La trampa de la diversidad

Un argumentario materialista próximo al marxismo de la New Left británica, para ensayar cómo y por qué el paradigma posmoderno y neoliberal han repercutido individual y colectivamente sobre un hecho tan complejo como es la identidad humana. Doscientas páginas accesibles, más narrativas que académicas, para explicar la disolución del sentido colectivo de la idea de “clase trabajadora” en favor de nuevos modelos representativos.
Daniel Bernabé discurre por la reacción conservadora occidental hasta llegar a nuestro tiempo para explicar el predominio de nuevos valores neoliberales como el individualismo, el consumismo o la autorrealización han provocado la atomización de la sociedad y su consiguiente crisis identitaria.
Este cambio estructural aplaude la idea de diversidad personal, se apodera de ella al convertirla en un objeto de consumo, cosificado e incluso fetichista. Nace – y perdura - una cultura popular que vulgariza lo común y exige nuevas políticas de visibilidad en las que reconocerse.
Lo político no es ajeno a la mercantilización. Las carencias propositivas de la izquierda, sin soluciones estructurales a la cosificación neoliberal y despojada del concepto de “clase”, la llevan a entregarse a un activismo individualista y a un elogio de lo diverso: el movimiento LGTB, el ecologismo o el racismo, son algunas del nuevo sinfín de causas que ofrece el mercado de las identidades. Ser de izquierdas también supone un consumo identitario, pero despojado de su carácter militante y combativo.
Hay nostalgia en las aspiraciones del autor al cierre del ensayo, y tal vez la ilusión por un retorno a la conciencia de sí por parte de la clase trabajadora. Rechaza los argumentos interseccionales por representar justamente la trampa de la diversidad: es la idea de clase la que debe ser transversal. Bernabé nos invita al retorno a la organización y acción colectiva, a volver a “hablar como pensamos, no pensar como hablamos”.