El complot mongol

“ tempus fugit”
Esa sería la mejor descripción de esta icónica novela negra mexicana. Llena de humor negro y vacía de justicia
Esta es la historia de mi relación con ella. Leí originalmente la novela ilustrada, y me gusto mucho el tono tanto visual como el lingüístico. Posteriormente vi la muy mala película que en los setentas hicieron de el libro, con unas actuaciones mas forzadas que el confinamiento voluntario y con un contexto fuera del ideado por Rafael Bernal.
Recientemente vi la película filmada en 2019. Y el tono entre jocoso y burlesco me llamó la atención, pero seguía sin corresponder a mis expectativas, respecto a la novela gráfica.
Finalmente leí el libro original y me ha sorprendido el apego de ambas versiones escritas.
Aunque es una novela mexicanisima por el contexto, la trama,ambientación, el lenguaje e incluso las situaciones que la conforman. No deja de ser un claro ejemplo de lo que constituye la novela negra, de desarraigados, y al borde de la ley que en su decadencia buscan intuir una verdad que se adapte a sus parámetros, no a la realidad. Menos aún a la justicia. Una historia de crímen que se basa en el lenguaje, al cual también utiliza de manera criminalmente coloquial, pero justa y adecuada a la ocasión.
Plagada de referencias geográficas, históricas, políticas, lingüísticas, solo asequibles , en su mayoría a los mexicanos. Y repleta de la irreverencia, desenfado, ironía con la cual el mexicano ve la vida y la muerte, no como dos caras de la misma, moneda, sino como partes de la misma cara de la moneda
Filiberto García, policía matón, o matón policía en decadencia, pues el sistema lo ha dejado atrás, recibe el encargo de investigar cierta conspiración internacional que se ha gestado en Mongolia Exterior, o eso parece, para ello debe aliarse a un ruso y un norteamericano para la resolución de la misma. Y contrarreloj evitar se lleve a cabo .
Sus pesquisas le llevan al “ barrio Chino, defeño , de donde es un asiduo.
Y a descubrir múltiples maquinaciones, conspiraciones, ilegalidades contubernios,de todo, lo cual no interesa pues su afán se centra en proteger a una inmigrante China, resolver el “ Complot Mongol “ y fortuitamente “ hacer muertitos a su paso “ muertos que ya no cuenta, porque son muertos que ya no cuentan.
Porque ya solo una muerte cuenta.
El tiempo se acaba, el tiempo se le acaba y el tiempo acaba...con sueños, esperanzas, ilusiones, recuerdos, y hasta con algún que otro “ Complot Mongol”
“ Requiem eternam dona eis Domine “
“ Pinche libro “

El complot mongol es considerado el precursor de la novela negra mexicana, así pues es un gran referente no solo de la literatura mexicana si no también del género en este país, por lo tanto es un obligado.

Lo primero que voy a resaltar es que más allá de ser considerado como precursor de la novela negra mexicana, este libro es más bien del estilo de espías, aún y cuando en algunos momentos se refleja cierta crudeza, ésta no es del tipo de escenas sino más bien de pensamiento, hoy en día no creo que pudiera pasar como del género negro.

Creo que lo más importante que hay que considerar cuando se lee este libro, es que fue escrito en 1969, en un México donde recién había sucedido la matanza de Tlatelolco, donde existía un gobierno totalitario, represivo, donde se había gestado la revolución cubana, donde se decía que en México a pesar de tener más un gobierno de izquierda había mucha injerencia por parte de Estados Unidos, yo personalmente esto lo pongo en duda, tal vez, en su época se sintiera de esa manera, pero no veo a Díaz Ordaz siguiendo órdenes de nadie ni permitiendo injerencias extranjeras, a menos que le conviniera de manera personal.

En fin, ya ubicados en ese escenario entonces podremos comprender la idiosincrasia de Ignacio García, un sicario más que un policía, un hombre hecho de la Revolución, podremos comprender la figura del Coronel, es que ese personaje del coronel me fue tan fácil ponerle cara y expresión en mi cabeza, tantos que hemos visto como él a lo largo de nuestras vidas en este país.

Todo este tema del complot solo refleja la enorme capacidad de Rafael Bernal de escribir una excelente historia policiaca, pero más allá de la historia se encuentra su estilo literario, empezando por utilizar ese sentido del humor satírico, la profundidad de la historia y de representar a la sociedad mexicana, sobre todo la de esa época y para muestra el Licenciado alcohólico, esa conversación que tiene García y el Licenciado en la cantina es maravillosa, tan representativa de la psique mexicana.

El estilo de Rafael Bernal es muy diferente a lo que había leído, lleva muchos diálogos, entra en materia del pensamiento de García sin andarse sin rodeos y no solo están los diálogos de García con otros personajes, si no el diálogo personal que tiene García consigo mismo en varios escenarios.

Personalmente ese estilo me a parecido que ha hecho muy ágil su lectura, pero creo que estamos demasiado acostumbrados a leer cosas comunes o el libro está escrito en primera persona, de tal manera que es como un diario o bien narrado en tercera persona donde se nos cuenta lo que va sucediendo, pues este libro se sale de ese encasillamiento en estilos, por lo tanto hay escenas donde en medio de todo lo que se narra, entramos a los pensamientos de García sobre lo que sucede y es ahí donde cobra la magia de Bernal porque es donde vemos la sátira, el cinismo, la comprensión, la forma de ver la vida de alguien que en apariencia nada le importa.

