expedición paleontológica en Utah, expedición que resultará una aventura increíble en el Wild Wild West de la primera mitad del siglo XIX.

Para el ingeniero español han pasado los años y ahora escribe. Su matrimonio se tambalea y la paternidad asumida (labores de casa) le quita concentración. El hombre se debate entre dudas existenciales y maritales. Esta parte autoficcional está muy bien lograda con palabras parcas pero acertadísimas para darnos el climax en el que (sobre)vive el escritor.

El resultado es un libro tan contundente que nos pasea de cierta banalidad a un desasosiego terrorífico porque es el lector el que se pasa la película después que el autor ha preparado el terreno. Ese desasosiego que se apodera del lector, me recuerda alguna de las novelas de la escritora estadounidense Laura Kasischke.

Un autor excelente. Habrá que leer toda su obra.
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Cuando leí El silencio y los crujidos me dio la sensación de estar ante un narrador potente, de los que no necesitan demasiados recursos efectistas para conseguir un material deslumbrante, sin ser cegador. Y en esta novela Jon Bilbao ha consolidado esa percepción.

Dividida principalmente en dos tiempos, el presente, donde conoceremos la historia de un ingeniero que se convertirá en escritor y cuya relación con su mujer, Katharina, ensombrece aún más un carácter ya de por sí reservado; y el pasado, la rememoración de una figura propia de las películas del lejano Oeste, John Dunbar, sin duda protagonista de las partes más inquietantes de la novela. Un as bajo la manga que Bilbao sabe aprovechar.

He disfrutado muchísimo de estas dos historias, pero sí que es cierto que hacia la mitad del libro comienzo a darme cuenta de que ese viaje por el cielo oscuro y evocador de la literatura está empezando a dar signos de palidez. Eso sí, sin desprendernos del todo de ciertos momentos lúcidos que consiguen igualmente que no abandones su lectura bajo ningún concepto.

Estamos acostumbrados a la ya poco novedosa expresión de “diálogo entre realidad y ficción”, pero es cierto que en este caso ha traído como resultado un acertado entendimiento textual entre el western (sin caer en tópicos) y la contemporaneidad.

Tengo que confesar que cogí el libro con demasiadas ganas y eso quizá ha derivado en una conclusión que se acerca más al “hubiera podido ser”, que al “podría haber sido”. Pese a que el deseo ha prevalecido más que el hecho, aun así no me ha defraudado, es más, me hace tener más ganas de seguir leyendo al autor.

Basilisco es como un tobogán, una novela donde vuelas alto la mayor parte del tiempo y en la que, al final, acabas deseando haberte quedado en las alturas, en ese lugar intermedio entre la expectativa de cuándo caer y el más puro disfrute de la caída.

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Escrito de una manera impecable, Basilisco rompe las fronteras entre el western, la actualidad y las fronteras entre lectores y autores.
Estructurado como una serie de relatos casi autoconclusivos, entre ficción y realidad, entre el western de Dunbar y la actualidad del escritor aplastado por la sociedad actual, la novela se devora. Te atrapa, como en una tela de araña, pero su propia estructura en relatos impide que la trama se desarrolle aún más.

Aún así, es una lectura excelente, quizás demasiado centrada en los problemas del hombre de mediana edad, pero con una deliciosa mezcla de ficción y realidad.

Estupenda colección de cuentos, conectados entre sí, y con algunas referencias a Estromboli, otra colección del autor que también me gustó mucho.Literatura dentro de la literatura, con varias capas. Me gusta, si señor.