Salvando a Caperucita Roja

Bajo este título nos encontramos con una historia dirigida a los más pequeños. En ella se trata principalmente el tema de los abusos infantiles que los menores reciben en la propia casa. de esos malos tratos o abusos que quedan camuflados y silenciados tras la imagen de una familia tan habitual como cualquier otra.

En el libro se relata la historia de la pequeña Caperucita, quien, tras sentirse observada por el lobo feroz, comienza a sentir miedo al verse acorralada y sin un lugar en el que refugiarse. En un primer momento, Caperucita decide contárselo a su madre, pero esta no cree su versión, el lobo de disculpa, pero todo vuelve a repetirse. Caperucita vive en un hogar en el que siente de todo menos paz y seguridad; en un ambiente en el que ningún niño debería desarrollarse y del que solo pueden salir con la ayuda de los adultos. Es por ello que somos nosotros quienes debemos estar pendientes ante cualquier cambio y ante sus llamadas de atención en busca de ayuda. Solo los adultos podemos velar por la protección y por la salvaguarda de sus derechos.

Las ilustraciones de este libro son una auténtica maravilla, pues tienen un enorme poder de comunicación que traspasa las páginas y que nos hace sentir lo que está experimentando la pequeña Caperucita en cada momento. Tal es el peso de estas imágenes que son las auténticas protagonistas de la historia. No obstante, aunque el texto es muy breve, tiene la capacidad suficiente para, con unas pocas palabras, transmitir un mensaje que cala hondo.

La edición es extraordinaria. La portada refleja a la perfección el contenido que nos vamos a encontrar en el interior: una niña acorralada tras las fauces de un lobo feroz. Las páginas tienen un gramaje considerable y una textura encerada. Además, el libro cuenta con un código QR que da acceso a una guía didáctica (aunque aún no está habilitada la página web).

El libro aborda una temática muy importante valiéndose de unos personajes conocidos por los más pequeños y con unos roles muy estereotipados.

En definitiva, es una lectura dirigida a los más pequeños de la casa, pero que no puede ser comprendida si la leen de forma individual. Para que el mensaje llegue es preciso que sea un adulto quien trabaje con los menores el contenido del libro.

En esta historia tenemos a Caperucita que simboliza a todos los niños que de una manera u otra se sienten indefensos, que tienen miedos y que gracias a contarlos y no silenciarlos, el camino hacia la liberación es mucho mejor.

Es una historia dura, pero a la vez necesaria para que los peques se den cuenta de que siempre que tenga un problema, habrá alguien a su alrededor dispuesto a escucharlo, a ayudarlo y sobre todo, a parar ese dolor que padecen cuando tratamos temas tan importantes como el maltrato infantil, el abuso, la violencia y otros muchos temas demasiado dolorosos.

La infancia tiene que ser una etapa bonita, con recuerdos que nos hagan sacar una sonrisa, y sobre todo, donde la inocencia y la felicidad vayan de la mano, por eso tratar este tipo de temas, dando pie a que siempre habrá una luz que nos guíe, una mano que nos ayude, un oído que nos escuche, es súper importante, y mucho más lo es transmitirles eso a los peques, que no están solos y que lo que nos cuenten no caiga en el olvido, sino que se actúe.

Una lectura que bajo mi punto de vista recomendaría a todos los niños pero quizás, desde una edad más avanzada, quizás desde los 4 o 5 años, por lo que a mi peque le ha quedado un poco grande, pero sin duda, en unos años lo leerá y estoy segura de que será una lectura que le enseñe a no callarse nada.

De momento, nosotros ya le vamos diciendo que no se esconda nada y nos lo cuente todo, que siempre nos va a tener a su lado, y en definitiva, creo que eso es lo más importante, que se sienta a salvo para contar todo lo que le atormente.

Aunque tiene apariencia de cuento tanto por el título como por las estupendas ilustraciones, yo lo he entendido como una herramienta para que el adulto que ha detectado en un menor ciertas señales pueda usarlo.
Con este cuento, lo que se pretende es crear un entorno que favorezca que el menor se confíe al adulto que se lo está contando.
Es decir, que pueda sentirse identificado con Caperucita y revelar sus propios miedos y situaciones producidas por otro adulto que le generan desconfianza, indefensión y terror.
Es un cuento muy sencillo pero con una gran labor detrás y un mensaje de esperanza.
Estas herramientas son necesarias para que este tipo de cuestiones salgan a la luz a edades tempranas y poder tratarlas para evitar males mayores.
Es importante reseñar que facilitan un código y un correo para disponer de todo el material que tienen preparado para trabajar esta temática.