Es un libro muy corto y de ágil lectura. En él Laura Bianchi nos describe los recuerdos de la casa en la que vivió su abuela. Cuando una persona nos deja, si dejamos sus cosas, en este caso la casa, tal y como está parece que no se ha ido que en cualquier momento va a aparecer, pero esos recuerdos tienden a disiparse al ordenar y recolocar todo. Va pasando por varias estancias las cuales se van deteriorando por el agua. Resulta muy interesante como el agua lo convierte en metáfora y va calando en el recuerdo de lo allí vivido. La autora parte de una sensación de vacío y silencio aterrador que invade la casa de su abuela. No es un libro que te enganche y te mantenga en vilo, pero sabes que de él no vas a salir entera, te dejas un trocito del corazón en ella |