La mirada vaciada

La mirada vaciada es la primera novela de Paqui Bernal. Antes que nada, agradecer a Nova Casa Editorial y a Babelio a través de Masa Crítica, el envío del ejemplar para esta reseña.
Esta es una de esas novelas difíciles de comentar sin desvelar demasiado de la trama, como siempre, intentaré hacerlo lo mejor posible.
Leyendo su sinopsis, sabemos que esta es una historia de relaciones personales entre dos jóvenes y que la misma, nos va a deparar más de una sorpresa. Ambientada entre Barcelona, la India y Bristol, está narrada a tres voces, las de Sameentha, Pablo y Emma y aunque el hilo conductor, hace que te situes rápidamente, creo que no hubiese estado de más poner al inicio del mismo, el nombre del narrador para mayor claridad.
Al inicio de la novela, he tenido la sensación de todo iba a mucha velocidad, quizás me hubiese gustado o hubiese necesitado ver un mayor desarrollo de la relación, para entender un poco mejor a Pablo y la conexión entre la pareja.
Sameentha al contrario que Pablo, es desde el principio “como un libro abierto para el lector” y el hecho de que se nos muestre de una forma tan rápida y directa su forma de ser, creo que le da mucha fuerza al personaje, pero por otro lado le resta un poco de misterio. La autora sabe provocar al lector para que este tome partido rápidamente o al menos así lo he percibido yo. Personalmente, no me hubiese disgustado ir descubriéndola de una forma más pausada.
Desde ese inicio intuimos la temática de la novela, aquí no hay falsos engaños. No vamos a leer ningún romance al uso. El erotismo está presente durante toda la narración de forma explícita pero elegante, de una manera me atrevería a decir, casi técnica.
Por otro lado, de la mano de Emma iremos conociendo un punto de vista externo de la historia. Ella es una persona con vínculos emocionales con uno de los miembros de la pareja y se debatirá constantemente entre dejar hacer e intervenir en la relación de Sameentha y Pablo. Esta, está basada en unos parámetros poco convencionales que se van descubriendo a lo largo del libro. Esto hace que el mismo se lea de manera fluida, y que se mantenga el interés en la trama.
Los capítulos son breves. El estilo de escritura me parece muy correcto, pese al recurso demasiado repetitivo de los anglicismos que utiliza el personaje de Sameentha. La edición de la novela, está cuidada.
Pienso que La mirada vaciada es un buen debut de la autora. Nos deja reflexiones interesantes sobre la educación que hemos dado los padres a los jóvenes de la llamada “Generación Z” y nos acerca a un mundo incómodo de roles desiguales en las relaciones de pareja, de manera algo distinta a lo habitual, mostrándonos personajes que aunque no nos gusten existen y conviven a veces en nuestro entorno.
Pienso que el relato está bien construido y es convincente y por eso (aunque es cierto que es algo interpretable por el lector), no he acabado de creerme el final del mismo. Igualmente o precisamente por eso, os invito a leerlo. Creo que es una lectura con suficientes elementos atrayentes para que le deis una oportunidad y así podáis comentarla conmigo.

Este libro nos presenta la historia principal de Pablo, un estudiante universitario de Barcelona. Cuando empieza el curso conoce a una chica, llamada Sam, que esta haciendo un semestre en la universidad de Barcelona también, pero no todo parece lo que es. No puedo contar mucho sin destripar parte de la trama del libro, pero cuando pasan los días hay cosas que empiezan a descuadrar de como es ella para el resto del mundo, simpática, educada... Y todo esto se vuelve un bucle que Pablo no ve o no lo interpreta en el sentido que después descubriremos.

La historia esta entretenida y es bastante rápida de leer, ya que los capítulos son bastante cortos. Unos cuenta una trama que nunca había leído en un libro y es el control femenino, ya que si leemos algo de este tema siempre suele ser al revés, y me ha gustado como ha dado visibilidad la escritora a una cosa que pasa hoy en día pero que no se dice, y sigue siendo igual de tóxico y dañino que le control masculino, y en este libro yo mientras lo he estado leyendo te das cuenta de acciones o cosas que no te gustan nada.
Una cosa negativa que le pongo al libro, es que hasta que te acostumbras a la lectura es muy lioso saber quien narra cada capítulo, ya que va cambiando de Sam, Emma (madre de Pablo) y también Pablo.
Ahora hablando de los personajes, creo que a Nina (hermana de Pablo) es el personaje que más adoro, pero también tengo el otro extremo, no soporto a Sam, se me hacía muy pesado cuando narraba ella, ya que su personalidad me resultaba muy perjudicial. Y al principio Emma, tampoco me gustaba nada, por lo cotilla y por lo controladora que era, pero luego también entendía la preocupación que sentía ella al ver a su hijo así y no poder hacer nada.

Antes de nada, decir que recibí este libro gracias a Masa Crítica y estoy muy agradecida por dejarme participar.
En cuanto al libro, en mi opinión, toda la trama hasta casi la mitad del libro transcurre muy rápido, sin darte detalles de las relaciones interpersonales de los personajes y las pocas reflexiones internas que hay son bastante superficiales.
Algo que ha fallado es que no pone por quien está narrado cada capítulo [encontramos a Sam, Pablo y Emma (la madre de Pablo, quien nos proporciona un punto de vista externo) como narradores], aunque es cierto que en cuanto vas leyendo, sabes quién es la persona que habla.
Personalmente, la protagonista no me ha gustado, ni su prepotencia ni su manera de ver la vida. Y es que he sentido que los personajes no evolucionan en este libro, a excepción de Pablo quien, quizás, abre un poco los ojos.
Me da pena porque es un libro muy fácil de leer, pero que a mi me ha costado mucho porque no me ha enganchado y no he conectado con los personajes ni su historia.
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