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En cuanto vi esta novela entre las novedades de la editorial sabía que tenía que leerla sí o sí. Nada más leer su sinopsis supe que la trama me atraparía por completo y que sería una historia diferente, cargada de emociones que se quedarían conmigo incluso después de haber cerrado sus páginas. Y así ha sido. He devorado la novela en cuestión de dos días y cada vez que la dejaba a un lado para continuar con la rutina diaria de trabajo y demás, empezaba a contar las horas que me faltaban para poder continuarla. La pluma de la autora y la forma en la que ha desarrollado y enfocado la trama me ha cautivado por completo, y eso que no nos encontramos ante una novela novedosa o muy distinta a otras tantas del género, pero no tengo palabras para describir toda la dulzura, el amor y la valentía que me ha transmitido a cada paso. Lailah tiene una enfermedad cardíaca congénita que la obliga a pasar largas temporadas entre las paredes de un hospital desde que tiene uso de razón. A pesar de haber aprendido a vivir con su enfermedad y las limitaciones que le provoca, hay días en los que le cuesta seguir adelante y luchar por conseguir un corazón sano. Su único salvavidas es la fortaleza y atención de su madre, así como la lista de "Algún día" que escribe en un viejo cuaderno, donde va enumerando todo lo que le gustaría hacer y experimentar si tuviese la oportunidad de recuperarse y vivir una vida normal, como la de cualquier otra chica de su edad. En esa lista se encuentran cosas como: mantener una conversación solo por mensajes de texto, meter los pies en el mar, bailar bajo la lluvia, etc.; siendo la primera de la lista enamorarse. Jude, por otro lado, es la segunda voz narrativa de la novela y su vida tampoco ha sido fácil. Un hecho del pasado le ha impedido seguir adelante, avanzar y ser feliz, anclándose en viejos recuerdos y sueños y volcándose en su trabajo como auxiliar de enfermería en el mismo hospital donde Lailah tiende a pasar gran parte de sus días. Ambos acabarán coincidiendo entre las paredes de esa clínica y, por cuestiones del destino, descubrirán que la vida sigue y que es hora de dejar el pasado atrás y luchar por los nuevos sentimientos y emociones sin pensar si vendrán o no con fecha de caducidad... Lailah y Jude me han parecido unos personajes de diez. Son sencillos, humanos, imperfectos y totalmente volcados a los sentimientos que se van creando y manifestando en sus corazones. La autora profundiza mucho en ellos y es muy sencillo conectar y meterse en la piel de los dos. Son dos personajes que han sufrido experiencias que han puesto en pausa sus vidas y su felicidad, y veremos reflejado en mucho de los capítulos el dolor y la fuerza de voluntad a la que hacen frente para sobrevivir y sobrellevar paso a poco la gran losa que tienen sobre los hombros. Lailah Buchanan es una joven de veintidós años que, a causa de su cardiopatía, no ha podido tener una infancia y una adolescencia como la de cualquier otra joven de su edad. A vista del mundo es una chica fuerte y llena de vitalidad, con la esperanza por bandera para recuperarse y poder empezar a cumplir su lista de "Algún día". Sin embargo, el miedo a no poder cumplir nada de esa lista se encuentra oculto en lo más profundo de su ser, más aún con la posibilidad cada vez más cerca de que la compañía aseguradora pueda negarle los fondos necesarios para cubrir los gastos de la operación que le abriría las puertas a una vida larga y plena con un corazón sano. Me ha gustado mucho su actitud y cómo pese a vivir encerrada entre las paredes de un hospital sin poder hacer vida normal, siempre encuentra el modo de mostrarse positiva, de disfrutar de lo que puede y conoce, con la esperanza de que los momentos mejores estén por llegar. Jude, por otro lado, solo desea empezar una nueva vida y alejarse de su pasado y del hombre que era, de olvidar el dolor que experimentó tres años atrás y que aún le persigue y le duele. Desde entonces vive confinado en el hospital, trabajando día y noche para evitar rememorar y abrir viejas heridas, ayudando de la única forma que sabe: atendiendo a los enfermos y haciéndoles su estancia entre esas paredes del hospital mucho más cómoda y confortable. de esta forma Jude conocerá a Lailah y se sentirá atraído no sólo por la dulzura que irradia, sino por su instinto protector y su deseo de hacerla feliz, de hacerle olvidar con su compañía las limitaciones que su enfermedad le ha impuesto desde que era pequeña, incluso si su cercanía provoca que resurjan viejos fantasmas y heridas del pasado. La historia de amor me ha parecido super preciosa, dulce y muy cuidada, forjada muy a fuego lento y a través de detalles, anécdotas y primeras veces que hacen vibrar. Aunque de primeras Jude se acerca a Lailah por motivos profesionales, poco a poco dejará la razón a un lado y se volcará de lleno en darle a esa chica con cara de ángel los mejores días y experiencias de su vida. Para Lailah es la primera vez que un chico muestra interés por ella y vivirá todo a través de los ojos de una chica inocente y abierta a entregarse en cuerpo y alma a un joven que, pese a su apariencia de tipo duro, con tatuajes y estilo despreocupado, esconde un corazón de oro dispuesto a iluminarse y bombear de nuevo por ella, tras un letargo de tres años. Los dos protagonistas son dulces y entrañables, dos almas que necesitan sanar y encuentran la cura el uno en el otro. Ambos son conscientes de que la vida es demasiado breve y hay que aprovechar el hoy como si no hubiese un mañana, y la lista de Lailah será una buena fuente de gasolina para darle sentido y felicidad al presente, al día a día. El final de la historia se intuye casi desde el principio, pero eso no quita para que el lector se empape a cada página, sintiéndose parte y emocionándose con cada acontecimiento, con cada revelación y cada paso en la relación de Lailah y Jude. El final no podía haberse dado de otra forma y, aún sabiendo que terminaría así, me ha cautivado por completo. J.L. Berg trae un novela de redención, lucha y sacrificio con personajes reales y cercanos que nos harán vibrar de la emoción, el dolor y la esperanza. Es una lectura que trata una enfermedad delicada y de la que poco conocemos, como bien explica la autora en las notas de autor, pero también es una novela cargada de positivismo y de mensajes llenos de alegría y posibilidades. Es la primera vez que leo a esta autora y estoy deseando seguir conociendo su pluma y sus historias cargadas de realismo y que llegan al corazón. Como ya decía, la autora explica en sus notas finales de dónde sacó la inspiración para crear esta historia y quién fue su ejemplo a seguir para darle vida a Lailah. Estos detalles en novelas de este género los valoro mucho, pues dan una imagen más clara y real de enfermedades que sabemos que están ahí, pero de las que desconocemos el alcance y la calidad o forma de vida de aquellos que las padecen. Tengo muchas ganas de descubrir la continuación de la historia de Jude y Lailah en Beyond These Walls (aún sin fecha de lanzamiento en España). La verdad es que el final de Entre Estas Paredes es bastante cerrado y perfecto y no veo necesidad de una segunda parte, pero veremos qué tal cuando llegue a España. En resumen, 'Entre Estas Paredes' es una novela emotiva, dulce y marcada por mensajes de lucha, redención y esperanza. La autora ha desarrollado una historia profunda y real que atrapa y sobrecoge a través de unos protagonistas humanos, imperfectos y rotos que encuentran el uno en el otro la forma de cerrar página, sanar viejas heridas y volver a soñar con una felicidad que creyeron vedada para ellos. Además, el toque de realidad dentro de la ficción hace que el lector se acerque mucho más a trama y personajes. Enlace: https://eraseunlibro.blogspo.. |
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