Un libro que más allá de ser un referente del género o de la literatura de México, se disfruta enormemente, resulta en un libro con un ritmo muy ágil, se lee en una sentada y la intriga que lleva no solo entretiene si no que también nos regala una sorpresa al final de la investigación, honestamente no me esperaba ese giro, pero una vez que sucedió solo pude pensar “¡Claro!, pero si esto es mi México, lindo y querido ¿Qué otra cosa iba a suceder si no esto?” y no puede uno evitar reírse, con toda y la tragedia que está viviendo García en ese momento.

Me ha encantado, más allá de ser un libro de referencia, un obligado, es un libro que me ha encantado y lo he disfrutado muchísimo.

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Lean esta novela, solo quiero decirles esto, aunque solo sea por su personaje, Filiberto García. Y no es que sea un personaje original, es más bien una lectura hispana del gran Philip Marlowe o del enorme Sam Spade, aunque quizás más frío, más hijodeputa, pero tan cínico como ellos, igual de lúcido y con parecida retranca.

"Este es un pinche muerto. Hay que sacarle el cuchillo de las costillas. No se puede gastar un cuchillo para cada muerto... A veces los muertos aprietan los cuchillos. Como que se vuelven medio codiciosos."

Eso sí, un Philip Marlowe al que eso en lo que se ha convertido la Revolución le ha provocado un sarpullido de escepticismo, desconfianza y desesperanza (“como puede que sí puede que no, y lo más seguro es quien sabe”) que le ha ido convirtiendo en un sicario obediente, ajeno a las pendejadas, en un gran “fabricante de pinches muertos”.

“Sobre el muerto las coronas y sobre la vieja el hombre. ¿Y para qué tanto prólogo? Llegando y prendiendo lumbre. Con las viejas y con los muertos, es igual. Lo demás son adornos degenerados.”

Un Philip Marlowe ya viejo, teñido de amargura, más preocupado que nunca por hacer el maje, por enternecerse como un cholo calentón y por volverse, como él dice a menudo, maricón. Un sesentón al que le pesa la memoria, porque “hay muertos que vuelven pegajosos como melcocha”, que ahora le toca vivir en un mundo que nunca ha dejado de ser violento pero que los corruptos han logrado al fin revestir de una pátina brillante de leyes que confunden a muchos pero que no consiguen del todo tapar lo que siempre ha sido, es y será una fuente de pus infecta.

“la Revolución hecha gobierno. ¡Pinche Revolución y pinche gobierno!”

Léanla, el ritmo es ágil, la mezcla de narración en tercera y primera persona impecable, los localismos mejicanos, sin estorbar, dan color al relato, la trama entre novela negra negrísima y novela de espías está bien compuesta y bien conducida y se le perdona fácilmente alguna resolución Deus ex machina, también llamada de séptimo de caballería, aunque esta vez solo esté compuesto de un hombre, no tenga caballo y sea ruso.

Léanla... si quieren... pero quiéranlo.

“el Licenciado dice que el hombre no se ríe ante la muerte, que eso es de animales. Como si se pudiera uno reír ante la vida.”

Este libro lo he leído ya dos veces oficialmente, y en realidad puedo decir que no es mi género, no me siento cómoda ni atrapada ante la pluma del escritor.

He de decir que escribe bien pero si por cada vez que aparece la palabra "pinche" me dieran un peso, ya hubiera comprado mi saga favorita en pasta dura y en edición especial... Así que este autor ama esa palabra pero con mucho ardor.

El contexto es en el México post revolucionario, no dan fechas exactas y en verdad ya empecé a olvidar algunos datos pero la historia data de los tiempos de los primeros presidentes civiles del país.

Es buena la trama, tiene giros inesperados,me encanta que el autor te lleve por un recorrido guiado a través de la hoy Ciudad de México, y que no abuse tanto de las descripciones, abusa de los pensamientos del protagonista, tiene unos pensamientos tan profundos como pozo sin fondo.

El final no me gustó, nunca me ha gustado ese final, y le cambiaría eso, pero no llegaríamos al último giro inesperado.

En verdad estoy ansiosa por ver su película, que cambia el ambiente sombrío por uno cómico, no sé, siento que está bien que se retomen este tipo de libros y siendo sincera no creo leerlo nuevamente, así que si alguien lo quiere pues estoy dispuesta a negociar un intercambio.

A pesar que ya lo han dicho,es la mejor novela negra escrita en México. Filiberto García tiene como misión investigar en los cafés del barrio chino de CDMX sobre un supuesto atentado en contra del presidente de los Estados Unidos,quien pronto estará de visita en México,en medio de ella descubre que hay otros intereses tras esta.
Es una historia genial que refleja muy bien la guerra fría en México,con KGB,FBI,comunistas, cafés de chinos y violencia. No es una historia feliz.
Muestra de forma inteligente lo que pudo pasar si el ejercito nacional tratara de intentar un golpe de Estado,al ser alejados de la política en el mismo partido de la revolución.